Bajo la lupa
Alfredo Jalife-Rahme
La Jornada
Almuerzo de tropas estadunidenses, encabezadas por Joseph Dunford, presidente del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, a la derecha, y militares a cargo del general Song Puxuan, a la izquierda, en Haichung, China, el 16 de agosto pasadoFoto Ap
Un reciente estudio del Pentágono concluyó que el orden mundial apuntalado por EU y establecido después de la Segunda Guerra Mundial se está desgajando y se encuentra al borde del
colapso, lo cual le lleva a perder su
primacíaen los asuntos globales (https://goo.gl/w7rQco).
Para mantener su
acceso global a las materias primas, el Pentágono exhorta a que EU deba tener una expansión masiva de su complejo militar-industrial.
El estudio se basó en una investigación de un año en consulta con las principales agencias del Departamento de Defensa y el Ejército de EU. No son menores los participantes del estudio: Instituto de Estudios Estratégicos de la Escuela de Guerra del Ejército de EU con evaluación de la política de planeación del Pentágono.
Pese a constituir un
gigante (sic) militar, político y económicoa escala global, EU
ya no goza más de una inexpugnable posición frente a los estados competidores.
El connotado académico e investigador británico Nafeez Ahmed, de Insurge Intelligence, escudriña en la
primera parte de una serieel estrujante estudio (https://goo.gl/hwVCau).
Ahmed juzga que la “solución propuesta para proteger el poder de EU en este nuevo ambiente ‘postprimacía’ es más de lo mismo: más vigilancia ( surveillance), propaganda (‘manipulación estratégica de las percepciones’) y expansionismo militar” para manipular la opinión popular con el fin de asegurar el acceso a regiones estratégicas, mercados y recursos.
El mundo se encuentra en una nueva fase de transformación con el poder de EU en declive, el orden internacional hecho añicos y la
autoridad de los gobiernos desmoronándose por doquier.
Una de las características definitorias de la
postprimacíaes la
resistencia a la autoridadcon eventos del estilo de la
Primavera Árabeque estallarán en todo el mundo y no sólo en Medio Oriente, lo cual
socavará potencialmente la confianza en los gobiernos en el poder en un futuro previsible. Ni EU se salvará en su interior de la inestabilidad civil
populista.
Resaltan el espionaje masivo y la guerra sicológica para combatir la
amenaza de la informaciónmediante los cuales EU supera a sus competidores con
el más extenso y sofisticado complejo de espionaje integrado del mundoy que combinado con su
presencia militar de avanzada y su proyección de poder, coloca a EU en una
envidiable posición de fuerzadonde
su opinión pública y su percepción se convertirán cada vez más en campos de batalla.
El Pentágono considera el peligro de la superpotencias rivales como Rusia y China que se han convertido velozmente en
amenazas crecientes a los intereses de EU.
Ahmed arguye que el
estudio describe la naturaleza esencialmente imperialdel orden y dominio impuesto por EU 20 años después de la caída de la URSS, no se diga con las
reglas de su orden globalque
EU construyó y sostuvo durante siete décadas.
Pese a todo, el poder de EU se ha debilitado a grado tal que no puede siquiera
generar automáticamente una superioridad consistente y sostenida a nivel local.
También es cierto que “la fractura del sistema global de la posguerra fría –con estados bajo enorme presión endógena y exógena– está acompañada por el desgajamiento interno de la fábrica política, social, económica de prácticamente todos los estados”.
Depende de qué
estadosse trate y, sin desear hacer la apología de lo que la propaganda negra de
Occidentecataloga como regímenes autoritarios, pues Rusia y China –sin contar la vibrante democracia de India– constituyen dos
fractalesen medio del desorden global que pudieran servir como
atractivoscon sus características singulares.
Para el Pentágono, Rusia y China son descritas como
fuertes revisionistasque se benefician del orden internacional dominado por EU, pero que
se atreven a buscar una nueva distribución del poder y autoridad en proporción a su defensa, como rivales legítimos del dominio de EU.
Rusia y China, según el Pentágono,
están comprometidas en un programa deliberado para demostrar los límites de la autoridad, voluntad, alcance, influencia e impacto de EU.
Así que todo lo que no sea
favorablea los intereses de EU y sus aliados (Nota: habría que definir quiénes son ahora sus
aliados) es desechable. Pero sucede que ni Rusia ni China están dispuestos a tolerar más el caduco orden unipolar y se han manifestado por un mundo multipolar de poderes policéntricos.
Ahora resulta que la búsqueda de los legítimos intereses nacionales de Rusia y China son percibidos por el Pentágono como saboteadores del
dominio de EU.
A juicio del Pentágono,
una perspectiva más maximalista (sic) contempla a Rusia y a China consiguiendo ventajas a expensas directas de EU y sus principales aliados occidentales y asiáticos.
Ahmed alega que
lo más conspicuo de todo es que existe poca sustanciación en el documento de cómo Rusia y China constituyen una amenaza significativa a la seguridad de EU.
En efecto, ni Rusia ni China asedian, rodean, ni provocan guerras geoeconómicas, geofinancieras ni imponen sanciones estrafalarias, ni poseen bases militares en la periferia de EU (https://goo.gl/98FkWY). ¡Todo lo contrario a lo que propala la sucia propaganda israelí-anglosajona!
Según el Pentágono, Rusia y China no agreden en forma directa a EU, sino que usan las técnicas
de zonas grisescon
medios y métodos que no llegan a una provocación y conflictos abiertos.
Una parte destacada del documento versa sobre cómo EU
está perdiendo la guerra de propaganda, ya que la
hiper-conectividad, militarización de la información, desinformación y descontento desembocan en una descontrolada difusión de la informaciónque obliga al Pentágono a confrontar la
inevitable (¡supersic!) eliminación del secreto y la seguridad operativa. ¡El
Síndrome Televisacon espionaje del Mossad!
La revolución tecnológica de la información conlleva a la “desintegración generalizada de las estructuras tradicionales de autoridad, alimentada y/o acelerada por la hiperconectividad y la obvia desafección y el fracaso potencial del statu quo de la posguerra fría”, según el Pentágono.
Como si EU todavía jugara solo en el caduco orden unipolar, el Pentágono contempla su única opción: expandir la supremacía militar, por lo que deberá tener
acceso sin restricciones al aire, mar, espacio, ciberespacio y el espectro electromagnético, y
deberá retener la habilidad de acceso físico en cualquier región que desee y cuando quiera, según Ahmed.
EU anhela ser capaz de
moldear un favorable y remodelado orden internacional de la postprimacía, donde abunda su
narcisismo, a juicio de Ahmed.
Ahmed aduce que los crecientes riesgos al poder de EU no han venido de fuera, sino de la forma en que su poder ha operado, mediante sus vilipendiadas trasnacionales, han contribuido en el caos global.
A mi juicio, se trata más bien de un autismo geoestratégico que no toma en cuenta que hoy tiene que ajustarse y armonizarse en el nuevo orden tripolar con Rusia y China.
Quien sembró vientos durante 70 años, hoy cosecha sus tempestades.
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