Crece temor de que trump se niegue a dejar el poder
Michael Cohen ingresa a una cárcel de baja seguridad;
aún hay mucho qué contar, afirma el ex abogado personal del jefe de la Casa Blanca
▲ El presidente estadunidense, Donald Trump, ayer en el Jardín de las
Rosas de la Casa Blanca, en Washington, durante la presentación del
trofeo del comandante en jefe al equipo de futbol de West Point.
Nueva York. La incesante disputa entre la Casa Blanca y
la oposición demócrata se expresó este lunes en el inicio de un proceso
de desacato contra el procurador general en el Congreso, un jaloneo
sobre la presentación o no del fiscal especial ante el Legislativo,
cientos de ex fiscales y funcionarios de justicia que declaran que el
presidente debe ser acusado del delito mayor de obstrucción de justicia
y, por si fuera poco, temores de que Donald Trump podría interrumpir el
orden constitucional al negarse a dejar el poder.
El Comité Judicial de la Cámara de Representantes anunció este lunes
que está por empezar un procedimiento por desacato contra el procurador
general William Barr esta semana, debido a que no cumplió la orden
legislativa de presentar una versión no censurada del informe del fiscal
especial Robert Mueller sobre la pesquisa por colusión con los rusos de
la campaña electoral de Trump (lo cual descartó) e incidentes de
posible obstrucción de la justicia del presidente (por lo menos 10, que
concluyen que no podía
exoneraral gobernante y dejó la determinación final en manos del Congreso).
Jerrold Nadler, representante demócrata y presidente del Comité
Judicial, argumentó que se requiere evaluar el informe completo, ya que
aun con la versión censurada hay
preocupante evidenciade que Trump cometió
obstrucción de la justicia a los más altos niveles.
Si no hay una negociación sobre tel tema antes del miércoles, el
comité votará si envía la resolución al pleno de la Cámara de
Representantes para aprobar el procedimiento de desacato.
El conflicto con Barr se intensificó la semana pasada, cuando se negó
a comparecer ante el Comité Judicial, mientras Nancy Pelosi, presidenta
de la cámara baja y la demócrata más poderosa del país, acusó que el
procurador mintió sobre sus comunicaciones con el fiscal especial, lo
cual calificó de
crimen.
En torno a esta disputa, este lunes más de 450 ex fiscales federales
–nombrados por presidentes de ambos partidos– firmaron una declaración
pública en la cual afirman que si no fuera por un reglamento (o sea, no
es ley) del Departamento de Justicia que establece que ningún presidente
en funciones puede ser acusado formalmente de un delito, Trump
enfrentaría cargos por cometer múltiples casos de obstrucción de la
justicia, según la evidencia presentada en el informe de Mueller.
Vale recordar que la obstrucción de justicia ha sido la base para procesos de impeachment contra dos presidentes en los últimos 50 años, Richard Nixon y Bill Clinton.
Trump, por su parte, repitió falsamente que ha sido plenamente
exonerado por el informe Mueller y denunció de nuevo que la
investigación fue encabezada por
18fiscales
demócratasanti-Trump (otra falsedad, incluido el hecho de que Mueller es republicano), y que todos los delitos son del lado demócrata.
En otro frente en la disputa eterna entre Trump y los demócratas, la
tarde de este lunes el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, informó que
no entregará las declaraciones de impuestos de Trump –que desde que
estaba en campaña ha rehusado hacer públicas– solicitadas por el
Congreso, lo cual también se espera generará otra batalla ante
tribunales.
Mientras, Michael Cohen, ex abogado personal de Trump, ingresó este
lunes a una prisión de baja seguridad para iniciar su condena de tres
años por evasión de impuestos, mentir al Congreso y violar las leyes de
financiamiento de campaña. Abandonado por su ex jefe, Cohen se volvió
testigo cooperante en investigaciones contra Trump, y antes de ser
encarcelado declaró que
aún hay mucho por contary aseguró que esperaba
compartir la verdadpronto. Es el tercer asesor de Trump en estar en una celda, y se esperan más.
Trump sigue insinuando que está contemplando extender su primer
mandato argumentando –en un tuit del domingo– que “a pesar del tremendo
éxito que he tenido como presidente, incluyendo los dos años más
exitosos de cualquier presidente en la historia, ellos (en referencia a
los investigadores sobre su posible colusión con Rusia) han robado dos
años de mi (nuestra) presidencia…. La cacería de brujas se acabó, pero
nunca olvidaremos”.
No es la primera vez que juega con ignorar los límites
constitucionales sobre su mandato, o que ha puesto en duda si respetará
los resultados electorales.
Pelosi, la líder demócrata, advirtió el domingo que su partido tendrá
que ganar los comicios presidenciales de 2020 con un amplio margen, ya
que está preocupada de que Trump se niegue a dejar el poder si hay una
diferencia apretada en el voto. Cohen declaró en febrero que parte de su
justificación de voltearse contra su jefe era:
temo que si pierde la elección en 2020, nunca habrá una transición pacífica del poder.
Pero tal vez lo más alarmante de todo es que, según la encuesta más
reciente de Gallup, Trump ahora goza de su nivel más alto de aprobación
(46 por ciento) desde que llegó a la Casa Blanca.
Foto Ap
David Brooks
Corresponsal, Periódico La Jornada
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