Nos comportamos como ratas hambrientas: comimos todos los corn flakes y ahora vamos por el cartón de la caja. Así se describió al fracking, la técnica usada para extraer de la roca gas y petróleo de lutitas (shale). El excelente estudio se publicó en sólida revista científica, semanas antes de una reunión de articulistas de La Jornada (agosto 2013) con Pedro Joaquín Coldwell y colaboradores en la Secretaría de Energía para tratar la reforma energética. En febrero de ese año el científico J. David Hughes y la analista Deborah Rogers publicaron estudios, el primero sobre los serios límites geológicos y la segunda sobre la especulación financiera en Wall Street, en torno al negocio shale. Esos estudios fueron antecedidos por una investigación pionera sobre la
huella ecológicade las emanaciones de metano del gas shale, de R. Howarth, R. Santoro y Anthony Ingraffea, en Climate Change, 2011 que mostró que ¡la huella fracking en la atmósfera era 20 por ciento mayor a la del carbón! La promoción del shale desde la Casa Blanca y luego de Los Pinos, hacía agua por todos lados.
Pero, para mi estupefacción (aunque no sorpresa) fue desde ese paquete publicitario y no del dato duro de la ciencia y el análisis financiero, que se asentó el planteo privatizador del sector energético. El mensaje de fondo: que Estados Unidos estaba a punto de transformarse en una
nueva Arabia Sauditagracias al fracking, una
revolucionaria técnicaque permitíría la extracción por décadas de combustibles fósiles shale, un hidrocarburo
limpio, un puente hacia otro patrón energético. Era el mismo guión de la secretaria de Estado Clinton para impulsar el fracking y la base de la ecuación energética México-Estados Unidos usada para impulsar la reforma energética. En realidad era la última etapa de un largo proceso de desbaratamiento del sector petroeléctrico presente desde el arribo neoliberal al poder. ¿El objetivo?
Llevar Pemex y CFE a un punto de venta: platos apetecibles para el festín privatizador bajo auspicio del FMI-BM-BID a favor del capitalismo de amiguetes que ahoga la gestión pública en Estados Unidos y acá.
El diseño es traumático para el fisco y los trabajadores. Ahí están 32 de ellos muertos y 100 heridos por la explosión de la planta Clorados 3 del Complejo Pajaritos, privatizada de facto por medio de una Asociación Público-Privada del BM que impulsa el endeudamiento y la extracción de riqueza pública hacia privados alojados en la lista Forbes.
En este tenor y para analizar
La explotación de combustibles fósiles no convencionales en Estados Unidos y Canadá: lecciones para América Latina, se estará presentando hoy jueves 13 y mañana 14 de octubre, desde las 10 am hasta las 19 hrs, un coloquio internacional convocado por el Centro de Investigaciones Interdisiplinarias en Ciencias y Humanidades, de la UNAM (Torre II Humanidades, CU cuarto piso). En el acto, de acceso libre, participarán conferencistas y comentaristas nacionales y extranjeros, entre ellos Anthony Ingraffea, vía skype, analista de primera línea sobre el fracking, tema que estudia desde hace tres décadas. Es coautor, con sus estudiantes, de estudios pioneros en el uso de gráficos interactivos de un ordenador en mecánica computacional.
Tony Clarke, presidente del Instituto Polaris de Canadá, tratará temas multidimensionales vinculados a la explotación de las arenas bituminosas en Alberta. Sus libros reciben atención mundial y Seth Shonkoff, director ejecutivo de Healthy Energy, instituto sobre Ciencia y Política de la Energía quien lleva más de 15 años investigando agua, clima y salud pública, ahora se centra en problemas climáticos y de salud relacionados con la produccion de petróleo y gas en Estados Unidos y el extranjero.
Participa tambien Adolfo Maldonado, director del Área de Salud y Ambiente de la organización Acción Ecológica en Ecuador. Estudioso de la repercusión del petróleo sobre la población y el medio ambiente en la Amazonia y sobre el efecto de las fumigaciones del plan Colombia en las poblaciones fronterizas de Ecuador con Colombia, aborda el tema petrolero de Ecuador, el proceso Yasuní de repercusión mundial y la reparación en el caso de Texaco. Bianca Dieli da Silva, de Brasil, trabaja en la Escuela Nacional de Salud Pública de la Fundación Oswaldo Cruz. Estudia los efectos de las explotaciones convencionales y no-convencionales de combustibles fósiles, sobre los cuerpos de agua, tema de escala internacional ante la apertura de más de 30 bloques de territorio amazónico para la explotación petrolera no-convencional y su creciente exportación a California. Finalmente participará el maestro Felipe Gutiérrez Ríos, investigador del Observatorio Petrolero Sur, editor de La última frontera, libro importante sobre el avance del fracking en América Latina. Es coeditor de
Alto Valle Perforado, que trata de un conflicto generado en torno a los hidrocarburos shale en el norte de la Patagonia.
facebook: JohnSaxeF
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