La Jornada
En las últimas semanas
las mujeres (muchas menores de edad) se han llevado las luces de las
primeras páginas en la prensa mundial, y el equivalente en los demás
medios informativos. En primer lugar Greta Thunberg (Estocolmo, 2003),
que encabeza la lista de los nuevos movimientos contra el cambio
climático, por la igualdad de las mujeres (aquí debemos mencionar
también la gran movilización mexicana que, desafortunadamente, se dejó
penetrar por provocadores(as) que tenían por misión causar destrozos en
pequeños y grandes establecimientos mercantiles y, desde luego,
desprestigiar en México al movimiento feminista”. El propio López
Obrador los definió como provocadores y puso de relieve la importancia
de que estos movimientos vigilen estrechamente su composición e impidan
la acción desorganizadora muy negativa de los provocadores para frustrar
los objetivos auténticos de los movimientos. Llama la atención que se
hayan dado casi simultáneamente los movimientos feministas mundiales y
la discusión que ha surgido en torno a las invenciones de Nikola Tesla,
creador de las aplicaciones de la electricidad que han hecho posible la
difusión planetaria e instantánea de las noticias.
El caso de Greta Thunberg es paradigmático: los más jóvenes, del sexo
femenino, están presentes en la vanguardia de las luchas por la
igualdad de género, haciéndose merecedores del reconocimiento mundial al
mismo tiempo que son objeto de las críticas más groseras quienes luchan
por la transformación del mundo. Como hizo notar Martin Gelin, en The New Republic, Thunberg fue sometida a un
tsunami de rabia masculinamientras viajaba en un yate de cero emisiones de carbono hacia Nueva York para asistir a la Cumbre de Jóvenes de Naciones Unidas sobre el Clima, en tanto que un comentarista de la televisión deseaba que la joven sufriera una tragedia antes de cumplir su objetivo.
Otros criticaron el simple hecho de que Thunberg fuera mujer y joven para
denunciarsu incapacidad de hablar sobre la crisis mundial del clima. Es un hecho que las tácticas de Donald Trump, que van de las amenazas personales a las de grupo de quienes sostienen la posibilidad de que se frene el cambio climático, tratan desde luego de desacreditar a quienes buscan positivamente ese freno en el comportamiento de los empresarios y científicos, que tendrían la más alta posibilidad de lograrlo.
El año pasado Alexandria Ocasio-Cortez, joven representante de Nueva
York, y Thunberg en Europa se han convertido en las caras globales del
activismo climático, a menudo con un tremendo impacto político.
Ocasio-Cortez ayudo a convertir el green new deal que era
apenas una salida retórica en las conversaciones normales. Según una
reciente encuesta uno de cada tres alemanes dijo que Thunberg los ayudó a
cambiar de opinión sobre el cambio climático. Fox News, de extrema
derecha, la mencionó 76 veces al día en su primer mes como representante
neoyorquina; en Alemania, la alternativa de extrema derecha parece
haber coordinado sus ataques contra Thunberg con el Instituto Europeo de
Estudios sobre el Clima y la Energía, uno de los centros europeos más
conservadores del viejo continente (información de Martin Gelin en The New Republic, 28/8/19).
El sábado 28 de septiembre Thunberg sacó a la calle a alrededor de 6
millones de personas en varias ciudades del mundo, en Montreal
acompañada por el primer ministro Justin Trudeau.
El mensaje ambientalista se ha vuelto demasiado potentecomo para tratar de silenciarlo, afirmó Thunberg, y respecto a Trump y a otros críticos respondió:
Hoy hacemos ruido y la gente tiene problemas para lidiar con eso e intentan callarnos. Debemos tomarlo como un cumplido.
Sobre la marcha de mujeres en México a propósito de los 43
estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos desde septiembre de 2014, el
presidente López Obrador sostuvo que los encapuchados insertados en la
manifestación de ninguna manera son
anarquistasen estricto sentido, porque ésta ha sido una posición política seria, que gozó de la militancia de revolucionarios de una pieza, como Ricardo Flores Magón, apasionado intelectual y lector:
¿Cómo van a ser anarquistas esos que quieren quemar librerías?Por lo demás, varios comentaristas han dicho que seguramente los organismos de inteligencia del gobierno tienen datos precisos sobre su identidad.
Apenas repetiremos la necesidad de que todos los movimientos de masas
vigilen estrictamente la adhesión de grupos a sus filas, para evitar
vandalismos como los de hace unos días que desprestigian los sanos
objetivos de la mayoría de esos movimientos.
Subrayamos igualmente la fortuna de contar hoy con medios técnicos
poderosos capaces de difundir las ideas y las posiciones políticas con
una amplitud y una rapidez inconcebibles sólo unos años atrás. Por otro
lado, en toda esta actividad de las ideas y de las posiciones políticas a
escala global, es clara en México una nueva libertad para discutirlas y
militarlas abiertamente, sin restriciones de ninguna especie. ¡Este es
seguramente uno de los puntos centrales de la Cuarta Transformación
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