La
enorme contribución de creencias y religiones a la emancipación de
nuestra América es uno de los grandes legados que tenemos y al que se
añadió –entre luchas contra las oligarquías y los imperios, la fuerza
de un liberalismo radical, que más que una ideología es parte esencial
de nuestra cultura, tan viva hoy en la lucha por la libertad como en la
nueva y enredada lucha de clases y contra el imperialismo.
La
creación de espacios laicos en plazas, escuelas y universidades dio a
la lucha por la Independencia y la libertad armas notables que se
renovaron por pensadores, políticos y revolucionarios del más alto
nivel. Muchos de ellos desde siglo XIX han enriquecido nuestras
revoluciones con los más variados combates y pensamientos. En todos
estos sobresalen con valiosas aportaciones, los zapatistas y sus
sucesores en México y La Lacandona, así como los descendientes de Túpac
Amaru y otros movimientos indios de América del Sur, que desde hace más
quinientos años no han dejado de combatir por sus tierras y sus ideas,
y a los que el movimiento boliviano, con Evo Morales y Álvaro García
Linera enriquecen con planteamientos de una democracia y un socialismo
pluri-étnicos.
A esa variedad de luchas se añaden otras
más que siguiendo la vía pacífica de la Unidad Popular y de Salvador
Allende en Chile, dan hoy primordial importancia a que del ejército
salgan quienes apoyen a su pueblo con férrea lealtad y profundo
compromiso moral e ideológico. El general cristiano y revolucionario
Hugo Chávez, diestro en la teoría, la política y las armas añadió a la
memoria y la imaginación creadora de los movimientos anteriores la
contribución insistente de que el socialismo será obra del pueblo o no
será, y al mismo tiempo reformuló los planteamientos bolivarianos que
enriquecen a la Revolución Latinoamericana y que contribuyen a unir en
un proyecto común, contra las intervenciones extranjeras, a todos los
dirigentes de América Latina, --tengan la ideología y la posición
política que tengan-- para que se unan en la defensa de sus integrantes
a fin de que, como un solo bloque, actúen en un mundo dominado por
bloques. Al mismo tiempo que Chávez planteó ese proyecto continental y
por un mundo en que impere la paz, en su país se propuso emprender una
clara lucha por la democracia, la independencia y el socialismo. Chávez
se sumó así a quienes en América Latina han hecho importantes
contribuciones a la emancipación y la vida humana, desde Cuba, Chile,
el Sureste Mexicano, Bolivia y Ecuador.
La originalidad
de esas contribuciones, y el hecho de que, América Latina haya sido
calificada como la región de avanzada mundial en los nuevos
planteamientos por la emancipación, nos induce a pensar en términos
locales y universales, sin esperar a que éstos nos vengan de Heidelberg
o París como originales a copiar, y sin olvidar que cada movimiento
emancipador actuará a su modo, desechando recetas que supuestamente se
deben aplicar en todo tiempo y lugar, pero aprovechando conceptos
derivados de las más variadas experiencias, y que se repiten aquí y
ahora, y aun en esas más concretas hay que ver cómo se comportan en las
circunstancias en que cada movimiento actúa.
Con este
ánimo tenemos hoy que redefinir claramente el mundo que queremos para
que se vea que no estamos hablando por hablar. Tenemos que redefinir y
materializar palabras como libertad, justicia y democracia, de las que
muchas veces se ha perdido la atención, la memoria y la práctica de su
significado verbal y actual. Redefinirlas y materializarlas es parte de
una tarea universal, pues en un momento de crisis mundial de las
ideologías, como el que vivimos, nosotros mismos usamos esas palabras
sin ver cómo las hemos redefinido y cómo las hemos materializado.
