Denunció abusos de los militares que vigilan las favelas de Río de Janeiro desde hace un mes
La también activista recibió cuatro disparos en la cabeza; su chofer falleció en el ataque
Es un atentado
inadmisible, señala Temer
Lula condena el
golpe a la democracia
Una multitud se congregó ayer afuera de la oficina municipal, en Río de
Janeiro, para despedir a la activista, asesinada la noche del miércoles
Marielle Franco, popular concejal de Río de Janeiro del Partido
Socialismo y Libertad (PSOL), quien denunció la acción de policías
militares en las favelas de esta ciudad, fue asesinada la noche del
miércoles de cuatro disparos en la cabeza, informó la policía este
jueves.
El crimen conmocionó a Brasil, provocó protestas multitudinarias y
reacciones virales en redes sociales, además de que planteó dudas sobre
la efectividad de la seguridad pública a cargo de las fuerzas militares
desde hace un mes en esta ciudad, por orden del gobierno del presidente
Michel Temer.
El ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva declaró que el homicidio de Franco fue un golpe a la democracia del país.
Temer calificó el asesinato de
inadmisibley lo consideró un
atentado contra la democracia y el estado de derecho.
El ministro de Seguridad Pública, Raul Jungmann, condenó
el crimen bárbaro que trata de silenciar a una persona que defendía a las comunidades de Río, pero se abstuvo de hablar de posibles culpables.
Miles de ciudadanos, políticos y diversas personalidades expresaron
su dolor por la muerte de la concejal, de 39 años, y de su chofer,
Anderson Pedro Gomes; ambos recibieron al menos nueve tiros cuando se
desplazaban en un vehículo por el centro de Río. Una asesora de Franco
sobrevivió y pudo declarar cómo ocurrieron los hechos.
La tarde de este jueves, el féretro fue conducido al cementerio de
Cajú con la familia de Franco, mientras en el centro de Río, los
manifestantes, muchos vestidos de negro, fustigaron a la Policía Militar
(PM), acusada frecuentemente de abusos y de corrupción, y pidieron el
fin de la intervención que Temer decretó hace un mes para frenar una ola
de inseguridad.
Franco denunció un incremento de la violencia policial en las
favelas. Hace dos semanas, Franco asumió la función de relatora de la
Comisión de la Cámara de Concejales de Río, creada para vigilar la
actuación de las tropas a cargo de la intervención, algo sin precedente
desde el retorno de la democracia, en 1985.
La concejal de Río de Janeiro Marielle Franco, en imagen de archivo.Foto Xinhua
El 10 de marzo la concejal denunció en las redes sociales una operación policial en la favela de Acarí.
Con la presencia del músico y escritor Chico Buarque frente a la
Asamblea Legislativa del Estado de Río de Janeiro, la multitud estalló
en gritos de
Fuera Temer. Las protestas se extendieron a ciudades como Sao Paulo.
No acabó, debe acabar, yo quiero el fin de la Policía Militar, coreaba la multitud. El compositor y cantante Caetano Veloso entonó en Twitter:
Estoy triste, tan triste, muy triste, guitarra en mano.
De las pocas veces que me falta la voz (...) Toda muerte me mata un poco. Mujer, negra, lesbiana, activista, defensora de los derechos humanos. Marielle Franco, su voz tendrá eco en nosotros. ¡Gritemos!, escribió la cantante brasileña Elza Soares.
La ola de repudio fue creciendo conforme las horas pasaban y trascendió las fronteras de Brasil en el transcurso de la jornada.
Repudio de Evo Morales
Figuras políticas como el presidente de Bolivia, Evo
Morales, y la ex gobernante de Argentina Cristina Fernández de Kirchner,
también condenaron el asesinato, al igual que el Alto Comisionado de
las Naciones Unidas en Brasil y la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH).
Exigimos que Brasil realice una rápida y efectiva investigación que establezca las responsabilidades materiales e intelectuales del asesinato de la defensora de los derechos humano Marielle Franco, y sancione a los responsables, tuiteó la CIDH.
Muchos rindieron homenaje retuiteando publicaciones previas de la
concejala, quien un día antes denunciaba el homicidio de un joven en Río
de Janeiro y preguntaba:
¿Cuántos más tendrán que morir para que esta guerra acabe?
Foto Afp Ap, Afp, Dpa, Sputnik y Reuters
Periódico La Jornada
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