Haciendo una rápida
reflexión sobre la izquierda en el Perú, lo primero que se viene a la
memoria es la gran tradición histórica, de consecuencia y valor de los
lideres y movimientos sociales por la dignidad y el cambio, a lo largo
de toda su historia; es imposible dejar de recordar la resistencia y
rebelión temprana de Manco Inca, y su lucha de guerra irregular en las
montañas de la ceja de selva cusqueña, el valor simbólico de Vilcabamba
se yergue digno y retador hasta el día de hoy, y para la posteridad,
la lucha de Juan Santos Atahualpa, la de Túpac Amaru II, la
participación decisiva de los bravos indios en la lucha por la primera
independencia, y su aporte a la independencia continental del yugo
español, aunque luego fueran traicionados, aperturandose la larga noche
negra de la república criolla, el gamonalismo y el latifundio, no
exenta de grandes rebeliones y luchas de resistencia, el verbo de
Gonzales Prada; el surgimiento de dimensión universal del amauta José
Carlos Mariátegui, la lucha por la tierra desde los años de 1950, que
se consolida con el surgimiento de las guerrillas en los 60’, y que
generan la reforma agraria del General Juan Velasco Alvarado, y su
nacionalismo, esta todavía en la memoria el 9 de octubre como fecha
festiva y feriado por el día de la Dignidad Nacional, conmemorando la
toma de los campamentos de la brea y pariñas hasta entonces en manos de
la Shell, por el Ejercito Peruano, y que a la fecha ha sido borrada
del calendario cívico,(por que ya no hay dignidad nacional?); luego,
las grandes jornadas de lucha de los años 1975 y 1977 que abrieron el
camino para la asamblea constituyente que dio la avanzada constitución
de 1979, y en las década de los 80’, la gran experiencia de unidad
política en la Izquierda Unida (IU), que sirvió de referencia a muchas
experiencias de unidad de las izquierdas en el mundo, aún hasta la
fecha, y la gran experiencia de poder popular que surgía con la
Asamblea Nacional Popular (ANP), verdadero embrión de poder popular.
Hasta aquí la verdadera izquierda tradicional en el Perú. Luego, con
el derrumbe del bloque socialista, y la irrupción del liberalismo de
choque con la dictadura fujimorista (títere y lacayo del capitalismo
global), comienza una historia de claudicaciones, deserciones,
traiciones y felonías, de los otrora militantes y lideres consecuentes y
decididos de la izquierda peruana, quienes van deviniendo en el
oportunismo y claudicación al abjurar de las convicciones de justicia
social, tantos años proclamada, y fácilmente comienzan a adoptar las
verdades propaladas por el liberalismo de choque, y el fin de la
historia. Ya no se habla de socialismo, de revolución, de dignidad
nacional y de soberanía; la consecuencia y el heroísmo pasan al cajón
de las palabras inútiles, haciendo un gran favor y un gran servicio al
imperialismo capitalista globalizante, y consolidando la hegemonía de
este; a esta izquierda ahora se le quiere confundir como si fuera la
izquierda tradicional, relegando al olvido la gran tradición de lucha y
consecuencia del pueblo peruano. Es en esta izquierda en donde hay un
mal profundo por dentro, que la socava y hace inviables o poco creíbles
sus promesas electorales.
En esta izquierda, por mas que se
presente en los procesos electorales con rostros nuevos, con cabezas
visibles con trayectoria dignas y consecuentes, van sumando a sus
listas y dando apertura en sus filas, a personajes ya conocidos y
reconocidos por su claudicación, deshonestidad y felonía contra los
intereses populares, que han limitado su actividad política solamente a
conquistar sus aspiraciones personales y que fácilmente caen en la
deshonestidad, corrupción y mediocridad, que creen que lo electoral es
el único camino y que han abjurado del antiimperialismo y del
socialismo, a pesar de ser militantes de partidos “revolucionarios”,
“antiimperialistas” y “socialistas”, incluso “comunistas”.
Podrá, esta izquierda que participa en el proceso electoral, ganar más
votación, acumular fuerza social y trabajar honestamente por lo que
promete, teniendo en su seno a este tipo de personajes?, que sucedería
si estos llegan a ocupar los curules soñados, para lo cual están
dispuestos a “invertir”, hasta lo que no tienen?. Y si llegan a ocupar
cargos públicos y llegan a ser funcionarios y servidores públicos, lo
serán realmente?, o cómo los de la derecha, se servirán de esos cargos y
peor aún, servirán a intereses antinacionales y antipopulares? La
claudicación de los principios e ideales los llevará al servilismo y al
lacayaje; no podrán incrementar las fuerzas sociales en la lucha por
la liberación popular y consolidarán la servidumbre de nuestra patria
siendo funcionales al sistema, todo en aras de la modernidad, el ritmo
de la historia y demás historietas.
Sin embargo, hay una
izquierda social, consecuente y decidida, que está presente en las
luchas, nunca interrumpidas, del pueblo peruano por la justicia social,
la soberanía y la dignidad; que, a pesar de la criminalización de la
protesta popular, continua la resistencia casi heroica de sindicatos
que se han mantenido vigentes, hay organización vecinal que resurge,
está la organización juvenil que vuelve a las calles, insurge la lucha
de los pueblos por sus recursos y por la vida, ahí están Cajamarca,
Bagua, Tía María, Conga, las Bambas, Espinar, y muchas otras que por
pequeñas y desarticuladas, y por el aislamiento y bloqueo mediático, no
son conocidas; se les oculta con el velo de la ignominia y de la
felonía. Pero sin embargo ahí están, erguidas y dignas, depositarias y
continuadoras de la más profunda tradición de lucha del pueblo peruano,
que con sus luchas, a pesar de aisladas y difamadas, ponen en jaque al
sistema depredador y abren las sendas del nuevo orden, de soberanía y
dignidad nacional, de donde brotan las mas profundas reivindicaciones
que exigen un cambio constitucional en el Perú.
La alternativa
que aperture los cauces del cambio social, sería la alianza entre los
sectores de la izquierda política, consecuentes con principios e
ideales, con la izquierda social que se mantiene en lucha y
movilización, que sean los protagonistas de las luchas populares los
protagonistas de la lucha electoral en el año 2016, que sean estos que
viven cotidianamente la agresión del estado represivo, y que ven
cortadas sus aspiraciones dentro de este marco constitucional, quienes,
a través de sus organizaciones sociales y desde el frente electoral
impulsen estas reivindicaciones populares en forma consecuente, y de
esta forma, no solo se acrecentaría el caudal electoral, sino que se
haría realidad la posibilidad del cambio en el Perú, se acumularía
fuerzas populares para la lucha por una vida digna y soberana para el
pueblo peruano, y así cumplir con la tarea de la construcción del Perú
nuevo en el mundo nuevo que nos legara el Amauta. Y se cerraría el paso
al oportunismo, el clientelismo, la corrupción, la claudicación y la
felonía.
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