La derecha venezolana propone la dolarización
Question Digital
Hace pocos días, el
candidato de la derecha venezolana lanzó la propuesta de la dolarización
de nuestra economía, respaldado por su jefe de programa de gobierno que
está estrechamente vinculado a los mercados financieros del norte.
De cara a la campaña electoral, la oposición impone su conducta
irremediablemente demagógica y apuesta a engañar a la población con la
promesa de pago de salarios en dólares en el marco de la dolarización de
la economía nacional. Para ello se apoyan en los estragos provocados
por dólar todayy el incremento especulativo en la cotización de la
divisa estadounidense en el mercado “negro”. La trampa está dirigida a
quienes piensen que tener dólares a como dé lugar, incluso dolarizando
nuestra economía, le generará ganancias personales.
Como veremos a continuación, se trata de otra gigantesca estafa de la oposición.
Sumisión a Washington
La dolarización significa,en los términos más sencillos, la sustitución
del signo monetario nacional, el bolívar, por la moneda estadounidense.
Como es de esperarse, esto tiene múltiples y gravísimas implicaciones
para la nación.
Debemos recordar que a mediados del año 1944 en
Bretton Woods se establecieron los acuerdos para un orden económico
mundial bajo la hegemonía de los EEUU. A través del nuevo patrón dólar,
que sustituyó al patrón oro, el dólar estadounidense se convirtió en la
moneda mundial y en un instrumento para la expansión económica de los
EEUU.
Si el sistema monetario mundial fundamentado en el dólar
constituyó un medio para el expansionismo yanqui, no será difícil intuir
que la implantación de la divisa estadounidense como moneda nacional
nos convertiría en un apéndice de la economía, de los intereses y las
decisiones estadounidenses.
En este escenario, la soberanía
nacional se convertiría en una entelequia, cosa que no incomoda a la
derecha local caracterizada por su condición de dependencia congénita de
los factores de poder estadounidenses.
La misma élite que
promueve la guerra económica, ahora prepara el despojo de nuestra
riqueza. Los poderes fácticos, que ahora nos someten a sanciones
ilegales e infames con durísimas consecuencias para la población,
quedarían al mando de la económica nacional.
No sería posible
para ningún gobierno nacional implementar una política basada en los
intereses nacionales, sin que haya represalias contundentes por parte de
los EEUU. El bloque financiero que padecemos actualmente sería un juego
de niños frente al poder de coercitivo de la dolarización.
En
pocas palabras, seríamos una colonia, un territorio bajo la
intervenciónestadounidense, lo cual encaja perfectamente en los planes
geopolíticos de Washington de tomar control de nuestras reservas
petroleras y deshacerse de un gobierno que perturba profundamente su rol
hegemónico en el hemisferio.
¿Qué implica la dolarización en términos económicos?
Con la dolarización, las política monetaria y cambiaria quedarían bajo
el control de las autoridades económicas de los EEUU. El Banco Central
de Venezuela perdería sus facultades y desaparecerían las inversiones
sociales. En pocas palabras, las políticas económicas se decidirían en
Washington y servirían a las oligarquías.
Por otra parte, una
tarea indispensable de nuestra agenda económica como la diversificación
de la economía y de las fuentes de divisas a través de las exportaciones
no tradicionales, así como la sustitución de importaciones, perderían
un estímulo fundamental como es el establecimiento de una tasa de cambio
competitiva. En contraste con la inmensa mayoría d los países del
planeta, no contaríamos con la política cambiaria para fomentar la
producción y, por cierto, tampoco para corregir desequilibrios externos.
Asimismo, como se ha observado en estos procesos, la
dolarizacióntiene un fuerte efecto contractivo de la producción con sus
nefastos impactos sobre el empleo y los salarios. A esto se suman graves
trastornos financieros y bancarios. Si el propósito es salir dela caída
productiva actual, es obvio que esto no ocurrirá a través de la
dolarización.
La vulnerabilidad de la economía nacional se
elevaría exponencialmente. Nuestra economía quedaría mucho más expuesta a
los vaivenes de los precios del petróleo.La volatilidad de los ingresos
petrolerosse le trasladaría plenamente al desempeño económico nacional y
las fluctuaciones económicas no contarían con mecanismos para su
amortiguación.
Los dolarizadores esgrimen que se generaría
confianza en los inversionistas extranjeros. En realidad, se desataría
la más salvaje voracidad de los capitales transnacionales, que
participarían en el remate de los activos de la nación a precios de
“gallina flaca”,después de haber sido devaluados por la dolarización. En
realidad, no se pretende atraer inversiones, se persigue la
transnacionalización de la sociedad, la entrega de nuestras empresas, en
primer lugar, la de PDVSA.
¿Sobre quién caerá el peso social de la dolarización?
El principal argumento a favor de la dolarización es su capacidad casi
instantánea de frenar el alza de los precios que amenazan seriamente con
una hiperinflación. A la luz de la inflación galopante, esta propuesta
suena atractiva.
