Washington, 17 feb (PL) Las agencias de inteligencia estadounidenses fueron sorprendidas por la magnitud del estallido social en el Oriente Medio, según se desprende de un informe secreto citado hoy por el diario The New York Times.
En agosto último, el presidente Barack Obama ordenó a la comunidad de espionaje una estimación sobre la situación en esos países, comenta el periódico.
La inteligencia opinó que aunque era previsible una ola de manifestaciones no estaba en riesgo la estabilidad de los gobiernos de la región.
Obama también solicitó propuestas para realizar cambios políticos en naciones aliadas de Estados Unidos en un intento por ganar estabilidad en el Levante.
Los organismos norteamericanos de inteligencia están bajo fuego de legisladores y la prensa nacional por no prever el estallido en el Oriente Medio.
El una audiencia en el Senado, director de la Inteligencia Nacional, James Clapper, fue criticado la víspera por la legisladora demócrata Dianne Feinstein.
La titular del Comité de Inteligencia de la cámara alta cuestionó a Clapper por desconocer la postura de la Hermandad Musulmana sobre los acuerdos de Camp David y hacia Irán.
Pero días atrás el jefe del panel de inteligencia de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Rogers, calificó de poco realista hacer un pronóstico serio de lo que podía ocurrir en esas naciones.
La pasada semana, en un hecho inusual, la Casa Blanca desmintió a Clapper, quien afirmó que la Hermandad Musulmana era una organización laica.
Aunque públicamente la administración defendió a la comunidad de inteligencia, en privado Obama dijo a Clapper estar decepcionado por la labor de las agencias de espionaje, reveló la televisora CNN.
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