Adital
La llamada
‘estrategia de seguridad nacional’ aplicada en México, lejos de tener efectos
positivos, ha intensificado algunas problemáticas, como las persecuciones a
activistas y defensores de derechos humanos. En un informe reciente, el Comité
Cerezo México revela que "las estrategias de coordinación entre los varios
niveles de gobierno” provocó el aumento de las detenciones arbitrarias; una
prueba de eso es que las Fuerzas Armadas participaron en por lo menos 15
detenciones de activistas.
El Comité destaca
que las detenciones ocurrieron de enero a junio de este año. Además, las
Fuerzas Armadas participaron en el traslado ilegal de tres activistas. De todas
las personas presas, sólo Luis Alberto Mejía Rodríguez, de la Organización
Campesina, Indígena y Popular Ricardo Flores Magón, sigue detenido. Está en la
prisión de máxima seguridad de Sonora por acusaciones de delitos contra la
salud.
"En el contexto de la guerra contra el crimen organizado (o estrategia de
seguridad nacional, como se la llama hoy) se disfrazan cifras y se considera la
defensa de los derechos humanos como una actividad delictiva más”, critica el Comité Cerezo.
En cuanto a las
detenciones arbitrarias, la organización mexicana también revela que 3.079
personas fueron detenidas sólo en el primer semestre del año. El dato consta en
un informe de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), emitido
recientemente. El Comité Cerezo pondera el hecho de que el documento oficial no
especifica los motivos de las detenciones ni los lugares donde se realizaron.
El presidente
mexicano, Enrique Peña Nieto, utilizó datos de ese mismo informe de la Sedena
para divulgar la reducción de la violencia en el país. De acuerdo con el
mandatario, hubo una caída del 27% en los homicidios dolosos tanto vinculados
al crimen organizado como de carácter común; hecho que fue celebrado y hasta
informado –por el mismo presidente– al Papa Francisco.
Hace pocos meses,
un grupo de 91 obispos mexicanos escribió al Sumo Pontífice relatando la grave
situación humanitaria, relacionada con la violencia, la pobreza, la inseguridad
e injusticias sociales que sufre gran parte de la población en el país. El
problema fue, nuevamente, informado por los religiosos mexicanos al Papa
Francisco durante la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), realizada en el
Vaticano.
El Comité Cerezo
cree que esa supuesta reducción de la violencia tiene su origen en las
estrategias de coordinación entre los diferentes niveles de gobierno, como la
construcción de las "Bases de Operaciones Mixtas”, que cuenta con la
participación de hombres del batallón de infantería de la Marina, de la
Secretaría de Seguridad ciudadana y de fuerzas federales. En abril de este año,
se instalaron 10 bases en regiones con los más altos índices de criminalidad.
"Dichas estrategias tienen que ver con revisiones aleatorias, las cuales son
violatorias de derechos humanos y claramente están dirigidas con una lógica de
limpieza social, pues se realizan en las zonas limítrofes, también llamadas
cinturones de pobreza, o en zonas con altos índices delictivos, las cuales
coinciden con las que tienen mayores índices de marginación”, denuncia el Comité.
La organización
subraya su disposición para seguir trabajando en la documentación de
violaciones a los derechos humanos y denunciando la inactividad del Estado para
cambiar las actuales condiciones de violaciones sistemáticas y cotidianas.
Traducción: Daniel
Barrantes - barrantes.daniel@gmail.com
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