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domingo, 6 de octubre de 2019

Por una perspectiva independiente de lxs trabajadorxs

Un nuevo Bonaparte en Perú

Como con el huayno, la marinera o el reguetón, pareciera que la crisis política está destinada a no dejarnos. Y es que la disolución del Congreso de la República por parte del presidente Vizcarra, si bien es verdad, “conecta con el sentir de la población”, pues no resuelve el problema de fondo. Es comprensible la algarabía del anti aprofujimorismo ya que éste movimiento ultraconservador y mafioso, que ha gobernado o co-gobernado durante casi 35 años, se ha ganado a pulso el odio popular. No obstante, no hay que perder de vista que la corrupción es del sistema político capitalista en su conjunto, que no solo involucra al Parlamento, sino también al Ejecutivo (que con el affaire Lavajato tiene a los últimos cuatro presidentes “embarrados”) y al Poder judicial.
La oposición fujiaprista armó minuciosamente su Plan conspirativo para vacar al mandatario populista y liberal. Este comprendía la apelación a la comunidad internacional con la Comisión de Venecia y la OEA, para curarse en salud, y re articular su correlación de fuerzas con la captura del poder legislativo con Pedro Olaechea como presidente, así como mantener el apoyo de la CONFIEP, de un sector del mundo académico y del movimiento conservador “con mis hijos no te metas”, a la vez que planteaba una finta de “negociación política” con el Ejecutivo sobre la reforma de adelanto de elecciones con el fin de ganar tiempo y aplicar el factor sorpresa.
Pero la sorpresa se la llevó el fujiaprismo cuando Salvador Del Solar irrumpió en el Pleno del Parlamento demandando su derecho constitucional a plantear la cuestión de confianza logrando finalmente que le den la palabra por diez minutos.
Y aunque la oposición política (que rechazó la presencia constitucional del premier), argumenta que la disolución del primer poder del Estado es ilegal, pues, Vizcarra, en su mensaje a la nación, declaró que, “… Hemos hecho todo lo que estaba en nuestras manos para avanzar de manera concertada con el Parlamento. Sin embargo, es claro que la obstrucción y el blindaje no cesa ni cesará a la hora de defender la corrupción, por lo que no habrá acuerdo posible en ese punto…Hoy, hemos presentado la tercera cuestión de confianza…Nuestro proyecto de ley busca generar un mecanismo más transparente y participativa ante en la elección de los miembros del TC para evitar las repartijas y la utilización de las instituciones para que unos pocos no se sirvan de él…Ante la denegación fáctica de la confianza, y en respeto irrestricto de la Constitución Política del Perú, he decidido disolver constitucionalmente el Congreso y llamar a elecciones de congresistas de la República. Este es un acto constitucional previsto en el artículo 134 de la Constitución…”, (Mensaje a la Nación 30/09/19), cuestión que generará debates jurídicos entre ambas partes, en los Mass Media, mientras el inquilino de Casa de Pizarro, acelera el programa de organización de las elecciones, con el fin de oscurecer a la “vicepresidenta” y ahora, al estilo “Guaidó”, nueva “presidenta de la República” ungida por un Congreso que tiene el rechazo del 90% de la población.
No obstante, lo que interesadamente no señala Vizcarra es que él mismo tiene “anticuchos” por corrupción con los casos Chincheros, CONIRSA (Odebrecht), etc. y fue él quien antidemocráticamente aprobó los DS 345/237 que dan pie a una mayor precarización del trabajo, la privatización del agua, los hospitales públicos, y por los cuales ha recibido el rechazo de las centrales sindicales.
Como señalamos en las ediciones de nuestra modesta revista La Abeja, “…De aceptar el mandatario la extorsión política, se desgastaría rápido y podría acabar vacado…De no ceder también, al menos que movilice a las masas por el cierre del Congreso…”, (“¿Doble poder en Palacio?, La Abeja, edición nro. 07). “Por esta razón, hay quienes piensan que toda esta guerra política en las alturas es una farsa. Es cierto que son contradicciones secundarias, pero no hay que olvidar que las contradicciones con Sendero terminaron siendo antagónicas. Y es que, entre los dos bandos en pugna por el poder político, existe mucha desconfianza por el tema anticorrupción e intereses propios, que, sumado a las aspiraciones de Araoz por ser presidenta, alimentan la crisis…Si apela a la cuestión de confianza, el Congreso podría disolverse sin hacerlo. Y si no lo cierra y se mantiene el impasse, se desgastan políticamente. Y el Legislativo, puede vacar a Vizcarra sin que lo logre…Vizcarra tiene todavía el apoyo de las FF.AA. los GOREs y la embajada yanqui…”, (¡Que se vayan todos! ¿Quiénes vienen? Huelga Nacional Minera, La Abeja, edición nro. 08).
