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sábado, 31 de marzo de 2018

“Puerto Rico permanece bajo dominación colonial”


La activista puertoriqueña Aurora Muriente explica los motivos por los que la lucha independentista quiere librarse del yugo estadounidense

CADTM

Aurora Muriente Pastrana, pertenece al Movimiento Independentista Nacional Hostosiano de Puerto Rico (MINH), una organización política de izquierda que se dedica a la lucha por la independencia y la soberanía nacional de Puerto Rico, así como a las luchas sociales, a la defensa de los derechos de los trabajadores y de los derechos humanos.
Nos cuenta porque se debe seguir hablando de “colonialismo” al respecto de Puerto Rico, ya que el presidente electo en Estados Unidos es quien gobierna sin que la colonia participe en esa elección.
¿Después de haber vivido durante más de 400 años bajo posesión colonial española, podemos seguir hablando de “colonización” para Puerto Rico o más bien de “neocolonialismo” estadounidense desde 1898?
En nuestro caso debemos seguir hablando de “colonialismo” y no de “neocolonialismo”. Puerto Rico es una nación caribeña que surge como resultado del complejo y contradictorio proceso de conquista y colonización de España en América y el Caribe. 405 años después de la llegada de los españoles, en 1493, y como resultado de la Guerra Hispano-Cubano-Americana de 1898, Puerto Rico pasó a manos de Estados Unidos como botín de guerra, junto a Cuba, Guam y Filipinas. Desde entonces Puerto Rico es colonia de Estados Unidos. Aunque en 1952 se dio la creación del Estado Libre Asociado (ELA) de Puerto Rico acompañada de una constitución propia y se presentó al mundo como un ejercicio de descolonización, ello no alteró la condición colonial del país. Puerto Rico es una nación pero no es un Estado nacional, pues carece de soberanía.
¿Cuál sería la diferencia principal de lo que era el Puerto Rico del siglo XIX comparado con el del siglo XXI?
El Puerto Rico del siglo XIX era un país mestizo con unas características culturales muy propias que lo diferenciaban del resto de las islas caribeñas, como Cuba y La Española. Lo conformaban principalmente familias criollas de origen español y de otros países europeos que se asentaron aquí; familias de origen africano, por la presencia de miles de esclavos y la influencia que quedó de nuestro pasado indígena. La economía se basaba principalmente en la agricultura. Durante ese siglo se libaron luchas importantes. En 1868 sucedió el Grito de Lares, insurrección armada en contra de España para declarar la República de Puerto Rico. En 1873 se abolió la esclavitud y a finales del siglo XIX cientos de puertorriqueños se trasladaron a Cuba, donde pelearon junto a los cubanos por la independencia de ambas islas en la llamada Guerra Necesaria de 1895, encabezada por el Partido Revolucionario Cubano (PRC) fundado por José Martí. A este proceso independentista cubano y puertorriqueño se incorporaron personajes tan importantes de nuestra historia como Ramón Emeterio Betances y Eugenio María de Hostos.
Posteriormente, tras la invasión militar de Estados Unidos, el proceso fue distinto. Nuestra población no es de origen estadounidense, así que somos una nación bajo dominación colonial por un país extranjero. Nos vincula a ellos una relación política y una historia caracterizada por los pasados 120 años de resistencia, pero no nos une a ellos lazos de origen étnico como tal de nuestra población. A diferencia de los puertorriqueños del siglo XIX que pelearon contra España, que muchos eran hijos o nietos de españoles, a partir del siglo XX la lucha fue en contra un país que es totalmente distinto a nosotros con una cultura distinta, con un idioma distinto. Hay un enfrentamiento mucho más fuerte entre ellos y nosotros.
La primera mitad del siglo XX bajo el dominio estadounidense estuvo marcada por el establecimiento de una economía de monoproducción azucarera, la población vivía en condiciones de extrema pobreza y la represión política a los obreros y al movimiento independentista fue brutal. A partir de la década de 1930, miles de puertorriqueños se vieron forzados a emigrar a Estados Unidos donde trabajaron en condiciones miserables en fábricas e industrias tras la Gran Depresión. A partir de la década de 1940 se instalaron numerosas bases militares estadounidenses en el país y se comenzó a utilizar nuestro territorio como campo de batalla para las prácticas militares, como ocurrió en las islas municipios de Vieques y de Culebra. Cabe señalar que en 1917 a los puertorriqueños se les impuso la ciudadanía estadounidense y desde entonces hasta la década de 1970 en Puerto Rico el servicio militar era obligatorio, provocando que miles de jóvenes boricuas participaran en las guerras en las que Estados Unidos se involucraba.
