La presidenta argentina,
Cristina Fernández de Kirchner, ha condenado este jueves "las amenazas a
todos los argentinos" pronunciadas por los fondos especulativos, y ha
informado que denunciará ante la justicia a la empresa estadounidense
‘Donnelley’ por "sembrar el terror" entre la población y "alterar el
orden".
Durante su discurso en la sede gubernamental, la mandataria argentina ha enfatizado que el caso de Donnelley es "un delito federal por alteración del orden económico y financiero".
"No tienen ningún problema con tirar veinte y pico millones de dólares a la calle con tal de crear una situación de zozobra en un país al que quieren ver de rodillas", ha declarado la presidenta quien se mostró firme en su gestión del contencioso de los fondos buitre.
Asimismo, ha hecho hincapié que los fondos no solo buscan medidas necesarias para resolver la deuda del país, sino que también "tienen una decisión política y geopolítica de querer volver a endeudar a la Argentina".
Entre tanto, Fernández ha censurado las advertencias de Mark Brodsky, vocero del fondo especulativo Aurelius, quien amenazó el miércoles que "para Argentina lo peor está por venir", y lo ha considerado como una amenaza a los 41 millones de ciudadanos argentinos.
Donnelley, empresa multinacional de capitales norteamericanos que se declaró en quiebra a los fondos buitre, acusó pérdidas de entre 15 y 20 millones de dólares y despidió a unos 400 trabajadores en Argentina.
El país sudamericano se encuentra al borde de una nueva suspensión de pagos, después de que la Justicia estadounidense dictara un fallo a favor de un grupo minoritario de especuladores que obliga a Buenos Aires a pagar 1330 millones de dólares en efectivo, en un solo pago y sin quita a los fondos buitre.
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