Estoy
seguro que ningún mensaje es más urgente y necesario que plantear la
preservación de la vida en la Tierra, la emancipación del ser humano, y
la organización local, regional y global de colectividades y colectivos
de jóvenes, de pueblos, de trabajadores, de campesinos, de
profesionales, que honren su palabra, articulen su voluntad y
materialicen su experiencia, dominen su información, y su forma de
dialogar y acordar con serenidad y firmeza para defender efectivamente
la libertad y la vida
No quiero extenderme mucho. Me limitaré a definiciones que tengan que ver con la lucha actual, real y material.
------------
Empezaré
por la palabra democracia que es la más vinculada al qué hacer y cómo
hacerlo, la más instrumental. Por democracia entendemos que las grandes
decisiones las tome el pueblo, y que en última instancia sea
comportamiento obligado que el pueblo diga qué hacer o qué medida
tomar, y que en las decisiones de riesgo se diga antes de la decisión
¿cuál medida se debe tomar y qué riesgos es preferible asumir?
Para
que no se quede en palabras reconocer que corresponde al pueblo eso que
llaman soberanía, hoy podemos combinar las técnicas más antiguas de la
democracia directa, en localidades o empresas donde todo mundo se
conoce, con las nuevas técnicas de la comunicación, información,
organización. Con unas y otras podemos enfrentar los problemas a
resolver, pero ya sin contraponer como un todo abstracto las
organizaciones horizontales y las verticales, sino viendo qué tipo de
organizaciones pueden permitirnos el logro más eficiente de nuestros
proyectos emancipadores.
En terrenos como los órganos de
defensa, y muchos de gobierno y administración, en especial los de
servicios especializados como la salud, la construcción urbana o de
presas y caminos, y otros servicios de gobierno, de defensa y
educación, podemos combinar las organizaciones de tareas jerárquicas
con organizaciones de tareas coordinadas y, al mismo tiempo, podemos
promover las organizaciones de comunidades y sistemas de comunidades,
de cooperativas y sistemas de cooperativas, aisladas o relacionadas
entre sí.
En la organización de la vida, y de la
democracia, a los flujos de información se añadirán los de bienes y
servicios. Y en toda esta organización de organizaciones, las
vanguardias y los especialistas tomarán muy en cuenta las experiencias
pedagógicas del aprender a aprender, las que nos vienen de Paulo Freire
entre muchos otros, y en que para la defensa y el gobierno de regiones
y naciones enteras por ellas mismas, ha destacado la revolución cubana,
lo que le ha permitido resistir más de cincuenta años de bloqueo
imperialista, y mantenerse como estrella solitaria, tras la dramática
caída del campo socialista. Semejante poder de la pequeña Isla de Cuba
sólo puede explicarse si está uno abierto a entender que en la gran
lucha por “el mundo moral” y combativo, Cuba construyó y materializó
una nueva categoría, la del Estado-Pueblo, o Pueblo-Estado.
A
esas experiencias se añade en forma, no menos creadora, la que por la
autonomía, la Libertad, la Justicia y la Democracia emprendieron el
Ejército Zapatista de Liberación Nacional y los descendientes de los
pueblos mayas, que hoy nos convocan, y cuyas aportaciones al diálogo
político, al “aprender a aprender” del discurso que combina narrativas,
reflexiones, razón e imaginación, se añade una estrecha unión o fusión
entre actos y palabras, entre “palabras--cosas--creaciones”, caminos
todos que han sido y son objeto de admiración mundial, en especial por
la juventud. Todos ellos también explican la capacidad de resistir
asedios y embates más de veinte años.
-------
En
cuanto al esbozo combativo de la Libertad, debo decir que en la
libertad veo entre los muchos sentidos que tiene el que destaca moral y
política, así como el de quienes no temen conocer la verdad sobre el
mundo en que vivimos ni las mejores formas de enfrentar los problemas
por poderosos y agresivos que sean los intereses que amenazan… “Para
conocer… –nos dijo un miembro de la Junta de Buen Gobierno de una
comunidad de la Selva- lo primero que tenemos es que perder el miedo”.
