A propósito de las elecciones en Guatemala
El financiamiento
ilícito a los partidos políticos y la existencia de líderes políticos
corruptos, que se han enriquecido con los recursos del pueblo, es de
larga data en nuestro país. Lo que sale a luz pública en el año 2015,
cuando la CICIG lo saca a luz pública, es un “cáncer” que ha matado
paulatinamente las esperanzas de un país que padece de subdesarrollo por
la ambición de un pequeño grupo, que se ha atrincherado dentro de la
estructura del Estado y han hecho de la república no un espacio para
todos, sino solo para ellos, es por eso que don Severo Martínez Peláez
le llamo “La Patria del Criollo”.
Aunque los pueblos por su
parte, han construido espacios de lucha para hacer retroceder un poco
estas ambiciones, que no han sido tormentas revolucionarias, sino solo
momentos como de inflexión política, que en determinados momentos ha
servido para dignificar a un pueblo indomable, que trata por todos los
medios encontrar el camino para su libertad, esto no ha sido lo
suficiente, porque siempre en mesas de diálogo, dejar propuestas al
gobierno de turno o crear un nuevo partido político, que dicho sea de
paso, termina en las manos de las huestes del crimen y de la
corrupción.
Al decir que la corrupción, la impunidad, el
financiamiento ilícito es de larga data en el país, nos obliga a
recordar los tiempos oscuros en Guatemala. Como la forma más mezquina de
cómo financiaban su campaña los partidos vinculados a la extrema
derecha (MLN, PID, CAO, CAN, DCG, PNR, FUN, entre otros), en los años
subsiguientes a la contrarrevolución de Arbenz, hasta que se redactó la
actual carta magna. Solo basta leer las notas de prensa de ese tiempo. Los
partidos lo hacían, secuestrando a rivales cercanos o a familiares de
las elites económicas, para luego pedir un rescate a cambio de liberar a
la víctima y con esto recibir una cantidad de dinero, que regularmente
era en dólares para el financiamiento del partido. En otros
momentos, casi llegando a un nivel de extorsión, pedían o exigían dinero
a empresarios y finqueros, a cambio de prometerles seguridad y libertad
para seguir usurpando las tierras a los campesinos e indígenas. Por eso
es que se volvió costumbre, que unos meses antes de la convocatoria a
la campaña electoral, aumentaba el número de secuestros y durante la
guerra aprovechándose de la conflictividad, se argumentaba que estos
hechos los realizaba el movimiento guerrillero.
Sumado a esto,
estuvieron los fraudes electorales. Uno de ellos, el más famoso y
controversial, fue cuando el General Kjell Eugenio Laugerud García,
llega a la presidencia, cuando en realidad quien había ganado las
elecciones fue el General Efraín Ríos Montt. También, recordar el caso
de Angel Anibal Guevara, quien había ganado las elecciones en 1982, pero
no pudo tomar posesión, primero porque en la noche de las elecciones,
se argumentaba fraude electoral, posteriormente el 23 de marzo de ese
mismo año, el general Ríos Montt, da el golpe de Estado a Romeo Lucas
García (1).
Hechos como estos, marcaron la vida electoral de
todos los guatemaltecos. Han sido pocas las elecciones, vistas como
verdaderas fiestas cívicas. La gran mayoría, fueron siempre turbulentas y
llena de contradicciones, algunas por fraudes, otras porque se
realizaron en medio de la guerra interna y la gente era desaparecida en
las colas en el momento del voto, otras porque unos meses antes habían
secuestros para financiar la campaña y ahora por el nivel de cooptación
que han sufrido los partidos políticos por el crimen organizado y el
nivel de impunidad que reina en todas las instituciones de justicia, por
lo que se resuelven casos a conveniencia e intereses de los grupos de
poder y no haciendo una justicia justa, valga la redundancia.
Dentro de todo este escenario político, denominado “vuelta a la
democracia”, ha habido muchos momentos que marcaron la esperanza de los
pueblos por alcanzar el camino para su liberación. La revolución de
1944, el levantamiento armado de 1960, la rearticulación de los
movimiento guerrillero en 1972, la firma de la paz, la toma de las
plazas del 2015. Estos momentos históricos, y las constantes
movilizaciones de campesinos, indígenas, estudiantes y mujeres (entre
otros) para tratar de construir un sistema de vida y de justicia social,
fueron siempre importantes para levantar el ánimo y motivar la
rebeldía de los pueblos.
El escenario actual, es producto de
las movilizaciones ciudadanas del 2015 contra la corrupción y la
impunidad. Este evento, que fue a nivel nacional, no han dado los frutos
que se esperaban, primero por la frase “no te toca”, se terminó votando
por un persona, que pasó cuatro años no gobernando, sino defendiéndose
de todo, en vez de demostrar que realmente tenía la capacidad que
requiere ser jefe de Estado. Y ahora estamos en el proceso de otro
evento electoral, en donde encontramos una institucionalidad electoral,
que no dio la talla que requerían las reformas a la Ley Electoral y de
Partidos Políticos, al contrario se contaminó de vicios de toda índole,
hasta generar una incertidumbre política y profundizar la indiferencia
ciudadana para ir a votar y por eso el 16 de junio se elegirá a un nuevo
o una nueva corrupta, y que acrecentará la impunidad, como lo han
demostrado todos los candidatos partidos, al ampararse en leyes que
fueron creadas para otros delitos y no para los delitos electorales,
así evadiendo la justicia a todo nivel.
