Maciek Wisniewski*
Rumbo a la cumbre del G20 en Hamburgo (7-8/7/17), Donald Trump hizo una escala en Varsovia. Los motivos de esta decisión,
objeto de envidia de otras capitales europeas(sic) –Jaroslaw Kaczynski, jefe del partido gobernante Ley y Justicia (PiS), dixit (Associated Press, 1/7/17)–, podrían ser tema de un apasionante concurso radiofónico (a ver cuál estación se anima):
“Trump se fue a Polonia para: a) ‘borrar una vez por todas la
experiencia de la esclavitud soviética a la que fue sujetada esta
nación’ [uff...], según su gobierno nacionalista y ultraconservador ( Gazeta Wyborcza, 3/7/17); b) ver en persona como se hace el famoso ‘polish sausage’
haciendo valientemente oídos sordos a la clásica advertencia de
Bismarck sobre las salchichas (no es lo mismo, pero cerca); c) ninguna
de las razones de arriba”.
Si escogió usted a) o b) –denotando que ha de ser un fan del gobierno
cuya popularidad se basa entre otros en una alucinatoria tesis que el
accidente aéreo en Smolensk (2010) en que murió Lech, hermano de
Jaroslaw, el entonces presidente de Polonia
fue un atentado de Putin, o un trabajador de la industria cárnica– gana un DVD-box de documentales sobre la vida de los extraterrestres.
Si escogió c), desgraciadamente no hay ningún premio, pero se le invita a seguir sintonizando, para un análisis un poco más
de este mundo.
Allí podrá considerar las siguientes –y un poco más reales– razones de la visita:
• Sellar la venta de gas y armas estadunidenses para ‘make America great again’ (y/o para que Polonia pueda
neutralizar el chantaje energético rusoy
defenderse del [inminente] ataque de Moscú).
Si en algo Trump es bueno es en andar de vendedor ambulante: ya les
vendió los espejitos a los estadunidenses, ahora les mete la chatarra
militar primero a la monarquía islámica de Riad, luego al califato
católico de Varsovia (Arthur Miller se revuelve en la tumba).
• Mostrarse “estratégicamente menos ‘pro-ruso’” ante el público
liberal antes de su primera reunión con Putin (¿qué mejor manera que
abrazarse con los chiflados de Varsovia que irían a la guerra con Rusia
bajo cualquier pretexto?).
De hecho: ¿se acuerdan como durante la campaña una de las razones por las que según los liberales
Trump no era apto para ser presidenteera que –contrario a la Hillary–
no quería provocar a Rusiao meterse en Siria?
Ahora que (¡sorpresa!) se va desdiciendo de su no-intervencionismo es cada vez más
apto(pero
aún falta).
• Dividir (un poco) la Europa, premiando a la
buena(la Oriental) y regañando a la
mala(la Occidental).
Contrario a los temores de algunos (The Guardian, 4/7/17) lo hizo
sólotácitamente, bendiciendo la iniciativa de los Tres Mares que busca la
independencia energéticapara los 12 países de Europa central (véase: Foreign Policy, 6/7/17), pero que igual tienen sus diferencias con la
vieja Europacomo Polonia ,que se opone al gasoducto ruso-europeo Nord Stream II y que Washington acaba de
criminalizara fin de promover su propio gas (véase: Counterpunch, 5/7/17).
•
Cargar las baterías del egoantes del G20 y gozar de la hospitalidad de gobierno –y gente– que comparten su ideología (¿qué otra capital lo recibiría coreando
¡Donald Trump...!y ondeando las banderas estadunidenses?).
Si bien hay claras afinidades entre Trump y PiS (desdeño a la
democracia, ataques a las instituciones independientes, medios,
minorías,
negacionismo climáticou oposición al
liderazgo alemánen la UE) y la visita fue un show de legitimización mutua de los
parias no-liberales,
the love of USAno es sólo cosa de este gobierno.
Al final fue la
socialdemocraciapolaca –los postcomunistas– que se aliaron con G.W. Bush, mandaron las tropas a Irak y Afganistán y permitieron a la CIA abrir un ‘black-site’ en Polonia.
• Mostrar que
sí tiene aliados, diciéndole en práctica al mundo –como en su tiempo Bush Jr ante los reproches que contaba con poco apoyo para su invasión de Irak (2003):
You forgot Poland!(goo.gl/JVmS7t).
Pero mientras con Bush todo fue una farsa –
¡te olvidaste de Polonia!se volvió un cómico símbolo de falta de argumentos serios– con Trump es más bien una tragedia.
Ante a los intentos de la
vieja Europade aislarlo después de sus pifias en cuanto a los
compromisos de la OTANo los Acuerdos de París (The New York Times, 7/5/17) Trump –que merece ser aislado sin importar las razones (o por quienes)– usó a Polonia como
mano de gatopara burlar el cerco.
En Varsovia dijo la
palabra mágica–invocó el artículo 5 de la Carta Atlántica– y no había de otra sino aceptarlo de vuelta
a la familia(aunque de todos modos todo acabó en una suerte de G19...).
Y por último, si bien no menos importante:
• Diseminar su proyecto de odio contra la
amenaza civilizatoria de los musulmanes que atacan y destruyen nuestros valoresen las tierras fértiles de Polonia que está en la vanguardia de la xenofobia desde que estalló la
crisis de los refugiados(quién sabe por qué, seguramente nada que ver con nuestro involucramiento en Irak o Afganistán...).
En un discurso lleno de referencias (a) históricas frente al monumento del Levantamiento de Varsovia (1944), Trump llamó a
defender a la civilización occidentaly a
mantener a los que quieren subvertirla afuera.
Según él,
Polonia, su historia, su tradición, su fe, el amor de Dios y a la nación que le ayudaron a persistir durante siglosson ejemplos para el mundo de
cómo luchar con el terrorismo y la migración musulmana(sic).
La exactitud de esta aseveración es dudable (por decirlo así); pero la flexibilidad trumpiana, impresionante:
Trump en Riad: nada de
choque de civilizaciones...
Trump en Varsovia: ¡un total
choque de civilizaciones!
Y ya para ir cerrando, la última encuesta relámpago:
“Opina usted que los refugiados son: a) invasores de Marte que
amenazan a la especie humana [como cree Mr. Trump que una vez emuló el
discurso del... Día de la independencia (1996) para enfatizar su punto
contra los migrantes (‘aliens’) (NY Daily, 13/10/16); o b) ‘productos del Occidente’ y sus guerras en el Medio Oriente y norte de África”.
Si tiene problemas en contestar, no se preocupe.
Ni siquiera
los buenos–los otros líderes de la OTAN en el G20 como Frau Merkel (la nueva
líder del mundo libre)– tuvieron las agallas para admitir esta realidad [b)] (la
migraciónfue uno de los principales temas de la cumbre).
Qué esperar de Trump o sus amigos de Varsovia.
*Periodista polaco
Twitter: @MaciekWizz
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