AMY GOODMAN:
Decenas de miles de manifestantes salieron a las calles el viernes 26
de julio en más de cincuenta ciudades y pueblos de toda Colombia, para
protestar contra la oleada de asesinatos de líderes indígenas,
afrocolombianos y ambientalistas en los últimos años. Marchas solidarias
se dieron alrededor del mundo, de Washington DC, a México DF y Atenas.
En 2016, el Gobierno colombiano y los rebeldes de las FARC
firmaron un histórico acuerdo de paz para sacar al país de medio siglo
de conflicto armado. Sin embargo, desde entonces casi quinientos
activistas pro derechos humanos, muchos de ellos de la comunidad
afrocolombiana, han sido asesinados por su trabajo contra la minería
ilegal, el tráfico de drogas y a favor de la restitución de tierras y
las causas ambientales.
Algunas de las pancartas de la movilización decían “Sin líderes, no
habrá paz” y “Paren el derramamiento de sangre”. Esta es la política y
activista Gloria Cuartas.
GLORIA CUARTAS: Detengan el asesinato selectivo y sistemático de activistas, hombres, mujeres, indígenas, afrocolombianos, agricultores y estudiantes que están defendiendo el derecho a vivir en sus territorios, el derecho a que la biodiversidad sea respetada, para que los acuerdos de paz sean respetados.
AMY GOODMAN: Las
manifestaciones del viernes se dieron después de que un desgarrador
video que muestra a una niño gritando de forma desconsolada tras
presenciar el asesinato de su madre se hiciera viral. La madre del niño
era María del Pilar Hurtado, una reconocida activista comunitaria que
luchaba por los derechos de los campesinos sin tierra en el municipio de
Tierralta, Córdoba.
Para ahondar sobre el tema vamos a Washington DC, desde donde nos
acompaña Luis Gilberto Murillo, quien se desempeñó como gobernador del
departamento del Chocó, un área de mayoría afrocolombiana y ministro de
Ambiente y Desarrollo Sostenible en Colombia de 2016 a 2018, bajo el
mandato del presidente Santos. En la actualidad Murillo es un
investigador invitado en el Centro de Estudios Latinos y
Latinoamericanos de la American University, y participó en la protesta
del viernes frente a la residencia del embajador colombiano en Estados
Unidos en Washington, D.C. Bienvenido a Democracy Now, Luis Gilberto
Murillo, ¿puede explicar por qué han sido asesinados tantos activistas
en Colombia en los últimos años?
LUIS GILBERTO MURILLO:
Muchas gracias, Amy, por esta oportunidad. En Colombia se firmó un
acuerdo de paz, que es histórico porque después de 52 años de conflicto
con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC,
un movimiento guerrillero, se llegó a este acuerdo que puso fin a ese
conflicto. Estamos hablando de un conflicto que en 52 años tomó la vida
de cerca de 260 mil personas, ocho millones de víctimas, muchos
desplazados. Y, a través de ese acuerdo, las FARC entraron a
la vida civil. Hoy son un partido político. Pero inmediatamente que se
dio el acuerdo, se inició el asesinato de líderes sociales, ambientales,
afrodescendientes, indígenas. El 40 por ciento de estos asesinatos son
de mujeres y muchas minorías étnicas. Y estos asesinatos, que ya están
cerca de entre 500 y 700, desafortunadamente, se dan porque son líderes
que demandan sus derechos, sus derechos de acceso a la tierra, sus
derechos a servicios básicos de educación, salud, de unas poblaciones
vulnerables y que han sido desatendidas por el Estado. Nuestras
poblaciones demandan esos derechos y por eso nosotros salimos a las
calles convocados por el movimiento Defendamos la Paz, de la sociedad
civil, para precisamente mostrar la solidaridad a los líderes sociales y
también poder protestar por los asesinatos y convocar al país para que
la conciencia nacional le dé prioridad precisamente a la protección de
estos líderes.
AMY GOODMAN: ¿Ha rendido
cuentas el gobierno por todo esto? ¿Qué ha hecho el Gobierno de derecha
del presidente Duque desde que llegó al poder?
LUIS GILBERTO MURILLO:
El presidente Duque ganó las elecciones y ha tenido una propuesta
realmente de revisión de los acuerdos de paz. Son críticos del acuerdo
que se firmó con las FARC y su primer intento,
precisamente, fue cambiar, rehacer estos acuerdos, dándole un golpe a la
columna vertebral de los acuerdos que fue el sistema de Justicia
Especial para la Paz. Precisamente por eso nació el grupo Defendamos la
Paz, que son diversos líderes, casi 2000 líderes de las regiones a nivel
nacional, artistas, políticos de todas las vertientes que lo que nos
une es la protección de esos acuerdos de paz, la defensa de la paz y de
los líderes. Y el presidente Duque realmente no es un entusiasta de la
implementación de los acuerdos de paz y creemos que sería un grave error
que se continúe en una agenda de debilitar estos acuerdos que son tan
importantes para muchas regiones en el país, sobre todo para la Colombia
apartada y desatendida por el Estado.
