El presidente Andrés Manuel López Obrador se manifestó en favor de la liberación de Julian Assange, fundador de WikiLeaks, recluido en una prisión en Londres, y demandó que ya no se le torture.
En la conferencia de prensa matutina, el mandatario se refirió a
diversos temas de carácter internacional, aunque optó por no emitir una
posición respecto del ataque aéreo de Estados Unidos a Irán y la muerte
el jueves del jefe militar en esa nación:
No me meto en eso, no puedo opinar de eso. Argumentó que si bien la Constitución prevé que México opte por la defensa de los derechos humanos, también debe apegarse a los principios de no intervención y autodeterminación de los pueblos.
Sobre el caso Assange sí fijó una clara y amplia opinión, al
considerar que no se puede dar la espalda a los dolores de la humanidad
ni aplicar la política del avestruz de meter la cabeza en la arena.
La libertad del periodista, señaló, sería una buena señal en favor de los derechos humanos en todo el mundo:
Sí expreso mi solidaridad y deseo que se le perdone y se le deje en libertad. No sé si él (Assange) ha reconocido que actuó en contra de normas y de un sistema político, pero en su momento estos cables mostraron cómo funciona el sistema mundial en su naturaleza autoritaria, aseveró.
Un reportero entregó al Presidente un ejemplar del libro México en WikiLeaks. WikiLeaks en La
Jornada, el cual cita un reporte del jefe de Inteligencia de Estados
Unidos sobre el supuesto financiamiento del entonces presidente de
Venezuela, Hugo Chávez, al movimiento lopezobradorista.
El Presidente señaló ayer que los cables
son como secretos de Estado. Mencionó que en algunas de las miles de piezas difundidas en el sitio WikiLeaks se hablaba de su lucha como dirigente opositor. Es decir, lo que ahí se expresa obedece a la realidad de ese entonces, así como a relaciones y actuaciones ilegales e ilegítimas, violatorias a la soberanía, contrarias a la democracia y a las libertades.
Entonces, sí lo hago, sí manifiesto mi solidaridad, mi deseo de que se le perdone y se considere que al liberarlo, si él ofrece disculpas y se le libera va a ser una causa muy justa en favor de los derechos humanos del mundo, precisó.
Opinó que la libertad del investigador sería también un acto de humildad de la autoridad que lo mantiene en prisión.
El 18 de enero de 2011, Assange, fundador del portal y entonces en libertad, se encontró con un miembro del equipo de La Jornada en
Londres, a quien confió una memoria USB con miles de cables
diplomáticos provenientes de la Secretaría de Estado estadunidense.
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