Realizan labores esenciales, pero son considerados
desechables
▲ Un repartidor recorre en bicicleta la desierta Times Square en la
ciudad de Nueva York. Las celebraciones de Pascua en todo el país
comenzaron con iglesias casi vacías.Foto Afp
▲ Trabajadores de salud en Riverside, California, trasladan a un
paciente con Covid-19. La cifra global de muertes por coronavirus superó
ayer los 100 mil.
Nueva York., Los migrantes en Estados Unidos no sólo
están entre los más golpeados por la pandemia del coronavirus y por las
consecuencias económicas y sociales que ha provocado la respuesta a la
emergencia de salud, sino que están en las primeras filas del rescate de
Estados Unidos en esta emergencia sin precedente.
La crisis de salud pública está afectando de manera más severa a los
migrantes, sobre todo a los más de 11 millones de indocumentados (la
mitad de ellos mexicanos), en parte porque son los que menos acceso
tienen a servicios de salud, tanto por falta de seguros como por el
temor ante un clima antimigrante que impera a escala nacional promovido
por el gobierno de Donald Trump.
Según cifras iniciales la pandemia, como siempre en estos casos,
afecta más a los sectores pobres y, por tanto, está atacando de manera
desproporcionada a las minorías latinas y afroestadunidenses del país.
De hecho, el área más afectada dentro del llamado epicentro nacional
de la pandemia, la ciudad de Nueva York, es el distrito donde se
concentra el mayor número de inmigrantes en la ciudad: Queens (una de
las cuales se llama Corona). Hoy se reporta que es la zona con más
contagios, más de 7 mil casos reportados, cerca de la mitad de toda la
ciudad, según cifras oficiales.
La gente se está muriendo en sus casas, y no van al hospital, esas muertes no se registran, comentó el reverendo Juan Carlos Ruiz, veterano defensor de inmigrantes, en entrevista con La Jornada. Señaló que personalmente se ha enterado de decenas de esos casos en Brooklyn y Harlem, entre otras zonas de migrantes.
Están desinformados, confundidos, no llegan las ambulancias cuando las llaman y no quieren ir al hospital porque dicen que se van a morir.
Cita cifras recientes que indican que más de un tercio de las muertes
por el virus en la ciudad son latinos, pero explica que los migrantes
indocumentados son las víctimas invisibles.
Si en la vida no contamos en este país, pareciera que en la muerte tampoco, concluyó Ruiz.
Líderes en comunidades migrantes en Chicago, Los Ángeles y Florida, entre otras zonas, reportan historias parecidas.
La Secretaría de Relaciones Exteriores de México ha confirmado la
muerte por el Covid-19 de por lo menos 181 mexicanos en Estados Unidos.
Los más expuestos
Los migrantes, sobre todo los indocumentados, son los más
afectados por la clausura de la economía estadunidense y en gran medida
ni siquiera son contabilizados dentro de la ola de desempleo masivo sin
precedente registrada en las pasadas tres semanas en este país.
Muchos –algunos calculan alrededor de 6 millones– trabajan justo en
los sectores más impactados al inicio de esta crisis: servicios,
construcción, restaurantes y turismo; y muchos –a menos que pertenezcan a
un sindicato, o lo que es aún menos común, que trabajen para un patrón
liberal– no cuentan con seguros de salud, ni tampoco derecho a
beneficios de desempleo y otros apoyos económicos recién aprobados por
el gobierno federal.
También son los más expuestos por estar entre los trabajadores
esencialesen empleos de alto riesgo, incluso directamente en las trincheras de salud enfrentando esta crisis.
Unos 6 millones de migrantes trabajan en el sector salud de Estados
Unidos –29 por ciento de los médicos son inmigrantes, al igual que 38
por ciento de los asistentes de salud, y 23 por ciento de los que
trabajan en farmacias–, pero también son un alto porcentaje de los que
limpian los hospitales –labor vital, ahora más que nunca– y los que
ayudan a la entrega de insumos, según una investigación del Migration
Policy Institute (MPI).
Son los trabajadores
esencialesque están manteniendo vivas las ciudades durante las cuarentenas parciales, son los que se dedican a la entrega de alimentos a domicilio –repartidores y transportistas–, quienes se encargan de mantener el abasto de los supermercados y tiendas de abarrotes, los trabajadores domésticos, entre otros.
Hay por lo menos 12 millones de trabajadores migrantes que están en
la primera línea de respuesta a la pandemia o entre los más impactados
por sus consecuencias, concluye MPI [https://www.migrationpolicy.org/research/ immigrant-workers-us-covid-19-response].
Pero esta cifra no incluye a los aproximadamente 2.5 millones de
jornaleros –gran parte de los cuales son migrantes–, quienes cultivan y
cosechan el alimento de este país.
Como escribió Greg Asbed, uno de los fundadores de la Coalición de
Trabajadores de Immokalee, en un artículo en el New York Times: los
jornaleros han sido designados
trabajadores esenciales, sin ellos no hay alimento, pueden enfermar al ir a trabajar, pero no pueden arriesgarse a perder sus empleos por no trabajaren un sector con poca protección y condiciones precarias.
El mensaje a los jornaleros del país es claro: tu labor es esencial, tu eres desechable…. Como trabajadores de salud y de emergencias médicas, ellos se están poniendo en riesgo para el resto de nosotros”, señala.
Mientras el gobierno del presidente Donald Trump continúa impulsando
de manera más agresiva sus políticas antimigrantes durante esta
pandemia, aprovechando la emergencia para poner en marcha medidas que
anulan derechos humanos, los migrantes están entre los protagonistas del
gran rescate de Estados Unidos.
Para mayor información y actualizaciones: https://www.jornada.com.mx/sin-fronteras
Foto Ap
David Brooks
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 11 de abril de 2020, p. 24
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