Es una acción de traficantes de personas: Nelly Jerez
▲ Muchos de los que emprendieron la caravana son menores de edad, por lo
que las autoridades de Guatemala advirtieron que serán muy estrictos
con su documentación.
Corinto, Honduras. Cientos de
hondureños ingresaron este miércoles a Guatemala en una nueva caravana
migratoria en busca de mejores condiciones de vida en Estados Unidos,
pese a las barreras impuestas por el presidente Donald Trump con la
colaboración de los gobiernos centroamericanos.
Unos 400 hombres, mujeres y niños se aglomeraron en Corinto, en la
frontera de Honduras con Guatemala, unos 220 kilómetros al norte de
Tegucigalpa.
Un oficial les pidió pasar a la oficina de migración para registrarse
antes de cruzar la frontera. Sin embargo, los hondureños rompieron el
cerco de policías y lograron entrar a Guatemala.
Otros migrantes que llegaron después a Corinto desde San Pedro Sula,
en grupos pequeños, fueron retenidos por los agentes que les pidieron
documentos.
El presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, dijo a periodistas
que acuerdos regionales permiten la movilización de los migrantes, pero
advirtió que serán
extremadamente exigentescon la documentación de los menores de edad para comprobar que viajan con sus padres o tutores.
Wilmer Gabriel Benítez, de 30 años, iba con su hijo de 10 junto a otros cuatro hombres que no pudieron cruzar.
Vamos a esperar que vengan los demáspara cruzar en grupo, recomendó Benítez a sus acompañantes.
La vicecanciller hondureña, Nelly Jerez, aseguró a medios locales que
la nueva caravana es una forma que tienen los traficantes de personas
para ganar dinero.
Estimó que 108 mil hondureños fueron deportados en 2019 de Estados
Unidos y México, más que en 2018, cuando fueron extraditados 75 mil.
Con mochilas en la espalda, cerca de mil personas, hombres y mujeres,
algunos con niños en brazos, se aglomeraron desde la tarde del martes
en la estación de buses de San Pedro Sula, 180 kilómetros al norte de
Tegucigalpa.
Al filo de la medianoche, cerca de la mitad del contingente salió caminando hacia Corinto.
En el trayecto, algunos subieron a camiones o vehículos que
ofrecieron llevarlos, mientras los demás avanzaban lentamente a pie a la
orilla de la carretera.
Los migrantes caminaban por la carretera asfaltada al borde del mar
Caribe mientras policías y militares los seguían de cerca en vehículos y
retenes.
Ya no puedo más, no tengo ni cama donde dormir, dijo una mujer de 28 años que se identificó como Yoly Sabillón, originaria del departamento de Santa Bárbara, noroeste, y madre de tres hijos de 13, siete y tres años.
No hay trabajo aquí, el gobierno nos tiene abandonados, se quejó Antony Gómez, de 26 años, oriundo de San Luis, también en Santa Bárbara, mientras acompañaba a Yoly con otros dos migrantes.
Antes del amanecer de miércoles, partieron los migrantes que quedaban en la terminal de transporte.
En pequeños grupos lograban pasar sin problemas en la aduana de
Corinto, siempre que fueran mayores de edad. Policías y militares les
salían al paso y si llevaban identidad les permitían cruzar a Guatemala,
aunque retenían brevemente a los menores de edad.
Buscamos refugio, en Honduras nos matan, decía un afiche de la convocatoria a la
caravana migranteque circuló por las redes sociales en las semanas recientes.
Antes de partir de la central de transporte, los migrantes recibieron instrucciones por Whatsapp:
No decir fuera JOH (presidente Juan Orlando Hernández),
ir en grupo sin separarsey
no hablar mal del país.
Un activista que pidió ser identificarlo como El Güero dijo que se prohibía la consigna en que piden la salida del presidente
para evitar la represiónpolicial.
Foto Ap
Afp
Periódico La Jornada
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