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La Comisión Económica
para América Latina y el Caribe (CEPAL) presentó el pasado lunes al
gobierno de México su propuesta para el "Plan de Desarrollo Integral El
Salvador-Guatemala-Honduras- México", iniciativa que busca atender
las causas de origen de la migración y pone en el centro de su agenda
los derechos humanos de los migrantes.
En la actualidad y a
nivel internacional se estima que hay 244 millones de migrantes, de los
cuales casi la mitad son mujeres. Los y las migrantes contribuyen al
bienestar económico y social de las sociedades, tanto de los países
anfitriones como de los países origen.
El dinero que las y los
migrantes envían a sus casas también denominados remesas, puede mejorar
los medios de vida de millones de personas. Sin embargo, el diagnóstico
de la CEPAL señala que las remesas, a pesar de que son elemento clave en
el ingreso familiar, no constituyen un factor detonante para un cambio
de paradigma de desarrollo.
Aunque las mujeres constituyen el
44,3 por ciento del total de 150 millones de trabajadores migrantes que
se calcula que hay en todo el mundo, representan un porcentaje mucho
mayor del total de trabajadores domésticos migrantes, en concreto, el
73,4. Al permitir mayores flujos migratorios, Estados Unidos, crecería
0,33 por ciento más al año y al restringirlos el crecimiento se
reduciría un 0,27.
Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la
CEPAL, destacó que trataron de entender por qué la gente tiene que
migrar de sus países y halló cinco causas estructurales: el lento
crecimiento económico de los países junto con la grave desigualdad que
genera, el alto crecimiento demográfico, el aumento de la frecuencia de
las sequías e inundaciones, la falta de empleo, el crecimiento de la
pobreza y el aumento de la violencia.
Para responder a estas
causas, el programa plantea 30 recomendaciones basadas en cuatro
pilares: desarrollo económico, bienestar social, sostenibilidad
ambiental y gestión de la migración garantizando la seguridad humana.
Durante la presentación del Plan de Desarrollo, Alicia Bárcena, señaló
que el programa es resultado del mandato que la CEPAL recibió el 1 de
diciembre de 2018 de parte de los presidentes de El Salvador, Guatemala,
Honduras y México para elaborar un plan con recomendaciones y avanzar
hacia un nuevo estilo de desarrollo generando una nueva mirada sobre la
complejidad de los procesos migratorios.
La frontera sur de
México es una región que históricamente ha recibido importantes
contingentes de población migrante de transito irregular, que procede en
su mayor parte de Guatemala, Honduras y El Salvador, y está compuesto
por personas que viajan solas o en grupos, entre los cuales las mujeres
han tenido una participación relevante, pues representan entre 15 y 20
por ciento del flujo total, según datos del Consejo Nacional de
Población de 2010.
La Secretaria Ejecutiva de la CEPAL ha
declarado que el derecho al desarrollo en el lugar de origen es la
solución para que la migración sea una opción y no una obligación. En
este contexto destacan las propuestas de Bienestar Social para lograr la
igualdad, como son Universalizar la educación segura hasta secundaria
especialmente en zonas de alta violencia: proyecto para retener a
500.000 niñas, niños y jóvenes.
Igualmente, otorgar becas
académicas y de sustento para la educación vocacional y técnica;
promover movilidad laboral con organizaciones de empleadores y
trabajadores, y cerrar brechas salariales y de ingreso laboral entre
hombre y mujeres.
Implementar un sistema público de cuidados
con prioridad hacia la primera infancia, niños, niñas y adolescentes y
adultos mayores. Cerrar asimetrías de bienestar de los pueblos indígenas
en el marco de sus derechos, así como garantizar la seguridad
alimentaria y nutricional, rural y urbana.
Que prevalezcan los Derechos Humanos de las y los migrantes
De
acuerdo con los datos recabados por el Instituto de las Mujeres en
Migración A.C., los riesgos a los que se enfrentan las mujeres
centroamericanas al migrar por México de forma irregular son: la
extorsión, abandono por parte del "coyote o pollero", accidentes,
violencia física y sexual, detención arbitraria, secuestro, tráfico y
trata de personas, trabajo forzado y puede llegar hasta a la muerte.
Las migrantes centroamericanas que transitan de forma irregular por
México tienen en promedio 27 años; 46 por ciento de las mujeres
centroamericanas repatriadas desde México contaba con al menos un grado
de secundaria terminada.
Siete de cada 10 mujeres realizaron su
viaje en compañía; 52 por ciento contrató a un "coyote o pollero" para
realizar el viaje a través de México. Nueve de cada 10 mujeres
centroamericanas utilizaron un autobús para realizar una parte de su
viaje por México. En 2013, residían en EE.UU. 1.5 millones de
centroamericanas.
En las medidas del plan referente a la
gestión del ciclo migratorio proponen que prevalezcan los derechos
humanos de migrantes y refugiadas, durante todo el ciclo migratorio que
consiste en origen, tránsito, destino y retorno.
Así como se
incorpore el principio de no discriminación, y que se propongan
políticas para atender personas desplazadas por violencia y desastres.
Asimismo, se destaca que lo novedoso del programa es que busca
construir un espacio de desarrollo entre El Salvador, Guatemala,
Honduras y México, integra movilidad humana a un desarrollo con igualdad
y sostenibilidad, y adopta el enfoque de seguridad humana como
seguridad de empleo, ingresos, educación, protección social y medios de
vida.
Esta iniciativa es a la fecha, el esfuerzo más integral a
escala mundial para dar cumplimiento al pacto de Marrakech, que es el
pacto mundial sobre una migración segura, ordenada y regular.
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