Sin embargo, la dolarización generaría un
escenario social desastroso y las peores condiciones para impulsar un
proceso de desarrollo en el largo plazo. El que tenga alguna duda al
respecto, que se vea en el espejo de la Argentina de Menem y Cavallo en
los 90, que sin llegar al extremo de dolarizar (aplicaron la Ley de
Convertibilidad, un escalón previo a la dolarización),quedó al borde de
la desintegración nacional como resultado de sus terribles consecuencias
económicas, sociales y políticas.
Conocemos los crecientes
efectos empobrecedores de la inflación, los cuales debemos contener y
revertir, pero la propuesta de dolarización equivale a matar al enfermo.
En tal sentido, la propuesta de dolarizar los salariosconstituye una
fórmula para atrapar incautos.
Ciertamente, en un esquema de
dolarización, los trabajadores reciben dólares por concepto de sus
salarios, pero el problema real no es la capacidad de compra de dichos
salarios. La trampa de los salarios dolarizados constituye una especie
de caramelo de cianuro, que aniquilará el ya menguado poder adquisitivo
de los salarios. Dirigiendo al país, el capital no va a sacrificar
ganancias a manos de los asalariados. Ni en bolívares ni en dólares las
oligarquías están dispuestas a otorgar salarios decentes.
Si
desde la oposición se oponen sistemáticamente a todo incremento salarial
que aprueba el gobierno bolivariano, qué se podrá esperar degobiernos
de derecha administrando las políticas salariales (en dólares o
bolívares).
Además, dolarizar es empobrecer a los amplísimos sectores de nuestra sociedad, que no tienen activos en dólares.
Por otra parte, el incremento del desempleo agravaría una situación ya
muy comprometida, todo ello sin la posibilidad de activar al Estado con
inversiones sociales y políticas de incremento salarial.
La
dolarización no solo aumenta la pobreza existente, sino que también
genera un incremento escandaloso de las desigualdades entre ricos y
pobres, entre tenedores de activos en divisas -al frente de ellos los
nuevos dueños del país provenientes del extranjero- y la inmensa mayoría
desprovista de dólares.
La dolarización pone todo el peso de
la crisis sobre los hombros de las masas populares. Es una estrategia
del capital transnacional para la superexplotación de los trabajadores.
Sería una “medicina” mucho peor que el paquete envenenado del FMI.
Elecciones presidenciales: dolarización vs. chavismo
¿Qué hay detrás de la propuesta dolarizadora? ¿Con quién pactó Falcón?
Esta pregunta salta a la vista no solo por la sencilla evaluación de los
intereses yanquis, a los que sirve su propuesta económica, sino también
por el hecho de que paradolarizar la economía se necesitan dólares que,
por cierto, no los hay en el país.
Vale la pena preguntar: ¿Quién pondrá esos dólares? ¿A qué precio para la soberanía de la nación llegarán esos recursos?
A cambio de apoyo político y financiamiento, el candidato opositor se
compromete con factores transnacionales a la entrega de nuestra economía
y riquezas a través del esquema de la dolarización, todo ello con el
asesoramiento de lobistas muy bien posicionados en los centros
financieros de Nueva York.
En la propuesta dolarizadora de la
oposición se reflejan rasgos históricos y políticos fundamentales de la
derecha local. Se trata de una fuerza política, que responde a intereses
de las grandes corporaciones transnacionales y del Departamento de
Estado. Con sus políticas desde el gobierno en el pasado y la oposición
en el presente, la derecha ha demostrado estar abiertamente enfrentada a
los intereses del pueblo venezolano.
Hay una situación
económica muy grave en el país a causa de la guerra económica
-incluyendo el bloqueo financiero impuesto por los EEUU- y el
agotamiento del modelo rentista, pero eso no justifica bajo ninguna
circunstancia la dolarización de la economía con las desastrosas
consecuencias arriba expuestas.
Afortunadamente, dolarizar y
entregar la República a la voracidad del coloniaje no constituye la
única opción electoral para el próximo 20 de mayo. El chavismo
presentará un programa económico coherente e integral, que expresa los
intereses de nuestro pueblo.
Ese programa se pondrá en marcha
con la victoria del presidente Nicolás Maduro. A ello contribuirá un
horizonte político despejado por el respaldo democrático de una amplia
mayoría popular. Dicha mayoría proporcionará la tranquilidad y la
legitimidad política suficientepara encauzar correctamente los esfuerzos
económicos de la Revolución Bolivariana en función de derrotar la
guerra económica y superar el modelo rentista, frenar la inflación y
recuperar el aparato productivo nacional.
Una vez más queda
demostrado que el chavismo es la única fuerza política capaz de sacar al
país de la crisis sin condenar a las masas trabajadoras a una
permanente depauperación, sin entregar nuestra soberanía.
Jesús Faría, economista y político, exministro venezolano de Comercio Exterior e Inversión Extranjera y actual constituyente.
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