Dan 60 días para interrogar a Moro
Pesquisa sobre acusaciones de interferencia podrían debilitar aún más al presidente brasileño: analistas
Río de Janeiro. El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro,
nombró ayer a dos aliados para encabezar el Ministerio de Justicia y la
Policía Federal, apenas horas después de que el máximo tribunal autorizó
investigar las acusaciones que hizo el ex juez Sergio Moro contra el
mandatario, quien presuntamente trató de interferir con la agencia
policial.
Bolsonaro nombró a André Mendonça, pastor evangélico que ha sido
fiscal general desde 2019, para remplazar a Moro al frente del
Ministerio de Justicia, y a Alexandre Ramagem como director general de
la Policía Federal.
Ramagem, quien fue director de la agencia de inteligencia ABIN y
supervisó la seguridad de Bolsonaro en la campaña electoral de 2018, ha
sido fotografiado con los hijos de Bolsonaro. Su cercanía con la familia
presidencial ha generado sospechas de que les dará trato preferencial.
El legislador izquierdista Marcelo Freixo informó que presentó una demanda contra el nombramiento del jefe policiaco.
Celso de Mello, juez del Tribunal Superior de Justicia, falló que la
Policía Federal tiene 60 días para interrogar a Moro, cuya renuncia la
semana pasada generó revuelo en la administración, tras denunciar que el
presidente quería acceder a información policial en momentos en que sus
hijos enfrentaban investigaciones por corrupción.
“El presidente –quien también está sujeto a las leyes, al igual que
cualquier ciudadano– no está exonerado de la responsabilidad penal
derivada de sus actos”, escribió Mello en su decisión, publicada en el
portal del máximo tribunal.
Al anunciar su renuncia el 24 de abril, Moro sostuvo que Bolsonaro le
comentó en múltiples ocasiones que quería remplazar al jefe de la
Policía Federal con alguien que pudiera facilitar el acceso a
investigaciones y reportes de inteligencia.
La semana pasada, el fiscal general Augusto Ara pidió a la corte
suprema abrir una investigación sobre las acusaciones hechas por Moro,
quien ganó prominencia como juez al encabezar la investigación
anticorrupción Lava Jato, en la cual, sin prueba alguna, condenó a la cárcel por corrupción al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Moro renunció cuando Bolsonaro destituyó al director general de la
Policía Federal. El presidente aseguró que el funcionario había
renunciado, pero Moro sostuvo que no era cierto y que no había aceptado
renuncia alguna.
En un discurso el día que renunció el ministro de Justicia, Bolsonaro
negó querer enterarse sobre las investigaciones en curso, pero no
respondió a la acusación de que quería un sucesor que le brindara
información.
La pesquisa criminal y la renuncia de Moro amenazan con debilitar a
Bolsonaro, según analistas, en momentos en que ya ha sido atacado por
oponerse a declarar medidas para controlar la propagación del Covid-19,
enfermedad que describe como una
gripita.
Ap y Afp
Periódico La Jornada
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