La
Habana, 30 dic (PL) Los cubanos ultiman hoy los preparativos para
celebrar el aniversario 57 del triunfo de la Revolución, proceso que
desde aquel histórico 1 de enero de 1959, trajo una nueva realidad de
justicia social para el país.
Más de medio siglo después, en la nación caribeña se desarrolla un
proceso de actualización del modelo económico y social, que busca
garantizar la continuidad y el fortalecimiento del sistema socialista
adoptado en la isla en aras del desarrollo nacional.
Para los
cubanos, el 1 de enero de 1959 con la consiguiente entrada triunfal
-siete días después- de Fidel Castro a La Habana representó el inicio de
una etapa de transformaciones que pusieron fin a un sistema favorecedor
de elites políticas y económicas y se comenzó a crear un país abocado
al beneficio de la mayoría de la población.
De ahí que una de
las primeras medidas tomadas por el Ejecutivo revolucionario fuese la
Ley de Reforma Agraria, que proscribió el latifundio con la
nacionalización de las propiedades de más de 402 hectáreas y entregó la
tierra a decenas de miles de campesinos.
A esa le siguieron
otras iniciativas memorables, entre ellas una campaña de alfabetización
que en apenas un año (1961) convirtió a Cuba en el primer territorio
libre de analfabetismo de América Latina.
Desde entonces nada se
ha detenido: más de medio siglo después los resultados de las políticas
de corte social en Cuba son visibles, pese al bloqueo económico,
financiero y comercial más largo de la historia impuesto por Estados
Unidos, y que niega a la isla inversiones, financiamiento, avances
tecnológicos, medicinas y alimentos.
Así entre sus muchos
resultados en el ámbito sanitario, la mayor de las Antillas sobresale
desde hace varios años por exhibir una tasa de mortalidad infantil por
debajo de cinco, inferior a la de países desarrollados como Estados
Unidos y Canadá.
Reconocida por garantizar el acceso universal y
gratuito a la salud pública, Cuba también destaca por el programa de
Vacunación que garantiza una amplia cobertura de inmunización,
permitiendo la prevención de 13 enfermedades.
Otros logros ya
históricos son conocidos: Cuba fue la primera nación de América Latina
en erradicar la poliomielitis, en tanto desaparecieron además
enfermedades infecciosas como el paludismo, la tosferina, rubéola,
tétanos neonatal, difteria, sarampión, síndrome de rubéola congénita y
meningoencefalitis posparotiditis.
En el ámbito educativo, una
cifra nada despreciable sitúa a Cuba entre los países que mayor
porcentaje de su Producto Interno Bruto dedica a la enseñanza (13 por
ciento).
Además, datos de la Unesco revelan que la Mayor de las
Antillas tiene una tasa de alfabetización del 99,8 por ciento, de
escolarización del 99,7 por ciento y como promedio el alumno cubano
tiene el doble de conocimientos y competencias que su par
latinoamericano.
Considerada por organismos internacionales como
un ejemplo de protección a la infancia, la isla presta también gran
atención a sus jóvenes, pues contribuye a la reincorporación al estudio y
al trabajo de aquellos desvinculados, se fomenta la formación de una
cultura integral y se estimula la lectura.
En general, el país
-que se sitúa como una nación de alto desarrollo humano como resultado
de las sostenidas políticas de bienestar social implementadas por la
Revolución- ha cumplido gran parte de los Objetivos de Desarrollo del
Milenio.
Cuba alcanzó los Objetivos Número Uno (erradicar
pobreza extrema y hambre), el Número Dos (lograr enseñanza primaria
universal), el Número Tres (promover igualdad entre los géneros y
empoderamiento de la mujer) y Número Cuatro (reducir la mortalidad de
los niños menores de cinco años), en tanto trabaja para concretar las
restantes Metas. |
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