Fotos: Luis Jorge Gallegos
San Salvador Atenco, Estado de México | Desinformémonos. La lucha de Xochicuautla contra una carretera que invade a sus pueblos “aprendió mucho de Atenco”, por lo que el sábado 22 de octubre una representación de esta comunidad mexiquense asistió a la conmemoración de los 15 años de la defensa de unas tierras sobre las que se quiere imponer un aeropuerto. Y es que si algo aprendieron en estos tres lustros, como afirma Trinidad Ramírez, es que “la lucha es una y es integral”.
En la fiesta en la que se conmemoraron 15 años de que el gobierno del entonces presidente Vicente Fox decretó la expropiación de 5 mil 400 hectáreas de tierras para levantar sobre ellas el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México (NACM), el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) refrendó su compromiso de continuar defendiendo su territorio, Recordaron que sus movilizaciones en 2001 y 2001 lograron la anulación del decreto expropiatorio, pero, indicaron, “eso no fue suficiente para parar la avaricia de los gobiernos y empresario”, quienes se dedicaron a “comprar conciencias para que la gente empezara a vender sus tierras”.
“La lucha tiene inicio pero no tiene final”, advierte el ejidatario David Pájaro en su intervención, y recuerda a los jóvenes que hoy tienen 30 años y hace quince apenas estaban saliendo de la secundaria, “que lleven el mensaje de este pueblo que no se arrodilla, que no claudica”.
El 22 de octubre del 2001 el gobierno de Fox emitió un decreto de expropiación de 5 mil 400 hectáreas de tierras de San Salvador Atenco, Texcoco y Chimalhuacán, para construir sobre ellas un nuevo aeropuerto. “Desde ese día nuestro pueblo no tiene paz ni armonía. No hay descanso”, dice a Desinformémonos Trinidad Ramírez, del FPDT, organización que empezó a conformarse un día después de la decisión gubernamental que habría de cambiar sus vidas.
“Se cumplen 15 años de que un pueblo que decidió permanecer en sus tierras y para eso luchó y se organizó, logrando tirar, un año después, el decreto presidencial”, afirma Trinidad Ramírez, compañera de lucha y de vida de Ignacio del Valle, quien desde los primeros días de la lucha encabezó la defensa de las tierras y fue preso junto a otros compañeros en una cárcel de máxima seguridad.
Este sábado arribaron a la explanada de Atenco representantes de agrupaciones de los municipios de la región de Texcoco, así como Heriberto Salas, Martha Pérez, Adán Espinosa, Trinidad Ramírez y demás integrantes del FPDT que hace 15 años bloquearon carreteras y marcharon hasta la Ciudad de México.
Acudieron a la celebración viejos y nuevos luchadores. Los rostros de quienes vieron el inicio de la lucha, la represión, la muerte y el encarcelamiento de sus compañeros, se volvieron a ver en la plaza central de Atenco, frente a un auditorio retomado por el gobierno municipal que fue durante más de 10 años lugar de reunión de los opositores.
América del Valle, hija de Ignacio y Trinidad, recuerda también la violencia pasada, pero insiste en la actual, pues “los gobiernos no han quitado el dedo del renglón” e insisten en apoderarse de sus tierras. América fue obligada a refugiarse después de la represión del 3 y 4 de mayo de 2006, cuando unos 3 mil policías irrumpieron en San Salvador Atenco para detener a los dirigentes del FPDT y a un centenar de habitantes, en un operativo en el que se violó y torturó a las mujeres detenidas.
Hoy la lucha es incluso más cruenta, coinciden todos los oradores. La estrategia del gobierno cambió y con la anulación del decreto el gobierno “optó por comprar a los comisariados y que fueron ellos quienes convencieran a los ejidatarios de vender”. En muchos sentidos su estrategia funcionó, pero se mantiene la resistencia y hoy, como en 2001, la consigna principal es “la tierra no se vende, se ama y se defiende”.
Entonces cambió la estrategia y mientras los dirigentes estuvieron presos durante cuatro años, el gobierno, a través de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), empezó a comprar las tierras que Fox no pudo expropiar.
Hoy hay amparos federales para detener la obra, pero las empresas concesionarias están enviando golpeadores para agredir a los ejidatarios que ocupan las tierras en donde ya iniciaron las obras. “Aquí no hemos bajado la guardia”, insiste Ignacio del Valle.
La conmemoración de la resistencia, explica Trinidad Ramírez “es para recobrar la armonía, de reunificarnos, de mirarnos y reconocernos en lo que somos”, pues, añade, “han sido años duros en los que muchos ejidatarios cedieron y vendieron sus tierras”.
La intención gubernamental de apropiarse de sus tierras a cambio de 7 pesos con 20 centavos por metro cuadrado, se frustró con la lucha de un pueblo que no estaba dispuesto a ceder. Con movilizaciones en las calles y batallas en los tribunales, lograron la anulación de la decisión y, reconoce Trini, “muchos pensaron que ya habíamos ganado”. Aunque algunos, recuerda, “fuimos maliciosos y dijimos que los gobiernos siempre traicionan, como de por sí pasó. La ambición de los poderosos no paró con la anulación del decreto y su estrategia, a partir de ese momento y hasta hoy fue: `no te expropio pero te divido y te ofrezco dinero para que las entregues”.
Fotoreportaje: https://desinformemonos.org/?p=104781
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