Lo que está pasando hoy
en este proceso electoral, para los pueblos no es nada nuevo. No nos
sorprende, porque este Estado siempre estuvo capturado por el crimen
organizado o más bien dicho, este Estado fue creado por el Crimen
organizado, desde la fundación de la primera ciudad de Guatemala, por
los hermanos Alvarado hasta hoy. Hoy los grupos criminales conformados
por una mezcla de extranjeros y guatemaltecos, de ricos y de clases
media, ladinos e indígenas, católicos, evangélicos, masones y ateos,
académicos o no, están pudriendo todo el país. En todos los barrios,
incluso hasta en la aldea más lejana, hay personas vinculadas con el
crimen organizado, unos como sicarios, otros como cargadores, mulas,
choferes, orejas, muchos de ellos son COCODES, alcaldes auxiliares,
maestros, promotores de salud, etc, incluso algunos pudieran presentarse
como defensores de derechos humanos, como algunos que se están
postulando a cargos públicos.
Los dueños del crimen organizado
saben muy bien, que para mantener el control del país, es necesario
tener el control de los poderes del Estado. Por eso, es que pueden hacer
que sus candidatos, se den el lujo de utilizar leyes como la de
feminicidio, para evitar que se critique a su candidata (Sandra Torres).
Apelan a la Comisión Interamericana, cuando quieren defender sus
“derechos” (Zuri Rios). Invocan el nombre de sus “Dios”, cuando hacen
campaña electoral. Visten el traje indígena para atraer el voto de los
pueblos indígenas. Algunos son miembros de grupos religiosos, para
convencer a los feligreses. Utilizar un sin número de jóvenes en los
listados a diputados y concejos municipales, para convencer que son la
cara nueva de la política.
Los dirigentes políticos de la
mayoría de partidos políticos, no son diferentes al crimen organizado,
ellos mismos son el crimen organizado. Ahora cuesta hacer la diferencia
entre quien es el financista y quien es el financiado. Exalcaldes o
alcaldes actuales que dejaran el puesto el próximo año, están
financiando a personas que se están postulando a cargos en estas
elecciones (2). Como es delito que el partido utilice recursos del
crimen organizado, ahora lo están dando a personas que ellos han elegido
para que les abra las puertas del congreso, de la corte suprema de
justicia, del ejecutivo, de las municipalidad el próximo año.
Como lo afirma el sociólogo Hector Rosada; “los partidos son coyotes de
la misma loma” y por eso hasta ahora no sabemos “que tipo de porquería
nos va a tocar” (3). Por eso, es que algunas expresiones organizativas
de Guatemala, afirman: “rechazamos la postulación de candidatos y
candidatas con procesos judiciales en su contra, defensoras del
genocidio y la violencia de muerte que golpeó nuestros pueblos;
narcotraficantes, corruptos, militares genocidas y otras candidaturas
nefastas que evidencian la podredumbre y el desmoronamiento de un
sistema de partidos políticos que no se puede calificar de democrático y
al que es necesario transformar desde la raíz, para que sea realidad el
postulado que el Poder proviene del Pueblo” (4). Comunidades indígenas,
como la Colonia Mártires Poqomchi de Pantup, de San Cristóbal Verapaz,
afirma; en una valla, que la comunidad “no solapa a politiqueros
inescrupulosos”.
En este sentido, estando a un mes de las
elecciones y cuando ya todo tiene un mal olor. Con el nivel de
corrupción e impunidad en la que se encuentra la institucionalidad del
Estado. El modelo clientelar y empresarial de partidos políticos que
tenemos. Y de los cientos de candidatos y candidatas que se postulan
para optar al cargo de Presidente, Vicepresidente, diputados, alcaldes,
que ni haciendo un licuado sacaríamos lo mejor. Entonces la pregunta que
nos queda; ¿Cuál es el futuro que nos espera”.
Este
momento histórico-político en el que estamos, merece la pena que hagamos
reflexiones serias y se tomen acciones concretas, porque así como está
quedando el listado político, nos espera años difíciles. Estamos ante
años de mucho terror. Lo poco que hemos avanzado después de la firma de
paz, en materia de derechos humanos y derechos de pueblos indígenas, de
mujeres, de la diversidad sexual, de jóvenes, de niños, se pueden venir
para abajo. No solo debemos de ponerle atención a la violencia, sino
también a la seguridad social, el problema de la tierra y el territorio,
el sistema económico, el sistema de educación y salud, el sistema
político. Es decir, se tiene que desarrollar un marco de reflexión de
toda la vida del país, para que tal vez así, podamos avanzar hacia la
construcción de una nueva República, un Nuevo Estado y una Nueva Nación.
Y eso no se logra poniéndole corazón solo a las elecciones, se logra
pensando que el país es mucho más que eso.
Notas:
(1) http://www.prensalibre.com/hemeroteca/militar-gana-las-elecciones-en-1982/, visto ultima vez el 25 de abril 2019.
(2) Estos hechos están pasando en todo el país. Sobre todo en
municipios donde el alcalde actual y diputados departamental son aliados
del crimen organizado. Situación de la que no son ajenos los nuevos
partidos políticos (Semilla y MLP).
(3) http://www.prensalibre.com/guatemala/politica/hector-rosada-todos-los-partidos-son-coyotes-de-la- misma-loma/, visto ultima vez el 14 de mayo de 2019.
(4) Manifiesto de la Marcha de la Dignidad por la Vida y la Justicia, Ixim Ulew 5 Q’anil, Guatemala 8 de mayo de 2019.
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