Rusia reconoce a Parra como líder del congreso
Ambos opositores convocan para hoy a sesión en el recinto legislativo
▲ Los opositores venezolanos Luis Parra (a la izquierda) y Juan Guaidó
(a la derecha) se presentaron ayer en ruedas de prensa por separado, en
las cuales cada uno se proclamó presidente de la Asamblea Nacional.
Caracas. Nadie dio un paso atrás en Venezuela. Luis
Parra, electo el domingo como nuevo presidente de la Asamblea Nacional
(AN), dio una rueda de prensa donde ratificó su victoria con 81 votos
del total de los 150 diputados presentes, difundió un video de su
entrada al despacho presidencial del Palacio Legislativo, y afirmó que
sesionará este martes por la mañana.
Juan Guaidó, por su parte, volvió a señalar que la elección de Parra
fue fraudulenta, que él es quien preside la AN como fue decidido en la
sesión que se dio el domingo en la noche en la sede de un periódico, que
no existen dos AN sino una sola: la que preside. Anunció que este
martes sesionará en las instalaciones del Palacio Legislativo.
Las declaraciones de Parra y Guaidó ratificaron el escenario ocurrido
durante la jornada del domingo, cuando Guaidó perdió la presidencia de
la AN y convocó a conformar otra que, según afirmó, sería la única y
auténtica.
La cristalización discursiva tuvo sus correlatos internacionales.
Parra fue reconocido como presidente legítimo de la AN por gobiernos
como el de Rusia. Guaidó fue nuevamente reconocido por varios de quienes
que lo apoyaron desde su autoproclamación presidencial el pasado 23 de
enero, como Estados Unidos, Alemania, Gran Bretaña y países del Grupo de
Lima.
El respaldo estadunidense a Guaidó ratificándolo como presidente del
Legislativo y presidente encargado, fue dado a través de diferentes
actores, como el vicepresidente Mike Pence, el secretario de Estado Mike
Pompeo, el director de la USAID [Agencia Estadunidense para el
Desarrollo Internacional], Mark Green, y el encargado de la operación
Venezuela, Elliott Abrams, quien calificó los sucesos como una victoria
política de Guaidó.
Este último destacó que sólo existe una AN, aquella presidida por
Guaidó, y destacó un elemento central: el desconocimiento que harán de
toda elección que sea convocada por el gobierno de Nicolás Maduro.
Las palabras de Abrams sobre la cuestión electoral anticiparon cómo
será el próximo escenario de disputa electoral con las elecciones a la
AN que tendrán lugar este año.
En efecto, como ha sido repetido desde el año pasado por Maduro, este
2020 estará enmarcado por las elecciones legislativas. Las últimas
parlamentarias tuvieron lugar en 2015, dando la victoria a los sectores
de oposición. Parra se refirió este lunes al próximo paso que darán en
esa dirección desde la AN: la elección del Consejo Nacional Electoral
(CNE).
El actual escenario conformado después del domingo, ratificado por la
administración de Donald Trump, ya permiten anticipar lo que podría
suceder: el gobierno estadunidense y, en consecuencia, Guaidó, no
reconocerán al nuevo CNE, a la convocatoria de las elecciones, a su
realización y posterior resultado.
El escenario sería similar a las elecciones presidenciales de 2018,
cuando parte de la oposición participó, mientras otra se abstuvo y
utilizó ese punto de apoyo para comenzar a preparar el desconocimiento
del presidente y la ingeniería del gobierno paralelo con Guaidó a la
cabeza.
Existe, sin embargo, una diferencia grande con aquella ocasión: la
oposición ha tenido una ruptura mayor a partir del domingo. No solamente
se han alejado de los sectores golpistas aquellos que ya tenían un
espacio de conversación con el gobierno expresado en la Mesa Nacional de
Diálogo, sino diputados de partidos que eran parte del bloque
encabezado por Guaidó.
Esta nueva configuración ha comenzado a dar forma a tres espacios
políticos. Uno, el chavista, sin divisiones visibles dentro de la
dirigencia. El segundo, con Guaidó a la cabeza, alineado a la estrategia
golpista, con bloqueo económico y operaciones paramilitares, conducido
por Estados Unidos. El tercero con dirigentes como Parra o Javier
Bertucci, con volumen político creciente, en conversaciones con el
gobierno y al frente de la AN en el Palacio Legislativo.
Aún no se sabe en qué mes del año serán las elecciones legislativas, aunque se anticipa que podrían ser en el primer semestre.
Esta situación pone al sector encabezado por Guaidó en un escenario
contra las cuerdas: una nueva elección lo dejaría con menos espacio aún
del que posee a nivel nacional. Su única fuerza sería lo que pudiera
hacer Estados Unidos, tanto en los ataques financieros como en los
intentos de asaltos a cuarteles, como el que ocurrió a finales de
diciembre cerca de la frontera con Brasil.
Las sesiones convocadas el martes por Parra y Guaidó en el mismo
hemiciclo anticipan un nuevo escenario de tensión. Guaidó necesita
generar acontecimientos para no regresar al espacio de poca relevancia
mediática, de calle y pérdida de credibilidad que tuvo en los últimos
meses de 2019.
Su posibilidad de hacerlo dependerá, en gran parte, de la inyección
de recursos, estrategia, y de la urgencia que provenga del gobierno
estadunidense, el Estado profundo y los tiempos electorales.
¿Estados Unidos prioriza lo que sucede en Venezuela en vistas del
conflicto abierto y creciente en Medio Oriente? A juzgar por el impacto
en los precios petroleros y posibles acciones que podrían ocurrir en el
Golfo de Omán entonces sí. Venezuela es la reserva estratégica petrolera
de Estados Unidos, a tres días de sus costas. Ninguna pieza está
aislada de la gran disputa geopolítica actual.
Foto Afp
Marco Teruggi
Página/12, Periódico La Jornada
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