AMY GOODMAN: Hable sobre
algunas de las personas que han sido atacadas o asesinadas como, por
ejemplo, María del Pilar Hurtado, asesinada en el norteño departamento
de Córdoba, a cuyo hijo pudimos ver en un desgarrador video llorando
sobre su cadáver.
LUIS GILBERTO MURILLO:
Sí, la infortunada muerte de María del Pilar Hurtado refleja la gran
tragedia nacional que es el asesinato de líderes sociales. María del
Pilar Hurtado era, como muchos, una mujer lideresa de su comunidad que
defendía el derecho de acceso a la tierra y, sobre todo, de acceso a la
vivienda. Y ella lideraba un grupo en Tierralta y por esa simple razón,
precisamente, fue asesinada. Y lo que hemos venido diciendo es que
obviamente no podremos tener una paz estable y duradera si la vida no es
sagrada, y la vida de los líderes tiene que ser sagrada. El asesinato
de María del Pilar Hurtado, una mujer afrodescendiente, conmovió al
país. Ver a su hijo gritando por su muerte, sin poder consolarse ni
nadie que lo pudiese consolar… Y dejó cuatro niños huérfanos: a uno de
cinco años, dos gemelos mellizos de 12 años y uno de 14 años. Esto es un
ejemplo de la gran tragedia de los más de 500, 700 líderes que han sido
asesinados en el país, y esto no puede continuar. Esto realmente tiene
que parar.
AMY GOODMAN: Hable de las
similitudes entre lo que está ocurriendo en Colombia y en Brasil, donde
tenemos a Jair Bolsonaro, otro presidente de derecha, quien desde su
llegada al poder ha reducido las medidas de protección para la Amazonía,
poniendo trabas a la lucha contra las actividades ilegales de la
industria maderera, minera y ganadera. Recientemente un grupo de hombres
armados atacaron una remota reserva indígena y asesinaron a cuchilladas
a uno de sus líderes.
LUIS GILBERTO MURILLO:
La deforestación es uno de los enormes desafíos que tienen los países
de la Amazonía y, obviamente, Brasil, Colombia, Perú, etcétera. Sin
embargo, los países están dando una gran batalla para controlar la
deforestación. En el caso de Colombia, con medidas que se han venido
implementando. La deforestación venía en aumento y se pudo reducir un 10
por ciento en el año 2018. Sin embargo, en el caso de Brasil, las
políticas de Bolsonaro son políticas que están directamente relacionadas
con el debilitamiento de las medidas de protección de la Amazonía,
empezando por la promoción de la minería, la promoción del cambio de uso
del trópico y de la foresta en esa zona, para agricultura. Y, además de
eso, el debilitamiento de los derechos de las comunidades indígenas y
las comunidades afrodescendientes representadas en los quilombolas.
Estas comunidades son centrales por su cultura, por la manera de
interaccionar con la naturaleza en la Amazonía, son centrales para la
protección de la Amazonía. Las políticas que está implementando el
Gobierno de Bolsonaro son políticas que son irresponsables frente al
compromiso que se tiene con la protección de la Amazonía, que es central
para poder combatir el cambio climático. Y allí, yo hago un llamado al
Gobierno de Estados Unidos para que le dé mayor prioridad a la
protección de los bosques, sobre todo de los bosques tropicales a nivel
global, pero aún mucho más a la Amazonía, para que se defina realmente
un marco de acompañamiento a los países de la Amazonía con asistencia
técnica y financiera para proteger precisamente ese ecosistema y, sobre
todo, que pueda mandar un mensaje claro al Gobierno brasileño de
Bolsonaro sobre la protección de ese ecosistema. No tengo muchas
esperanzas porque obviamente no creo que las cosas estén mucho mejor en
Estados Unidos. También veo que sus líderes están negando el cambio
climático.
AMY GOODMAN: Luis
Gilberto Murillo, ¿cuál cree que debe la respuesta a lo que está pasando
en Colombia? Háblenos del departamento del que usted fue gobernador en
dos ocasiones, el Chocó, una región con una población mayoritariamente
afrocolombiana. ¿Son estas las zonas más golpeadas?
LUIS GILBERTO MURILLO:
En el caso del departamento del Chocó hay retos supremamente
importantes en materia ambiental, en materia de implementación de los
acuerdos de paz en Colombia. En el departamento del Chocó, la gran
mayoría de la población afrodescendiente apoya la implementación de esos
acuerdos, tiene gran esperanza, porque hoy tenemos enormes desafíos en
materia ambiental, minería ilegal, extracción ilícita de madera, pero se
está haciendo un gran esfuerzo con las comunidades para poder proteger
estos ecosistemas. El año pasado, por ejemplo, y en los dos últimos años
consecutivos, ha disminuido la deforestación. Pero esta es una
población que tiene enormes carencias: pobreza extrema, exclusión
social, mucha desigualdad y, obviamente, los impactos del conflicto por
la presencia de grupos armados ilegales, las guerrillas del ELN
y, obviamente, los grupos de bandas criminales, Autodefensas
Gaitanistas. Y es uno de los departamentos con mayor impacto,
obviamente, por el conflicto, pero la gente no pierde la esperanza y son
esas semillas de esperanzas las que hay que seguir regando.
