"En
Holanda, el 100 por ciento de la población tiene seguridad social, y
Chile, que es un símil latinoamericano de México, tiene una cobertura
del 40,4 por ciento", dijo el jueves Francisco Gutiérrez, presidente del
comité de seguridad social del IMEF.
En el 2030, cuando se empiecen a jubilar esos trabajadores "se van a dar cuenta de que las condiciones cambiaron: mientras sus padres reciban una pensión de 50.000 pesos (2.500 dólares), el hijo que ahora cotiza con fondos de ahorro para el retiro no va a llegar ni a los 20,000 pesos (1.000 dólares)", explicó.
El problema empeora con la economía de la informalidad, ya que más de la mitad de la población que ahora se encuentra en esta situación "no ahorra para su retiro, por lo tanto no tendrán recursos para vivir en la vejez".
"Si seis de cada diez personas son informales, tendremos que pagarles a través de los impuestos, aunque sean una pensión mínima garantizada", adelantó.
Por lo tanto, México deberá tomar recursos de los fondos públicos en el futuro para pagar pensiones a personas que nunca cotizaron, puntualizó.
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