Jamás había oído expresar de manera tan clara esa teoría del
conocimiento ni exponer un problema que atañe a pueblos y letrados,
sobre todo ahora en que la moral se ha ido a la guerra. Y aquí empiezo
a hablar de la moral de la integridad, de la que cuida quien tiene una
conducta intachable. Y más ahora que el enemigo, entre modelos y
escenarios formalizados, virtuales y reales, usa la clásica “política
de la zanahoria y el garrote”.
Un hombre íntegro, intachable está al amparo de los chantajes y presiones del enemigo a quien se vendió…
Al
que se vende le recuerda quien lo compró: “Remember, you are my man”.
(“Nomás acuérdate que ya te compré y de lo que puedo decir y hacer
decir de ti…”)
El vendido vive bajo la amenaza de que den
a conocer sus manchas y tachas quienes lo compraron, y hasta de ser
condenado por los jueces, si no obedece en todo lo que le exige, auque
sea más y más.
Si la Libertad se da en los orígenes del
pensar, decir y hacer, la Libertad se enriquece con la batalla de quien
ni se vendió ni se rindió.
-------
Acerca
de la Justicia es importante recordar que estamos luchando tanto por la
justicia personal como por la social. Nada menos que por una y otra,
construidas desde abajo y por los de abajo, y con vanguardias que
aprenden al enseñar y enseñan al aprender, y que hacen del discurso
político un discurso pedagógico, y de su enseñar un enseñar con el
ejemplo de su conducta.
El que la justicia sea con todos
y para todos implica no quedarse en la defensa de los propios derechos
e intereses. Ha de recordar lo que dijo Martí: “Patria es humanidad”.
Ni yo, ni los míos, ni individualismo, ni clientelismo ni tribalismo
antiguo o moderno.
La lucha por la justicia a personas y
colectividades replantea los derechos humanos en serio, y no como mero
bla-bla-bla. Quien lucha por la Justicia de todos y cada uno tiene que
estar conciente de que en esta guerra que vivimos, a la campaña que
nuestros enemigos hacen para que predomine el individualismo y el
consumismo, --que tanto les sirve para su política de corrupción con
represión, y de zanahoria con garrote-- la lucha por la justicia tiene
que plantearse como una política que se propone dar término a la
sociedad de consumo, a la producción de lujo y de basura y que, al
mismo tiempo respeta, como política las grandes obras de arte de
nuestros antepasados, sean arqueológicas o históricas, artísticas,
científicas o folklóricas.
Pero entre nuestras
prioridades morales y materiales está dar trabajo y con qué trabajar a
los despojados, a los excluidos, a los marginados, a los des-regulados,
a los inmigrantes y trabajadores informales, sin papeles, a los sin
techo, sin pan o tortilla, y en este continente, a los pueblos
originarios que todavía sufren las lastras del colonialismo material y
mental, así como a los descendientes de los esclavos africanos, que con
las injusticias sufren la discriminación de ser africanos.
-------
Para
lograr esas metas forzosamente tenemos que plantear la organización de
la vida en torno a los valores de la libertad, la justicia y la
democracia materializadas, frente a la falsa y mutilada cantinela de
los “derechos humanos” pisoteados por los que hoy dominan de arriba
abajo con sus corporaciones y complejos, sus estados, gobiernos y
mercados, todos al servicio de la acumulación de su poder, utilidades y
riquezas.
La solución de tamaños problemas no se dará por
un camino corto ni acostumbrado, más bien obedecerá a una guerra que ya
se declaró, como puede comprobarse en todas partes, y en que se
combinan como armas principales la corrupción, la represión, y, cuando
es el caso, la negociación. Digo que ya se declaró una guerra mundial
no convencional que realmente es guerra, que es mundial, y que se está
librando en nuestro país y en todos los países del mundo, sin decir que
ya se declaró y que ya lleva tiempo de llevarse a cabo.