AMY GOODMAN: Luis
Gilberto Murillo, en lo que respecta a la Amazonía, en Colombia el
presidente Duque ha defendido el uso del herbicida de Monsanto Roundup
Ready para la destrucción de los cultivos de coca. En Estados Unidos
Roundup Ready está bajo un intenso ataque debido al gran número de
demandas judiciales entabladas por personas que están enfermando tras
usar este herbicida durante décadas. ¿Cuál es la situación en Colombia?
LUIS GILBERTO MURILLO:
El presidente Duque está equivocado en la intención de utilizar la
aspersión aérea para poder eliminar cultivos de coca. En primer lugar,
hay que atacar toda la cadena del tráfico de cocaína y de narcóticos. La
aspersión aérea tiene enormes impactos negativos sobre la salud de las
poblaciones en esas zonas, comunidades rurales, indígenas,
afrodescendientes, pero también tiene enormes impactos ambientales, y
estamos hablando de aspersión aérea en zonas de la Amazonía con una alta
biodiversidad. Colombia es el primer país en diversidad de aves. El
segundo país en diversidad de anfibios. Y así sucesivamente. Es el
segundo país en biodiversidad después de Brasil y, realmente, hacer
aspersión con Roundup en esa zona es realmente matar la naturaleza y
afectar a las poblaciones. Por eso, la Corte Constitucional prohibió el
uso de la aspersión aérea y en los acuerdos de paz se incluye una
provisión para que se puedan aplicar métodos de erradicación manual en
acuerdo con las comunidades. En el Gobierno anterior se firmaron cerca
de 100 mil acuerdos individuales de erradicación, se han erradicado
35.000 hectáreas con un factor muy importante, con una tasa de resiembra
de solo 0,6 por ciento, comparado con la fumigación, la aspersión
aérea, que es del 60 por ciento. Luego, entonces, la aspersión aérea no
es eficaz para eliminar los cultivos de coca y tiene enormes impactos
negativos como ustedes ya han sido testigos aquí en Estados Unidos con
los casos que hay por el caso de Roundup. Así que ese sería un enorme
error. E invitamos al Gobierno de Estados Unidos y a los líderes en este
país a que realmente abandonen esa idea de seguir asperjando en zonas
de la Amazonía en Colombia.
AMY GOODMAN: Finalmente, y
cambiando de tema, el domingo 28 de julio tratamos de contactarle sin
éxito, tal vez debido a lo que estaba pasando en París, donde Egan
Bernal, de 22 años, se ha convertido en el primer colombiano y el
ciclista más joven en ganar el Tour de Francia. Escuchémosle.
EGAN BERLAN: Es increíble. No sé qué decir. La verdad que, ya gané el Tour, pero aún sigo sin creerlo. Yo creo que necesito un par de días para asimilar esto.
Ese era Egan Bernal, según la BBC, su victoria se ha
celebrado especialmente entre los colombianos de origen más humilde,
muchos de lo cuales viven en las marginadas zonas de mayoría indígena de
los Andes colombianos. ¿Cuál es la importancia de esta victoria en el
Tour de Francia, la primera de un colombiano?
LUIS GILBERTO MURILLO:
Bueno, en primer lugar, todos estamos muy contentos. No lo podemos
creer —como lo dice Egan— semejante triunfo. Primero, tan joven, primera
vez que ganamos el Tour de Francia y, realmente, es un momento de
orgullo y es de orgullo porque proviene de nuestras comunidades,
comunidades que han sido afectadas por la exclusión, por las
dificultades, por la falta de oportunidades y él está mostrándole a las
nuevas generaciones que el único límite realmente es el firmamento y que
superando los obstáculos se puede llegar. Y es realmente un ejemplo, un
referente para nuestros niños y para nuestras niñas jóvenes de que sí
se pueden lograr este tipo de hazañas, como la que ha hecho Egan, y que
todos estamos muy contentos y realmente todavía seguimos celebrando.
AMY GOODMAN: Luis
Gilberto Murillo, gracias por estar con nosotros. Gobernador en dos
ocasiones del departamento del Chocó, un área de mayoría afrocolombiana,
y exministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de 2016 a 2018 durante
el mandato del presidente Santos. Gilberto Murillo es actualmente
investigador invitado en el Centro de Estudios Latinos y
Latinoamericanos en la American University. Esto es Democracy Now!, soy
Amy Goodman. Gracias por acompañarnos.
Producido por Clara Ibarra, Igor Moreno, Iván Hincapíe y Democracy Now!.
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