En septiembre, lanzamiento de Fuerza Alternativa Revolucionaria de Colombia
El conflicto no termina; quedan activos unos 450 guerrilleros disidentes y el ELN
En mangas de camisa, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos,
asistió ayer a la última fase de la dejación de armas de las FARC, gesto
que marca el fin definitivo del conflicto armado con ese grupo, que
dejó más de 7 millones de víctimas entre muertos, desaparecidos y
desplazados, en más de 50 años
Colombia dio por terminado, de manera definitiva, medio siglo de
conflicto con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC),
que fue el mayor grupo guerrillero del continente. Los rebeldes
concluyeron este martes su desarme y ahora pasarán a ser un partido de
izquierda.
Con esta dejación de armas el conflicto realmente termina y comienza una nueva fase en la vida de nuestra nación, declaró el presidente Juan Manuel Santos. El mandatario y varios jefes del hasta hoy movimiento guerrillero asistieron a la salida del último cargamento con armas entregadas a una misión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para su fundición.
El emotivo acto se llevó a cabo en Pondores, en la Costa Caribe, una
de las 26 zonas donde se concentraron desde diciembre los rebeldes para
el desarme, tras firmar la paz en noviembre.
Santos, quien asistió en mangas de camisa y con sombrero, puso
candado al contenedor con los últimos fusiles que recibió la misión de
la ONU. Fue el gesto con el que selló la prolongada lucha que dejó casi
7.5 millones de víctimas entre muertos, desaparecidos y desplazados.
Jean Arnauld, jefe de la misión de la ONU en Colombia, presente en el acto, destacó el
proceso exhaustivode desarme. Los observadores internacionales recibieron 8 mil 111 armas de manos de casi 7 mil combatientes, y ya incineraron más de un millón de cartuchos, de acuerdo con Arnauld.
Además, han ubicado 510 de los 873 escondites con armamento que
tenían las FARC, donde han recolectado 795 armas, 22 toneladas de
explosivos, 3 mil 957 granadas y mil 846 minas antipersonales.
Hoy, en efecto, desaparecen oficialmente las FARC como grupo armado; ahora son ciudadanos colombianos sin armas ... Seguirán haciendo proselitismo político, pero sin violencia, destacó Santos.
Iván Márquez, uno de los líderes del ya desaparecido movimiento
armado, ratificó que en adelante las FARC se dedicarán a la lucha
política legal.
Dentro de poco estaremos realizando el congreso fundacional del nuevo partido político, que seguramente se llamará Fuerza Alternativa Revolucionaria de Colombia, anticipó.
El lanzamiento está previsto para el primero de septiembre en Bogotá,
en el que los delegados deberán formalizar el nombre de la nueva
agrupación política.
No queremos romper con nuestro pasado. Hemos sido y seguiremos siendo una organización revolucionaria, señaló Márquez.
El grupo que fracasó en su intento de tomar el poder durante
medio siglo inicia así una nueva etapa después de negociar y sellar la
paz al cabo de cuatro años de negociaciones en Cuba.
Sin embargo, con el adiós a las armas de las FARC no termina el
conflicto en Colombia. Aún quedan activos unos 450 disidentes de ese
grupo, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) –grupo guerrillero más
pequeño con el que se intenta sellar la paz– y bandas dedicadas al
narcotráfico de origen paramilitar.
Por lo pronto, los ex combatientes comenzarán su vida civil en las 26 zonas de desarme, que pasarán a ser conocidas como
espacios territoriales de capacitación y reincorporacióny estarán bajo vigilancia de las fuerzas armadas.
Nuestra apuesta es que la inmensa mayoría, a partir de que logremos generar proyectos colectivos económicos, permanezca en esas zonas e incluso lleguen familias a vivir ahí, dijo recientemente Carlos Antonio Lozada, otro dirigente de las FARC.
La organización entregó también el listado definitivo de bienes para
reparar a las víctimas, y salieron de las áreas los niños combatientes
que aún quedaban bajo protección de los guerrilleros. Hasta el momento
el Estado ha recibido a 88 menores.
Sin embargo, la nueva etapa enfrenta múltiples desafíos que van desde
la seguridad física de los ex combatientes hasta el lento proceso de
amnistía para centenares de presos. En Pondores, Márquez denunció que en
los últimos dos días fueron asesinados dos miembros de la ex guerrilla;
varios líderes comunitarios han sido ultimados en los últimos meses. La
Fundación Paz y Reconciliación, que da seguimiento al pacto de paz,
calcula que siete rebeldes murieron durante el proceso de desarme.
Luego viene la seguridad económica, que es donde tenemos mayores problemas hoy día; los guerrilleros no saben qué va a pasar pasado mañana con ellos, declaró Ariel Ávila, director de la fundación, a la agencia Afp.
Una vez terminada su historia militar, las FARC se aprestan a hacer política y a enfrentar la justicia.
Los rebeldes y agentes del Estado se someterán a una jurisdicción
especial de paz que prevé sanciones alternativas a la cárcel para
quienes confiesen crímenes, reparen el daño a las víctimas y se
comprometan a nunca más ejercer la violencia.
Foto Xinhua/Presidencia de Colombia
Afp
Periódico La Jornada
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