Si
no la vemos, si no nos percatamos de que existe es porque se trata de
una guerra hecha de muchas guerras, y unas se dice que son contra el
terrorismo y entre terroristas, otras que de sus atrocidades sólo son
culpables los musulmanes –que hoy representan lo que para Hitler fueron
los judíos—, otras que son de sectas de musulmanes en que combaten
Sunitas contra Chiítas, otras entre unas bandas de narcotraficantes por
el extenso dominio de los mercados y así sucesivamente, todas con
motivos variados según el tipo de luchas que pueden distraer la
atención de la verdadera lucha de la guerra de recolonización del mundo
que de paso encubre los magníficos negocios que con ellas hacen
complejos y corporaciones con la venta billonaria de aviones, barcos de
guerra, armas de largo y corto alcance, municiones y aprovisionamientos
de toda especie incluso ”humanitarios”, así como con inmensos préstamos
impagables que ya ni siquiera para el desarrollo desequilibrado sirven,
a cuyas colosales ganancias se añaden los despojos de los deudores que
se quedan sin ciudad, sin casa, sin tierras, agua, servicios
elementales, hospitales, escuelas, médicos y medicinas, vida, con
millones de ellos debilitados por hambrunas, pandemias, virus
genéticamente modificados como el ébola, entre otros.
Los
países metropolitanos, sede de corporaciones y complejos,--,
“civilizados y cristianos”--, desde sus comandos de guerra y mira,
juegan con sus computadoras en el diseño de esta guerra de crueldades
y confusiones que creen poder ganar, con muy pocas bajas de sus fuerzas
–y ninguna en las más altas y cercanas.
A los muchos
recursos económicos que la guerra les reporta ponen toda su atención y
ninguna a los sufrimientos que provocan. Son presidentes, gerentes,
gobiernos y comandos eficaces y eficientes que maximizan su poder y
utilidades, ya sea en esas formas indirectas y confusas, ya con guerras
y medidas abiertas que ponen al orden del día lo que Harvey ha llamado
“economía por desposesión” y que en realidad es “economía por despojo”,
abierto y encubierto, formal e informal, directo y subrogado, con
ejércitos de línea y con bandas criminales y sádicas debidamente
entrenadas, todas al servicio consciente o inconsciente de complejos y
corporaciones que sacan billones y billones de los pobres de la tierra
y de los recursos de la Tierra...
-------
¿A
qué seguir? A palabras necias oídos sordos. O como decía aquel
presidente norteamericano: “They say. ¿what do they say? ¡Let them
say!” (“Dicen, ¿Qué dicen? ¡Que digan!”). Es cierto; más que agotar
nuestra atención con críticas a “los señores del poder y del dinero”,
tenemos que preguntarnos cuáles son las salidas posibles de este
infierno, y cómo podemos hacer posible lo que ahora parece imposible a
nivel mundial y en la mayoría de las naciones: construir y crear la
libertad, la justicia y la democracia.
La guerra mundial
actual no sólo es la que llaman los expertos una guerra de espectro
completo es decir, no sólo se lleva a cabo en el terreno militar sino
en el económico, el político, el ideológico, el informático, el social
y cultural --en todos se da la guerra- pero como si no bastara, la
guerra también combina el mundo espectacular y el mundo real, las
fuerzas mercenarias de viejo y nuevo tipo con los ejércitos de línea,
los escenarios de “guerra de distracción” con los de guerra realmente
existente de los opresores contra los oprimidos, de los explotadores
contra los explotados.
