Entrevista a Renán Vega Cantor de la Universidad Pedagógica Nacional (Bogotá-Colombia)
M.H.: Quinto día de manifestaciones y paro cívico ¿qué nos podés comentar?
R.V.C.:
Lo que está sucediendo en Colombia en los últimos días es histórico y
sorprendente. Para habitantes de otros países como Argentina donde son
frecuentes las movilizaciones, las protestas, los bloqueos de calle,
puede parecerles algo normal y que estamos exaltando demasiado lo que
está pasando. Pero si nos ubicamos en la historia colombiana la
situación es diferente.
Lo que estamos viviendo hoy es el
movimiento de protesta más importante en Colombia en 42 años, si nos
referimos al movimiento de protesta de 1977 cuando se presentó el primer
paro cívico nacional. Es radicalmente nuevo por varias circunstancias,
una primera tiene que ver con la prolongación, difícilmente en Colombia
un movimiento se prolonga más de dos días. Ya eso es extraordinario.
Además, este se prolonga más de dos días incluyendo fines de semana,
cuando normalmente las protestas desaparecen, aunque han sido constantes
en muchos lugares del territorio.
Un segundo elemento es que
se han introducido nuevos repertorios de protesta que en Colombia nunca
se habían usado como, por ejemplo, los cacerolazos, eso es nuevo y ha
sido la continuación de las importantes movilizaciones como la que se
presentó el jueves pasado donde salimos a las calles millones de
colombianos.
Un tercer elemento es que se rompió el miedo,
porque en la historia colombiana todas las movilizaciones suelen ser
criminalizadas, pero no solo desde el punto de vista verbal sino real,
práctico, con encarcelamientos, juicios arbitrarios, desapariciones,
asesinatos. Una constante que se ha presentado siempre y esta no ha sido
la excepción, incluso se recurrió a un mecanismo que en Colombia ha
existido siempre, pues días antes a que comenzara el paro fueron
allanados sindicatos, centros culturales, fueron detenidas y
judicializados algunas personas con la finalidad de causar miedo para
evitar la movilización. Pero la movilización ha continuado a pesar de la
represión que se ha presentado.
Una cuarta novedad es que por
primera vez, al menos en lo que yo conozco en Colombia, es una
movilización que desborda los espacios tradicionales y los sujetos más
conocidos. Ya no solamente es una marcha lo que se suele hacer aquí,
porque a veces se confunden las marchas con los paros, que son marchas
que se dirigen a las plazas principales de la ciudad y luego se
desmovilizan; sino que estamos hablando de movilizaciones muy variadas
en barrios populares que se hacen de manera espontánea y donde
participan múltiples sujetos: jóvenes, desempleados, trabajadores de
clase media; es una composición muy variopinta.
Lo más
importante es que se ha roto el miedo y yo diría que está terminando la
hegemonía del uribismo paramilitar en la sociedad colombiana y en la
sociedad colombiana urbana. Y eso se pone de presente en las consignas
que se han agitado, en las denuncias y en lo que se está empezando a
consolidar en esta movilización.
M.H.: Es importante el rol
de los sectores urbanos porque recuerdo esa participación en los años
´70 y ´80 pero hacía muchos años que el peso de la movilización lo tenía
el campesinado o los sectores indígenas, y lo que estamos viendo aquí
es una participación generalizada de sectores populares urbanos en las
manifestaciones.
El miedo y el terror han sido desbordados por la radicalidad de la movilización
R.V.C.:
Sí. En Colombia ha habido movilizaciones a pesar de la violencia, los
asesinatos y secuestros. Pero ninguna había tenido la magnitud que tiene
esta. Estamos viendo el resultado de un acumulado de distintas luchas
durante 20 años que se han dado de manera muy localizada por parte de
los estudiantes, indígenas, campesinos, de los profesores de la
educación básica y media. Pero generalmente estas protestas se daban de
manera aislada y por importantes que fueran enseguida se apagaba su
impacto.
Ahora estamos viendo algo radicalmente nuevo y
distinto en la sociedad colombiana, se emparenta esta lucha con lo que
se está viviendo en otros países del continente. Y es una protesta en
todos los sectores de la ciudad, no solo en las zonas céntricas, incluso
se han dado cacerolazos en sectores de clase media alta, de la pequeña
burguesía, porque es expresión de la indignidad que hoy recorre a la
sociedad colombiana y eso genera indignación.
Eso se expresa de
distintas maneras, con distintos repertorios pero apunta a una serie de
problemas típicos de la sociedad colombiana. A mí me parece, que sin
demeritar el despertar de la sociedad chilena es tanto o más importante
que lo que está sucediendo aquí, por un factor adicional que siempre hay
que recalcar, que en todos esos países la violencia física es
relativamente controlada, hay más bien una violencia simbólica (por lo
menos hasta antes del estallido reciente de las protestas en Chile),
claro hay represión pero aquí estamos hablando de represión
institucional, estructural, hablamos de decenas, centenas o miles de
muertos de gente que ha protestado en este país.
