Beni, Bolivia, 20 ago (PL) El ministro de la Presidencia, Carlos Romero, adelantó hoy aquí que alistan una reunión del jefe del Estado Plurinacional, Evo Morales, y los indígenas que marchan en protesta por la construcción de una carretera.
Romero destacó la voluntad de diálogo que siempre ha manifestado el mandatario, pero antes, precisó, deben agotarse las negociaciones en el marco de la comisión de alto nivel del Ejecutivo y los representantes de los originarios.
La marcha partió el pasado 15 de agosto de la ciudad de Trinidad en rechazo a la construcción de un tramo de 177 kilómetros que atraviesa el Parque Nacional Isiboro Sécure y que en opinión de algunas comunidades daña el medio ambiente.
Por su parte el Ejecutivo ha manifestado la disposición de escuchar alternativas sobre ese camino que unirá la localidad de Villa Tunari (Cochabamba) y San Ignacio de Moxos (Beni) para traer más progreso y desarrollo a la región.
El ministro Romero precisó que la coordinación con el Comité de Marcha de la Confederación Indígena de los Pueblos del Oriente Boliviano incluye además la suspensión de la medida de presión para propiciar las pláticas con Morales.
También pidió a los marchistas dar a conocer otro pliego de demandas, antes desconocido.
El gobierno está listo para comenzar el diálogo que ponga fin a la incertidumbre y tensión desatadas por la protesta en el norte, nordeste y oriente de Bolivia, remarcó.
El propio Morales afirmó en la localidad de Shinaota (Cochabamba) que el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) siempre será respetado.
Tras un encuentro ayer de 18 comunidades del Consejo Indígena del Sur (Conisur) que respaldó la construcción de la carretera, el dignatario de origen aimara aclaró que para este tipo de obra son obligatorias las consultas a los originarios.
También manifestó que tuvo reuniones con varias organizaciones para recoger iniciativas que hagan posible prohibir asentamientos de personas en el Tipnis.
Recordó que el área protegida fue vulnerada hace décadas, cuando personas ajenas tomaron cerca de un millón de hectáreas.
En ese sentido, manifestó que se velará porque no haya nuevos asentamientos en el territorio indígena.
Asimismo explicó que la nueva carretera es fundamental para sacar la producción de decenas de comunidades.
Morales denunció además a Estados Unidos por vincularlo con el narcotráfico y afirmó que la oposición interna señala que la carretera en construcción es un narcocamino.
Al respecto, llamó a ser responsables con Bolivia y no involucrarse con los vendepatrias y las oligarquías bajo el tutelaje de Washington.
El dignatario alertó además sobre las nuevas maniobras de los enemigos del cambio, que utilizan a las Organizaciones No Gubernamentales, financiadas por Estados Unidos y algunas naciones europeas para desestabilizar al país.
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