Además, es importante subrayar que el desarrollo de la crisis política en las alturas no se da en un cielo sereno sino en medio de una situación de convulsión social, con conflictos sociales por doquier, una destacada movilización de más de 20 mil pobladores contra la privatización del agua, y con la victoria parcial del pueblo tambeño contra “Tía María” y la victoria mediática de la Huelga nacional minera que “sacudió” el pensamiento conservador de varios jóvenes y trabajadores plebeyos. Y en verdad, la misma movilización nacional por el cierre del Congreso, aunque distorsionada por el liderazgo del mandatario, pues, tiene algunos componentes sindicales/populares, que comprenden que la derrota del fujiaprismo se debe también a su fuerza y ahora “le exige a Vizcarra que también se vaya” como había prometido.
Por otro lado, es necesario enfatizar que de la resolución de la crisis por arriba no le depara nada positivo a lxs trabajadorxs. Al contrario, con la apertura del nuevo escenario y la victoria del vizcarrismo sobre el Congreso (éste va a resistir y tratar de dividir a las FF.AA. movilizando a un sector conservador de la población), asistimos al desarrollo de un nuevo “Bonaparte” que asumirá el control de todo el poder del Estado burgués (expresado en el apoyo de las FF.AA. y FF.PP., el capital financiero y le embajada yanqui), y que seguirá gobernando para la patronal y el imperialismo (a pesar que la CONFIEP todavía apoya al Congreso y que éste va apelar a maniobras legales como la renuncia de Araoz a la vicepresidencia), ahora con el “entusiasmo de un sector de la población”, que lo ve como un líder que “lucha contra la corrupción”, cuestión que será reforzada con las declaraciones de Barata sobre los “codinomes”, y que puede llegar (como viene haciendo con la detención de Aduviri), a desarrollar una represión selectiva de varios dirigentes sindicales y sociales.
En otras palabras, Vizcarra, “gana y pierde a la misma vez”. Gana porque capitaliza políticamente el descontento y ahora va a poder manejar corporativamente el poder, pero a la vez “pierde” porque ya no va a poder utilizar su retórica contra el Congreso (aunque va a seguir existiendo la Comisión permanente controlada por el aprofujimorismo) para encandilar a las masas y va a tener que dar soluciones a los conflictos sociales y a los problemas nacionales como “Tía María”, huelgas en el corredor minero del sur, la reconstrucción del norte, etc.
Así las cosas, pasamos de un gobierno semibonapartista a uno bonapartista (más personalista y como preámbulo a gobiernos más críticos, fascistas o extremistas), que tiende a extenderse al régimen político en su conjunto para superar la crisis, pero que contradictoriamente, lo va a exponer más y cuyo development estará en función de las contradicciones de la crisis capitalista mundial, la guerra comercial entre China y EE.UU., caída de la demanda de materia prima y las explosivas contradicciones nacionales (crecimiento y a la vez 43.5% de niñxs con anemia, crisis del régimen económico extractivista, feminicidios, marchas contra la privatización del agua, ceses colectivos, nuevo auge del movimiento estudiantil, etc.). El bonapartismo tiene su historia en Perú con gobiernos como el de Luis Sánchez Cerro o Juan Velasco Alvarado.
“…ambos, Presidente Martín Vizcarra y mayoría fujimorista política en el Congreso, desarrollan los mismos contenidos de precarización y empobrecimiento de los trabajadores peruanos. Hace poco esa mayoría que hoy es blanco de críticas por parte de Martín Vizcarra, extendió el Régimen Especial Agrario que le niega derechos y protección a los trabajadores del campo, coincidiendo el Congreso con las medidas que el Presidente viene impulsando en su Política de Competitividad, es decir, más desigualdad y marginalización de los hombres y mujeres humildes del Perú…”, redactó la Federación Minera (Comunicado Nro. 20).
Y en efecto, ambas castas políticas, tienen diferencias por el control del poder político y la “lucha contra la corrupción”, pero en la práctica, ambas sirven a las transnacionales. Por eso es que en todo el período de gobierno PPK/Vizcarra hasta la actualidad, el Legislativo le aprobó al Ejecutivo 210 decretos leyes (“Sobre el obstruccionismo de Fuerza Popular”, Martín Tanaka, 08/09/19), a favor de la Elite, entre estos la Ley N° 27623 de devolución de impuestos a las transnacionales mineras por un promedio de 15 000 millones de soles. Es por esta razón, que el Ministro de Economía, Carlos Oliva, reconoció que “en el MEF hemos tenido una buena relación con el Congreso” (Gestión, 05/09/19).
En este contexto, la Asamblea abierta de la FNTMMSP, como parte de la lenta recomposición obrera y del nacimiento de un nuevo sindicalismo combativo, juega un rol fundamental, si es que logra acordar junto con los demás sindicatos combativos (como Textiles, SUTESAL, Construcción, Ripley, etc.) y gremios estudiantiles y sociales en conflicto, dar una salida a la crisis con su propio programa esbozado en la Plataforma de Lucha, y liderar a los millones de trabajadorxs que no están ni con Vizcarra ni con el aprofujimorismo (solo un promedio de 7000 personas hubo ayer lunes frente al Congreso), y que para agarrar cuerpo urge del desarrollo de un Frente único, con su propio Plan de Lucha que organice Asambleas abiertas en todas las regiones del país, que desemboque en un Encuentro Nacional en Lima lo más pronto posible. La dirección de trabajadorxs minerxs tiene toda la autoridad política y moral para hacerlo.

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