Después
de la Gran Depresión, desde 1934, el Congreso de Estados Unidos delegó
parte de sus atribuciones en política comercial en el Presidente del
Ejecutivo. Desde 1974 la delegación se hizo completa con lo que se
conoce en la jerga política como Fast Track y cuyo nombre
oficial es Trade Promotion Authority (TPA). El procedimiento consiste en
que el Congreso fija los objetivos de política comercial y promete
rechazar o aprobar el acuerdo que se negocie, sin modificarlo.
Desde
NAFTA, los acuerdos comerciales que propone Estados Unidos implican
implícitamente la adopción de políticas neo-liberales y desbordan el
contenido comercial con obligaciones en otras áreas, como finanzas,
inversiones, propiedad intelectual, asuntos laborales, ambiente,
cooperación internacional y hasta de políticas industriales (reglas de
origen preferenciales). Como los acuerdos cubren una gama tan amplia,
por los objetivos que señala el congreso cuando aprueba el Fast Track se puede conocer la agenda de la diplomacia económica de los Estados Unidos, aunque sea secreta.
Objetivos del Fast Track de 2015
En abril 2015 el Congreso de Estados Unidos aprobó el TPA o Fast Track,
con 113 páginas de condiciones y reservas, que defienden el
proteccionismo de Estados Unidos y combaten el de los extranjeros. En
textiles, anti-dumping y agricultura, la ley limita explícitamente
cualquier apertura del mercado norteamericano. Por si hay algún
descuido, la Sección 8, sobre Soberanía, especifica que todo acuerdo
comercial de Estados Unidos no es vinculante si contradice sus normas
presentes o futuras. Esto quiere decir que los acuerdos obligan a los
otros socios, pero no a Estados Unidos, país excepcional e
indispensable, como proclaman sus dirigentes.
La sección
12 en el texto del TPA, que señala los objetivos, omite la Ronda Doha de
la OMC, por lo que se deduce que a Estados Unidos ya no le interesa,
porque no ha logrado cambiar su objetivo. La Ronda sigue estancada
porque Estados Unidos rehúsa cumplir su mandato original: desmantelar
los subsidios agrícolas que favorecen sus exportaciones y destruyen la
agricultura de otros países.
Las prioridades expresadas en el TPA 2015 son las siguientes:
a) Extender la cobertura de la OMC y sus acuerdos plurilaterales a productos, sectores y modos de comercio que no estén cubiertos. Esto es, disminuir las áreas para políticas independientes.
b) Expandir
la participación de países en el Acuerdo sobre tecnología de la
información, el Acuerdo sobre Compras Gubernamentales y otros
plurilaterales de la OMC. Esos acuerdos incluyen sólo a los países que han querido o sido obligados a suscribirlos y no tienen rango multilateral.
c) Expandir
la oportunidad de competir en los mercados para Estados Unidos y
obtener condiciones más justas y abiertas para el comercio, incluyendo
la utilización de cadenas globales de valor, en la negociación de nuevos
acuerdos multilaterales y plurilaterales en la OMC.
El término clave aquí es cadenas de valor,
un concepto que da mucho mayor valor a la propiedad intelectual y a la
inversión de capital en el valor final de un producto, que al trabajo,
los materiales y cualquier otro insumo local de la producción. Ese
concepto del valor se muestra claramente en el caso mencionado por Katu
Arkonada, en su excelente análisis EEUU: la hegemonía no termina de morir, la fase de dominación ya ha comenzado (http://www.alainet.org/es/articulo/169418) « A
pesar de que desde 2007 China es la principal productora de software y
hardware, el 84% de las ganancias en este rubro siguen estando en manos
de capitalistas estadounidenses ».
d) Conseguir que
los acuerdos comerciales de los que Estados Unidos no sea parte,
alcancen los altos patrones y cumplan con las disciplinas de la OMC,
incluyendo el Artículo XXIV del Gatt 1994, el Artículo V y Vbis del
Acuerdo General sobre Servicios, la Cláusula de Habilitación y la
revisión significativa de los acuerdos regionales.
Esto
proclama una desfachatada intromisión en los asuntos que acuerden
terceros países y busca sabotear aquellas relaciones económicas
internacionales en que los Estados Unidos no logra inmiscuirse; léase
Mercosur y más recientemente el Mercado Común Euro-Asiático con Rusia
como centro y la Regional Comprehensive Economic Partnership (RCEP) en
Asia, que excluye a Estados Unidos, pero reúne a las seis economías más
grandes de Asia: China, India, Japón Corea del Sur, Australia y Nueva
Zelandia, además de Brunei, Camboya, Indonesia, Laos, Malaysia, Myanmar, Filipinas, Singapur, Tailandia y Vietnam. Un gran contrapeso a su TPP.
e) Resaltar
el cumplimiento de los miembros de la OMC con sus obligaciones como
miembros de la OMC a través de la participación activa en los órganos de
la OMC por los Estados Unidos y los otros miembros, incluyendo el
mecanismo de revisión de políticas comerciales y el sistema de comités
de la OMC, que incluye el comité sobre acuerdos de comercio regionales.
Es
de notar aquí que casi todos los comités están presididos por
representantes de países que ya cedieron su espacio político a los
Estados Unidos mediante los llamados acuerdos de libre comercio. Ningún
comité está presidido por un país que antagonice sus iniciativas. Esto
es algo que debiera incitar a una política mejor coordinada entre BRICS,
ALBA, Mercosur y países africanos.
f) Estimular una mayor cooperación entre la OMC y las otras organizaciones internacionales. La
alusión aquí es principalmente al FMI, Banco Mundial y sus bancos
regionales, cuyas recetas son bien conocidas e incluyen apertura
comercial.