Para el renovado engaño se usan
las computadoras con escenarios de “guerra virtual” y de “guerra real”,
de guerras de dominación y acumulación y de “guerras a modo”…
Es
cierto, en medio de tanta pericia que hasta asusta, los neoliberales de
la globalización no pueden impedir un enorme fracaso: nada menos que no
pueden, como querían, ser una gran potencia unipolar, y en los hechos,
el Gran Fracaso se manifiesta cuando quieren usar “la política de la
zanahoria y el garrote” contra el antiguo imperio ruso, durante un
tiempo integrado en la Unión Soviética, y en el que esa política no
funciona. En la crisis de Ucrania con su presidente nazi, apoyado por
el Bloque Occidental, Rusia no abandona sino abiertamente apoya, en lo
político y en lo militar, a la gran población rusa que allí vive, y que
ha sido golpeada por el nazi y sus aliados.
Tras todos
los castigos de Occidente, Rusia les recuerda, por si lo olvidaron, que
es una colosal potencia nuclear, absolutamente temible, y cuyas clases
dirigentes muestran la decisión de mantener con sus posesiones, el
poder que les da, el inmenso bloque a que cada vez se suman otras
naciones, que a más de disponer de armas nucleares y sistemas de
lanzamiento altamente temibles y eficaces, cuentan con el poder de sus
propias corporaciones y complejos en que a la cultura del manejo
empresarial añaden la del manejo estatal. (Y aquí hablo en términos
puramente coyunturales y tácticos).
En todo caso,
semejante descalabro del proyecto unipolar –que Immanuel Wallernstein
anunció- no le quita al Bloque Occidental su inmensa prepotencia ni su
gran ceguera. Hasta hoy parece incapaz de ver la lucha que no puede
ganar. Está como ofuscado frente a una crisis que ninguno de los dos
bloques puede superar… Y esta tesis, lejos de corresponder a falta de
conocimientos o “meros deseos” está plenamente comprobada en una
“sociedad del desconocimiento” como la del bloque Occidental que
dispone de conocimientos notables de que tan orgullosa está, y con
fundada razón, mientras al mismo tiempo no quiere ver, ni deja ver los
que sin la menor duda implican su condición terminal.
-----
Voy
a enunciar el problema científico más importante en toda la historia
pasada y actual, y a terminar con unas observaciones y una pregunta.
Mis observaciones:
1ª.
Si ésta guerra se está llevando a cabo entre confrontaciones y
negociaciones, el objeto de unas y otras es cambiar la correlación de
fuerzas en relación con el estado inicial de las fuerzas de dominación
y las fuerzas rebeldes, para nosotros emancipadoras. Por todo eso, en
el terreno de las negociaciones, la guerra se perderá si la colusión,
cooptación y corrupción ganan en ellas.
2ª. La guerra se
está librando entre el bloque Occidental y el Bloque Oriental. La
guerra se perderá si los del Bloque Occidental logran derrocar a Putin
y en su lugar –como un nuevo acuerdo de clase global-- dejan que las
fuerzas dominantes de Rusia coloquen a un representante de las
corporaciones rusas.
3ª. Si la guerra entre bloques se
detiene por un acuerdo globalizador, a muy poco tiempo y aunque se
repartan el mundo como se lo repartan, tarde o temprano tendrá que
renacer y aumentar la competencia mundial entre uno y otro bloques en
necesaria lucha por los mercados y los recursos naturales, lucha que
por lo demás ya está ocurriendo.
4ª. Con la alianza de
los bloques de complejos y corporaciones seguirá desenfrenadamente la
destrucción de la tierra y de sus recursos subterráneos y de la
superficie terrestre: marinos, forestales, agrícolas, acuáticos, y de
la capa atmosférica que envuelve a la Tierra. Indefectiblemente se
probará que la maximización de utilidades y riquezas destruirá la
biosfera, es decir, todo lo que hay de vida en la Tierra. Afirmación
que nada tiene de catastrofista y que está científicamente comprobada
por cientos de científicos del más alto nivel.
