La Habana, 25 feb (PL) Un fiscal estadounidense probó que la muerte de un turista italiano en Cuba, en 1997, durante una ola de ataques con bombas ordenada por el terrorista internacional Luis Posada Carriles, fue un homicidio.
En un artículo escrito para el sitio digital Cubadebate, el abogado José Pertierra, representante de Venezuela en la demanda de extradición de Posada Carriles, precisó que durante el juicio que se desarrolla en El Paso, Texas, quedó en evidencia la acción criminal del acusado tras la prueba presentada por el fiscal Timothy J. Reardon.
A través del testimonio de la médico forense cubana, Yleana Vizcaíno, la fiscalía probó que la muerte de Fabio Di Celmo, el 4 de septiembre de 1997, en La Habana fue un homicidio, subrayó Pertierra.
Vizcaíno Dimé testificó que Fabio Di Celmo murió de "una herida mortal por necesidad que le causó sangramiento masivo que fue imposible detener", agregó.
La doctora explicó que la causa de la muerte fue un sangramiento profuso de las arterias provocada por un objeto metálico lanzado a una gran velocidad por las ondas expansivas de la explosión.
La defensa no pudo impugnar su testimonio y, consecuentemente, sus declaraciones constituyen evidencia no controvertida en el juicio contra Luis Posada Carriles, manifestó el abogado.
En una entrevista con el diario The New York Times, el criminal reconoció que ordenó esos ataques.
Posada Carriles enfrenta cargos por fraude, obstrucción de procesos y falsas declaraciones por mentir a funcionarios de inmigración de Estados Unidos, luego de entrar a ese país como indocumentado.
Sin embargo, no es juzgado por su prontuario criminal que incluye la voladura en pleno vuelo de un avión de cubana en 1976, con 73 personas a bordo, y los ataques con bombas en hoteles de La Habana.
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