La parte multilateral de la agenda es la de circunvalar resistencias en OMC mediante una « exitosa
negociación de nuevas reglas de comercio en acuerdos en el TPP…. que
luego sirvan de modelo para futuras negociaciones en la OMC » y eso
está muy claro en el texto como estrategia general. En cuanto a temas
técnicos específicos, resaltaremos los puntos más importantes.
En medidas sanitarias y fitosanitarias habla de estimular
la adopción de patrones internacionales y exigir justificación
científica cuando la medida es más estricta que los patrones
internacionales. Además del reconocimiento de la equivalencia de los sistemas de protección de salud de los países exportadores.
El
asunto aludido aquí es la exportación de productos agrícolas, de los
que Estados Unidos es el mayor exportador, gracias a los subsidios.
Sucede que las normas de OMC ya son el patrón en materia sanitaria y
fitosanitaria. Lo que se busca aquí es imponer las normas de Estados
Unidos como patrón y en particular la aceptación de productos producidos
con organismos genéticamente modificados (OGM) como se produce en
Estados Unidos, a pesar de que ya hay pruebas científicas de que
perjudican a la salud, pero que Estados Unidos o Monsanto se niegan a
admitir.
En subsidios el objetivo es reducir o eliminar subsidios, de otros, que
disminuyan las oportunidades de mercado para las exportaciones de los
Estados Unidos o distorsionen los mercados agrícolas en detrimento de
los Estados Unidos.
Este objetivo está impregnado de
cinismo. Estados Unidos distorsiona los precios internacionales e invade
mercados gracias a los US$ 139,5 millardos (2012) con que de algún modo
subsidia su agricultura y sus exportaciones agrícolas, pero en la OMC
osa reclamar cuando otros subsidien a sus agricultores. En la OMC, los
Estados Unidos reclaman a la India, cuya población de agricultores
pobres es la mayor del mundo, que gaste US$58 millardos (2010) en ayuda a
sus campesinos. Un reclamo temerario, porque cada agricultor
norteamericano recibe US$ 57.901, con lo que bien pudiera vivir,
mientras que cada agricultor de la India recibe sólo US$ 99.
En indicaciones geográficas, un tema en que no puede competir con Europa, el texto habla de eliminar y prevenir lo que disminuya el acceso a mercado a los productos de los Estados Unidos. En esencia pide proteger los términos genéricos contra las indicaciones geográficas específicas que son escasas o de poca tradición, en Estados Unidos.
En compras gubernamentales incita a pedir mejores prácticas
y apertura, porque en todo país el gobierno es el mejor cliente y suele
preferir productores nacionales; Estados Unidos hace lo mismo cuando
dice Buy American. Es un viejo objetivo, de los propuestos y rechazados en la ministerial de Singapur, en 1996.
En comercio de servicios el texto dice … A) ….expandir
...y obtener mayor apertura a través de la uso de cadenas globales de
valor B) reconocer que la expansión del comercio de servicios genera
beneficios para todos los sectores de la economía y ese objetivo mencionado en el párrafo A) debe ser perseguido con todos los medios, incluyendo a través de acuerdos plurilaterales ….
Ante
la resistencia a expandir con nuevos compromisos las áreas concedidas
en el acuerdo general sobre comercio de servicios, la política de
Estados Unidos es ahora la de ampliar los compromisos en servicios en
acuerdos de comercio bilaterales o regionales, para instalarlos como
acuerdos plurilaterales en la OMC, que luego pretende que son fuente de
patrones internacionales.
En Inversiones dice eliminar
y prevenir medidas que exijan a los productores de Estados Unidos la
ubicación de instalaciones, propiedad intelectual, u otros activos en el
país como condiciones de acceso a mercado o permitir inversión,
incluyendo medidas de innovación indígenas. En breve, se trata de excluir todas las razones que pueden hacer ventajosa una inversión extranjera para un país.
En Derechos de Propiedad Intelectual hay marcha atrás. Antes se quería prolongar el monopolio de las patentes. Ahora se quiere que la protección no sea tan alta que impida el comercio digital legítimo. Insiste en proveer protección a nuevas tecnologías y métodos de transmitir y distribuir productos por vía digital. Este asunto, prioritario para Estados Unidos, es vulnerable, porque hay en OMC un waiver para
no legislar sobre el tema, que se renueva cada año. El TPA no menciona
el párrafo 6 de la Declaración de Doha, que prioriza la salud pública
sobre la Propiedad Intelectual.
En comercio digital de bienes y servicios, su objetivo es impedir que los gobiernos restrinjan el flujo transfronterizo de datos o exijan el procesamiento local y bancos de datos locales.
Las empresas propiedad de los estados serán un objetivo de negociación para limitar privilegios, discriminación y subsidios que las favorezcan.
En patrones laborales y de ambiente, el texto dicta cuales normas los socios comerciales deben adoptar.
Conclusión
A
lo largo del documento se insiste en abrir mercados. Eso causa
perplejidad porque Estados Unidos es poco competitivo, tiene un crónico
déficit en su balanza comercial y subsidia para exportar. El enigma se
aclara si recordamos que Sismondi dijo hace 200 años[1],
que en mercados abiertos, quienes tienen más dinero sacan de él a sus
competidores. Siempre tendrán más dinero las empresas de un país que
emite dinero de la nada. Ese privilegio es la base de la política
comercial internacional de Estados Unidos.
Ginebra 09/05/2015
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