5a. Dado
el clima creciente de tensiones y ambiciones dominantes, patológicas y
venales, con fomento organizado, subsidiado y entrenado de odios
colectivos y de innumerables crueldades, la “Destrucción Mutua
asegurada “ que hace años fue doctrina militar oficial es más vigente
que nunca. Corresponde a una tesis plenamente válida con el tipo de
armamento actual y con los numerosos países que disponen del mismo, que
no sólo son muchos sino están inmersos en la cultura del odio…
6a.
Necesario y perfectamente posible, es comprobar que las ciencias de los
sistemas autorregulados y complejos que se manejan para entender y
activar al sistema capitalista tienen una gran fiabilidad y exactitud
en el estudio e impulso de numerosos problemas, pero que son totalmente
incapaces de entender los problemas científicos prohibidos por quienes
los contratan y mandan, y si los entienden, los grandes estadistas y
exitosos banqueros y gerentes de los “complejos
militares-empresariales”, los “decision Makers”, es decir quienes toman
las decisiones dominantes y soberanas, son totalmente incapaces de
aplicarlos.
7ª. Como no solamente vemos que existen
claros indicios de la crisis del capitalismo y también de la crisis de
la vida humana, y que muchos de ellos o están prohibidos, o son
perseguidos, o son desatendidos, o no pueden ser atendidos,
consideramos necesario que para enfrentar con la mayor seriedad y
libertad científica la defensa de la vida humana y de la vida en la
Tierra deben analizar el perfil de una guerra como la actual que se da
en varios campos, al mismo tiempo o sucesivamente.
Mirando
la historia reciente de las guerras que por todo el mundo y en todos
los terrenos y niveles se dan advertimos no sólo cómo han sido sino
como serán las luchas y guerras futuras, formales e informales, con
fuerzas armadas de línea y muchas otras subrogadas.
Todas
o casi todas las guerras han ocurrido y van a ocurrir entre
represiones, corrupciones y negociaciones, y como lo más probable es
que así sigan ocurriendo es muy importante tener conciencia de que tras
las dos realidades confrontadas se encuentran dos teorías. Realidades
y teorías tienen un carácter histórico y variaciones en la geografía y
en la organización de las partes considerables, pero entre variaciones
hay fenómenos que muestran repetirse una y otra vez.
Las
dos teorías en guerra son entre: UNA: La que corresponde a la teoría
crítica y al marxismo clásico que destacan la lucha de clases, es decir
la lucha entre los explotadores y los explotados, entre los opresores y
los oprimidos…que es la lucha por la libertad, por la justicia, por la
democracia, por la autonomía y por la vida. FRENTE A ELLA SE ENCUENTRA:
La lucha global neo-liberal y neo-conservadora cuyo “atractor”
principal es la maximización de utilidades, poder y riquezas y que para
lograr sus metas emplea múltiples recursos entre los que destacan los
que rompen el interés general y de la clase que busca liberarse.
Fomentando en sus miembros el individualismo con el
“yo” frente al “nosotros”, con “el nosotros” frente a “los muchos”,
excluyendo a los que sufren la explotación y la opresión como
trabajadores informales, como pueblos y países despojados de sus
tierras cultivables, de sus energéticos, de la producción de sus
alimentos, del agua de sus manantiales, sus ríos y sus lagos…
Tal
es la guerra que se ha dado y que se va a dar entre represiones, entre
corrupciones y entre negociaciones. Y en las tres formas de guerra, de
igual importancia será mantener y fortalecer la moral personal y la
moral colectiva, la moral de lucha y la moral de cooperación y de
compartición, la moral de servicio público en la defensa, y en la
producción, y la moral en el respeto a las personas y sus diferencias…
¡Libertad, Justicia, Democracia!
Oventic, 2015, 6/ mayo /2015
- Pablo González Casanova
es Ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Ponencia en el Seminario sobre "El pensamiento crítico frente a la
Hidra Capitalista" organizado por el Ejército Zapatista de Liberación
Nacional.
http://www.alainet.org/es/articulo/169439
No hay comentarios:
Publicar un comentario