Y eso lo vemos
claro en el mismo paro, en el día de ayer murió un joven estudiante de
un disparo que le hizo el ESMAD en medio de una protesta sumamente
masiva. Eso pone de presente un aspecto que se esbozaba incluso antes
del paro, el desmonte de un terrible escuadrón anti disturbios de las
fuerzas represivas del Estado colombiano que ha causado decenas de
asesinatos desde que fue creado hace 20 años.
Esa era una de
las reivindicaciones anteriores al paro que se ha reforzado con este
hecho que se acaba de presentar ayer lamentablemente, en el mismo día en
que este joven estudiante de escuela pública se debía graduar. Le
dieron un grado póstumo. Pero hay otro hecho que es el asesinato de
líderes sociales, guerrilleros y hechos infames como el que sucedió hace
unos 2 meses, un bombardeo del Ejército colombiano donde fueron
masacrados 18 niños en el sur del país.
M.H.: Que motivó la renuncia del Ministro de defensa Botero.
R.V.C.:
Estuvo relacionado con eso, pero es para demostrar el carácter asesino y
el terrorismo de Estado de este país que no tiene parangón en el
continente. Eso realza precisamente la magnitud y la importancia de la
protesta que se está presentando. Porque el miedo y el terror no es que
no se hayan usado en esta coyuntura, pero han sido desbordados por la
radicalidad de la movilización, una movilización que está por supuesto
en construcción, que supera a los dirigentes pero que esperamos que
mantenga alguna organización y que puedan incluir a los nuevos sectores
sociales que nunca se habían movilizado antes. Tenemos una coyuntura muy
importante que no sabemos en este momento para dónde puede ir.
M.H.: ¿Qué rol ha jugado el Comité nacional del paro?
R.V.C.:
Hay que decir que ese Comité ha sido importante en aglutinar las
demandas, en hacer el planteamiento de una movilización organizada y
unificada, pero generalmente yo creo que ellos están sorprendidos porque
generalmente en el país siempre se confundía una marcha con un paro,
aquí se le llamaba marcha a las que se realizaban durante ese día
durante 3 o 4 horas hacia las plazas de las principales ciudades.
Pero ahora realmente vimos un paro porque se paralizó la actividad
económica y la actividad productiva más bien de manera forzosa, porque
tenemos una clase trabajadora muy debilitada y fraccionada,
prácticamente la clase obrera industrial está desaparecida, la
influencia sindical se da en sectores de servicios como los de la salud,
o el docente, pero esta movilización desbordó a esos mismos dirigentes,
porque las demandas que plantearon cobijan a grandes sectores de la
sociedad colombiana.
Son demandas relacionadas con el empleo,
con las terribles ofertas laborales que están por debajo del salario
mínimo legal establecido, reformas tributarias que exoneran al gran
capital y las grandes empresas. Son un conjunto de demandas que han
tocado a diversos sectores sociales.
Yo creo que es importante
que se mantenga ese Comando nacional del paro, porque una táctica que se
suele usar en Colombia por parte del Estado y las clases dominantes es
dividir, empezar a ofrecer cosas a sectores particulares por separado,
por regiones, por gremios, y así ha mantenido su dominio hasta el día de
hoy. Esperamos que por las grandes movilizaciones, por el nivel de
movilización y radicalidad de la movilización esto no se dé y se logre
mantener la unidad de los realizadores del paro.
M.H.:
Quería consultarte por la cantidad de asesinatos, tengo 150 ex
combatientes y en el primer año del gobierno de Duque, 236 líderes
sociales y de DD HH en el momento en el que se cumplen los 3 años de la
firma del acuerdo de paz entre las FARC y el gobierno colombiano un 24
de noviembre de 2016. ¿Qué podés comentarnos al respecto?
R.V.C.:
El Estado colombiano logró su objetivo que era desmovilizar y desarmar a
las FARC. No ha cumplido prácticamente con nada de lo que había firmado
y para completar han asesinado a los guerrilleros desmovilizados. Desde
ese punto de vista ha sido un fracaso para el movimiento popular, pero
ha sido un triunfo para las clases dominantes y el Estado. Ellos
pensaban que con eso iban a lograr la simple desmovilización. Pero queda
claro que las reivindicaciones de la paz iban más allá e involucraban a
importantes sectores de la sociedad colombiana que hoy están pidiendo
que se respete la vida de los desmovilizados, que se cumplan los
acuerdos y se juzgue a los responsables de los crímenes donde emerge el
paramilitarismo en alianza con las FF AA y las clases dominantes. Eso es
lo que está en el terreno de la discusión.
Estamos hablando de
un paro que no implica solamente reivindicaciones económicas sino
aspectos políticos, aspectos fundamentales de la sociedad colombiana
como es el de tener derecho a vivir en paz, y eso es lo que nos han
robado las clases dominantes de este país, por eso matan a diario,
desaparecen a diario, en medio de un ambiente en el que se sigue
hablando de paz, pero en realidad es la paz de los sepulcros lo que se
ha impuesto en la sociedad colombiana.
M.H.: Esperemos que la movilización continúe y ver fuera del gobierno al uribismo.
R.V.C.: Eso es lo que se está planteando, justamente, como algo novedoso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario