Delitos
contra profesionales de comunicación cobra dos nuevas víctimas en Honduras. El
último mes, un radialista fue muerto a tiros en la ciudad de Patuca y
organizaciones adhieren a la lucha de un periodista en la Justicia contra el
castigo que lo condena por divulgar denuncia de corrupción. Los casos son
interpretados por organismos de defensa de derechos humanos como violación a la
libertad de expresión y de prensa.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) va a
requerir que el Estado de Honduras adopte medidas cautelares de protección al
derecho a la libertad de expresión del periodista Julio Ernesto Alvarado. Él
fue condenado, en diciembre de 2013,
a prisión y 16 meses de prohibición de ejercer el
periodismo.
Alvarado
es director y presentador del programa de noticias Mi Nación, en la
Globo TV. Es autor de notas que denunciaron la corrupción en
una universidad local el año 2006. El argumento de la condena fue que para las
notas periodísticas se había utilizado tráfico de influencias y falsificación
de títulos universitarios. Ante el veredicto, Alvarado y su familia llegaron a
sufrir hostilidad y amenazas, a comienzos de este año, a través de redes
sociales en internet.
La PEN International, organización presente en más de 100 países, que
promueve literatura y libertad de expresión, presentó el último 29 de mayo, una
petición ante la CIDH
que comprende que la condena de Alvarado viola su derecho a la libertad de expresión,
garantizada por la
Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH).
"Hacemos
una llamada a la CIDH
para que adopte una actitud firme de apoyo a los periodistas en Honduras, que
enfrentan un ataque multilateral en la práctica de su profesión, exigiendo al
Estado que tome medidas cautelares”, afirma Marian Botsford Fraser, presidente
del Comité de Escritores en Prisión, de la organización PEN internacional.
En
contexto semejante, el joven locutor Oscar Anthony Torres, 24 años de edad, fue
muerto a tiros en la mañana del último 1º de junio, en la comunidad Palestina,
municipio de Patuca, Departamento de Olancho, zona noroeste del país. Él
trabajaba en la Patuca Stereo (103,3
FM) y en a la Doble M Stereo (97,1 FM), dos emisoras de radio
musicales con cobertura local. Torres presentaba los programas Radio Taxi y Mañanas gruperas.
Aún
con sospecha de delito de violación a la libertad de expresión, una de las hipótesis
de la policía es que el homicidio de Torres haya sido el resultado de un
asalto, ya que los bolsillos del radialista estaban hacia fuera, en el pantalón
largo y, en el momento de la pericia, no portaba ningún objeto de valor. En
mayo y abril de este año, otros dos profesionales de comunicación también
fueron asesinados.
Por
lo menos 40 periodistas fueron asesinados en Honduras desde 2003, de los cuales
35 fueron muertos después del golpe de estado, de junio de 2009. Otros
profesionales de la comunicación han sido objeto de amenazas, ataques y otros
recursos para intimidar y evitar que sigan con el trabajo de divulgación y
denuncia de delitos en los medios de comunicación.
Traducción:
Daniel Barrantes - barrantes.daniel@gmail.com
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