El nivel de desempleo en la nación bajó hasta el nueve por ciento en enero luego de meses de alza que lo llevaron a rondar los dos dígitos, informó este viernes el Departamento de Trabajo.
La noticia resulta alentadora para el presidente Barack Obama, cuyo nivel de popularidad disminuyó notablemente al llegar a las elecciones de medio término en noviembre pasado, aunque ahora las encuestas le dan un apoyo superior al 50 por ciento.
Según la entidad gubernamental en esta reducción de los parados influyó tanto la creación de puestos de trabajo como la reducción del número de personas que buscan donde laborar.
Pero los datos parecen alterados por el mal tiempo invernal que afecta a varias zonas y por el hecho de que fue modificada entre diciembre y enero la muestra de la población que sirve de base para el cálculo de la tasa de desempleo.
Según el analista Ian Shepherdson, del Instituto de Estudios HF, en breve ninguna de esas cifras será fiable.
En consecuencia es necesario esperar los datos y revisiones que serán publicadas a inicios de marzo, o de abril, para tener una idea más clara de la situación.
El resultado sorprendió a los expertos quienes vaticinaban una tasa de desempleo mayor en una décima hasta el 9,5 por ciento.
Las estadísticas muestran que la fuerza de trabajo en el país disminuyó de 153 millones 700 mil personas en diciembre hasta 153 millones 200 mil en enero.
Desde diciembre de 2007 hasta junio de 2009, el país perdió cerca de nueve millones de plazas en el mercado laboral.
Pese al retroceso de los parados, cerca de 44 millones de estadounidenses debieron recurrir a bonos de ayuda alimenticia ante la falta de recursos para obtener comida, indicaron medios de prensa.
Según la cadena comunitaria de radio y televisión Democracy Now, la cifra de personas que recibieron estos bonos del Gobierno aumentó 14 por ciento en 2010.
Asimismo datos del Gobierno consideran que en el país viven 40 millones de pobres, guarismo que va en aumento debido a la crisis económica.
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