La segunda mitad del siglo XX comenzó con el surgimiento del Estado Libre Asociado (ELA) de Puerto Rico en 1952, que quiso proyectar una nueva situación política y que facilitó el enclave de un nuevo sistema económico industrial. El país se modernizó rápidamente conforme a los intereses económicos de Estados Unidos. El siglo XX también estuvo marcado por luchas importantes: huelgas de trabajadores, luchas por el derecho al sufragio universal y a los derechos de la mujer, por la excarcelación de nuestros prisioneros políticos, levantamientos armados por la independencia, lucha en contra de la militarización, luchas estudiantiles, ambientales, entre otras.
Actualmente, en el Puerto Rico del siglo XXI se vive el desgaste y el colapso del modelo político del ELA y del modelo económico establecido por Estados Unidos. También nos han impuesto una junta de control fiscal; ente externo creado para garantizar el pago de millones de dólares a los bonistas. Este siglo que corre está marcado por la crisis económica, la deuda y la emigración masiva a Estados Unidos. Estamos viviendo tiempos muy difíciles.
¿Difícil hablar de soberanía?
Absolutamente. De hecho, una de las razones por la que existe un deseo de que se resuelva nuestra situación política es precisamente por la falta de soberanía. En el año 1952, con la creación del Estado Libre Asociado (ELA) de Puerto Rico, el Congreso de Estados Unidos impuso una constitución y a partir de entonces hemos tenido un sistema político a la manera republicana con poderes ejecutivos, legislativos y judiciales. Sin embargo, todo nuestro ordenamiento está sujeto a las imposiciones que vengan desde el Congreso de Estados Unidos. Los gobiernos locales administran la colonia, pero no toman decisiones trascendentales, esas vienen directamente desde Washington. Como ejemplo de la falta de soberanía los puertorriqueños no tenemos derecho a una ciudadanía propia sino que somos ciudadanos estadounidenses por imposición congresional desde 1917. No tenemos ninguna representación en las instituciones estadounidenses como el Congreso, la Cámara y el Senado, salvo un representante denominado comisionado residente en Washington, que tiene voz pero no tiene voto en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos.
Tampoco tenemos derecho al voto presidencial, o sea que el presidente electo en EE UU es quien nos gobierna sin que Puerto Rico participe en esa elección. No tenemos embajadas ni diplomáticos, tampoco representación en las Naciones Unidas. Eso no es otra cosa que colonialismo. Nosotros, como independentistas, lo que deseamos es poder elegir a nuestro propio presidente, y a nuestro propio gobierno, crear un proyecto de país para el presente y para el futuro. Entendemos que la soberanía es un derecho fundamental para todas las naciones.
¿Cómo surgió la idea de recoger el nombre de Eugenio María de Hostos para su organización?
El Movimiento Independentista Nacional Hostosiano nació aproximadamente hace 15 años como resultado de la unión de dos organizaciones políticas, por un lado, el Congreso Nacional Hostosiano y por otro lado el Nuevo Movimiento Independentista Puertorriqueño. Viendo que había más coincidencias que diferencias, estas dos organizaciones decidieron unirse. Cuando hubo que decidir un nuevo nombre para la formación se mantuvo lo de hostosiano.
Eugenio María de Hostos era un personaje puertorriqueño muy importante del siglo XIX, un educador, luchador por la independencia de Puerto Rico contra España. Además, ayudó en el desarrollo de la educación en países como República Dominicana y Chile. Siendo una figura tan destacada en nuestra historia que combatió el imperialismo y el colonialismo se decidió acuñar su nombre como una reivindicación a su memoria.
Además de vernos reflejado en el espíritu de Hostos, también nos inspira Ramón Emeterio Betances. Es reconocido como el Padre de la Patria. Betances es otro personaje puertorriqueño muy importante del siglo XIX que luchó por la independencia de Puerto Rico contra España. Estuvo exiliado en Francia gran parte de su vida donde representó a los independentistas cubanos y puertorriqueños y planteó a todo un sector de revolucionarios europeos la necesidad de escuchar y respaldar lo que estaba sucediendo en ese tiempo en el Caribe. Nosotros tenemos una historia de hombres y de mujeres extraordinarios que reivindicamos para que no queden en el olvido.

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