Bernie Sanders
Viento sur
En
su discurso del 12 de junio, en el Marvin Center de la Universidad de
Washington, sobre el socialismo democrático, el senador Bernie Sanders
se negó a aceptar la libertad como un valor de la derecha, y expuso
todas las formas en que el capitalismo limita la libertad de las y los
trabajadores ordinarios.
Esta última defensa del socialismo
democrático de Bernie Sanders fue un ataque frontal contra un gran
número de los clichés que sirven para gobernar la política
estadounidense. Su propio título, "How Democratic Socialism Is the Only
Way to Defeat Oligarchy and Authoritarianism” [Cómo el socialismo
democrático es la única manera de derrotar la oligarquía y el
autoritarismo], ha suscitado la incomprensión y la risa de sus
principales competidores demócratas[1].
El senador por Colorado Michael Bennet, una de las muchas mediocridades
nebulosas que invaden el campo democrático [24 candidatos/as], le dijo a
un reportero: "Ni siquiera creo que el pueblo estadounidense sepa lo
que significa eso...", "Nadie en mi municipio habla de socialismo
democrático contra la oligarquía y el autoritarismo".
Aunque
siempre es instructivo ver a un político hablar sobre lo que sus
electores no comprenden, Bennet habría hecho bien yendo más allá del
título del discurso de Sanders y escuchar su contenido real. La mayor
parte de la charla se centró en temas que la mayor parte de su
electorado entiende demasiado bien: el endeudamiento por los cuidados,
el aumento vertiginoso del coste de la vivienda, el exceso de trabajo y
los empleos que literalmente roban la vida de los pobres.
Sin
embargo, lo más notable en el discurso de Sanders sobre estas
cuestiones, es cómo las planteó. Todas estas injusticias del
capitalismo, argumentó, son ataques a la libertad de las personas.
Durante
mucho tiempo, la libertad parecía ser el territorio ideológico de la
derecha. La famosa defensa del capitalismo de Milton Friedman se llamó Capitalismo y libertad [Ed.
Rialp, 1966, ndt]. Y en la izquierda, muchos han contribuido a ello,
rechazando la autonomía, las elecciones y la libertad como "valores
burgueses", incompatibles con el socialismo.
El resultado de todo
ello era una postura necesariamente defensiva. En lugar de argumentar
que el capitalismo estaba violando los valores de la gente, demasiada
gente de la izquierda argumentaba que las personas deberían tener
valores diferentes. Como era de esperar, se convencía a poca gente.
En su discurso, Sanders adoptó un enfoque opuesto, planteando las siguientes cuestiones:
- ¿Eres realmente libre si no puedes ir al médico cuando estás enfermo, o si te enfrentas a una quiebra financiera cuando sales del hospital?
- ¿Eres realmente libre si no puedes pagar las medicinas recetadas que necesitas para seguir viviendo?
- ¿Eres realmente libre cuando gastas la mitad de tus limitados ingresos en vivienda y te ves obligado a pedir dinero prestado a una agencia de crédito (según tu salario) a una tasa de interés del 200%?
- ¿Eres realmente libre si tienes setenta años y te ves obligado a trabajar porque no tienes una pensión o no tienes suficiente dinero para jubilarte?
- ¿Eres realmente libre si no puedes ir a la universidad o a una escuela de formación profesional porque tu familia no tiene los ingresos necesarios?
- ¿Eres realmente libre si te obligan a trabajar sesenta u ochenta horas a la semana porque no puedes encontrar un trabajo que pague un salario digno?
- ¿Eres realmente libre si eres madre o padre con un recién nacido, pero estás obligado a volver a trabajar inmediatamente después del nacimiento porque no tienes un permiso familiar pagado?
- ¿Eres realmente libre si eres propietario de una pequeña empresa o agricultor familiar que tiene que cerrar por las prácticas monopólicas de las grandes empresas?
- ¿Eres realmente libre si eres un veterano que arriesgó su vida para defender este país y ahora estás durmiendo en la calle?[2]
Con todo esto, Sanders ha abordado uno de los principales dogmas del capitalismo contemporáneo: que aumente la libertad.
La
mayoría de los estadounidenses, sin embargo, no lo viven de esta
manera. La deuda acumulada como resultado de los préstamos para estudios
no es sinónimo de libertad. La pérdida del seguro de enfermedad porque
cambió de trabajo no lo es. El racionamiento de la insulina porque es
demasiado cara no es lo que la mayoría de las personas piensa cuando
piensan en la libertad. Lejos del capitalismo, la libertad es un valor
que para la mayoría de nosotros nunca se realizará.
El énfasis de
Sanders en la libertad como valor socialista es también lo que le
permite conectar las muchas manifestaciones de las diferentes patologías
del capitalismo. Cuando habla del surgimiento de líderes autoritarios
como Viktor Orbán y Jair Bolsonaro, no los presenta como populistas
poco liberales, sino más bien como manifestaciones diferentes de la
misma amenaza a la libertad representada por el 1% en Estados Unidos.
Cuando aplaude a las mujeres que luchan por el derecho al aborto y a los
inmigrantes que luchan contra la máquina de deportación y detención,
elogia sus luchas en varios frentes con el objetivo de ampliar las
libertades de las personas.
Sanders se niega a estar a la
defensiva en su defensa del socialismo democrático. Los opositores
capitalistas de Sanders lo ven como su principal debilidad. Pero
confiando haber encontrado ahí el punto su punto débil, no comprendren
que es Sanders quien ha encontrado el punto débil de ellos.
Paul Heideman ha realizado un doctorado en Estudios Americanos en la Universidad Rutgers (Newark, NJ).
Traducción: Viento sur
Notas:
[1]
Los dos primeros debates televisados para las primarias demócratas
tendrán lugar el 26 y 27 de junio en Miami. De los 24 candidatos
nominados para la nominación demócrata, Bernie Sanders se encuentra
constantemente en el trío de cabeza de las encuestas: detrás del
ex-vicepresidente Joe Biden y poco antes de la senadora Elizabeth Warren
de Massachusetts. (Redacción A l’Encontre)
[2]
También ha añadido: "Hoy en día, propongo completar el trabajo
inacabado de Franklin Roosevelt y el Partido Demócrata, haciendo valer
una declaración de los derechos económicos del siglo XXI. Ello significa
el derecho a un trabajo con un salario decente; el derecho a la
seguridad social; el derecho a una educación de calidad; el derecho a
una vivienda asequible; el derecho a un medio ambiente limpio; y el
derecho a una jubilación garantizada. (Redacción A l’Encontre)
Fuente: http://vientosur.info/spip.php?article14943
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