Memphis, Tennessee. Un reportero
salvadoreño que recientemente fue liberado por las autoridades
migratorias, dijo ayer que permaneció 15 meses recluido en instalaciones
plagadas de insectos y que debía ducharse con agua fría de una
manguera.
Manuel Durán relató en conferencia de prensa lo que describió como
condiciones inhumanas en las instalaciones migratorias ubicadas en
Luisiana y Alabama.
Durán salió del centro de detención de Alabama la semana pasada
después de pagar su fianza mientras las cortes inmigratorias sopesan su
petición de asilo.
El periodista fue arrestado el 3 de abril de 2018 mientras cubría una
protesta en Memphis en contra de las políticas migratorias. Los
manifestantes habían bloqueado una calle frente a un tribunal en el
centro de la ciudad en el 50 aniversario luctuoso del reverendo Martin
Luther King Jr.
Con posterioridad se le retiraron los cargos relacionados con la
protesta, pero al salir de la cárcel fue detenido por agentes de
migración, por una orden de deportación pendiente de 2007 cuando no
compareció ante la corte. Durán dijo que no recibió una notificación
para presentarse con fecha y hora.
El periodista ha vivido en Memphis durante años. Dirigió el sitio noticioso Memphis Noticias
y reportaba sobre los efectos de las políticas migratorias
estadunidenses en la comunidad latina. Los abogados de Durán habían
dicho que llegó a Estados Unidos sin autorización en 2006 después de
recibir amenazas de muerte por informar sobre la corrupción en El
Salvador.
Crueldad innecesaria
El periodista emitió un comunicado en el que cuestionó su
detención y criticó las políticas de Estados Unidos de arrestar a
migrantes que no tienen permiso para estar en el país y por separarlos
de sus familias mientras busca deportarlos.
He visto la crueldad de la detención masiva de inmigrantes en carne viva, y es innecesaria e inhumana, dijo.
Las raciones de comida eran pequeñas en los centros en donde fue
detenido, señaló. Las instalaciones estaban plagadas de arañas y
cucarachas, y durante dos meses los que están en el centro del condado
Etowah sólo contaron con mangueras para ducharse, agregó.
En Etowah
inexplicablemente durante dos semanas tuvimos la calefacción al máximo de su capacidad, esto en días de verano; es difícil dormir.
Durán también dijo que no había instalaciones recreativas en Etowah y que los detenidos
estuvimos encerrados sin poder ver la luz del sol.
Esta experiencia ha sido muy difícil para mí y para mi familia, en lo sicológico y en lo económico, agregó.
Siento que mi vida ha dado un giro de 180 grados y sigo intentando adaptarme.
Ap
Periódico La Jornada
No hay comentarios:
Publicar un comentario