Marcha
Adital
Mientras
unas 7000 personas se manifestaron en la Plaza de Mayo y otras más en diversos
puntos del país por la continuidad de la denominada Ley de Medios, acercamos
una reflexión sobre el control que ejerce el flamante gobierno contra los
medios de comunicación.
Foto: marcha.org.ar
Por Jose Fernandez
Ayer, unas 7000 personas se convocaron en Plaza de Mayo
para apoyar la vigencia de la Ley de Medios, que fuera aprobada luego de muchas
discusiones que incluyeron a medios comunitarios, alternativos y populares. También lo hicieron en Rosario, la ciudad
de Córdoba y La Plata. Se trata de la primera marcha contra el gobierno de
Mauricio Macri, que asumió hace apenas cuatro días.
Ya el viernes pasado fue la resolución vía DNU de Macri
para la creación del Ministerio de Comunicaciones y el paso bajo su órbita de
órganos como el AFSCA y AFTIC. A primera vista, se trata de una medida táctica
del gobierno entrante que se corresponde con la necesidad de tener control
total de las comunicación, contenidos, habilitaciones y arbitrios sobre todo lo
que ocurre en tan vital tema.
Pero atrás de la carita sonriente y los gritos de
"libertad”, hay una realidad que no pueden tapar con las manos.
La medida que fue anunciada junto a la designación del
radical cordobés Oscar Aguad no vino de forma des-ideologizada (como le gusta
enunciar a Macri), sino de una clara
acción política de fuerte carácter ideológico que es la de destruir la Ley de
Medios y despejar el camino para que las empresas monopólicas que se vieron
levemente jaqueadas en los últimos años se encuentren en un escenario que les
permita tener control político, ideológico y de mercado de las comunicaciones
en nuestro país.
Fue por Cadena 3 (medio cordobés) que el flamante
Ministro Oscar Aguad dijo: "La
regulación de la Ley de Medios no va a subsistir en nuestro gobierno. Los
medios van a competir libremente en el mercado y trataremos de ayudarle a los
más pequeños”. En este clarísimo enunciado pone en evidencia el carácter
monopólico de la ideología del nuevo gobierno, ya que mientras le da garantías
a los medios hegemónicos, deja en duda el ayudar a los más pequeños al afirmar:
"trataremos de ayudarle a los más pequeños”.
Lo anunciado por este medio es en sí una metáfora que
signará estos tiempos, ya que Cadena 3 –quien sostiene un fervientemente
discurso de defensa de libre mercado– tiene como principal ingreso a sus arcas
el aporte publicitario del Estado.
Gatillando
decretos
Otra gran metáfora de estos tiempos es la inevitable
comparación de los estilos administrativos entre quienes vinieron a "salvar a
la república”, y la última junta militar. En
sus primeras 48 horas, Videla emitió 16 comunicados; Macri firmó 29 decretos en
el mismo tiempo. Está por demás claro que los militares anularon el
parlamento y llegaron al gobierno mediante un golpe. Macri fue votado en
elecciones pero hace del parlamento un edificio de decoración de las
instituciones republicanas.
Pero volvamos al DNU 13/2015. Atacar la Ley de Medios
mediante un Decreto y desarticular sus órganos pretende dejarla sin efectos,
por lo que constituye un acto totalitario, primero porque desconoce que fue
aprobada por el voto del parlamento argentino, y segundo minimiza el largo
debate que se dio durante décadas desde distintos sectores sociales y de la
comunicación para elaborarla.
Es cierto que a la hora de la votación en el parlamento
fueron estos mismos sectores que atacan a Ley de medios quienes se retiraron de
la sesión. Los bloques de la Unión Cívica Radical, la Coalición Cívica
(confederación), Propuesta Republicana (macrismo) y del peronismo disidente
(duhaldismo, felipismo y denarvaísmo, entre otros) expresaron objeciones
reglamentarias y luego abandonaron la sesión.
Pero no pueden desconocer que el proyecto fue aprobado
por 147 votos a favor, 4 en contra y una abstención.
Los votos positivos provinieron del bloque oficialista
Frente para la Victoria/Partido Justicialista y de varios bloques más como el
Partido Socialista, Encuentro Popular y Social (sabatellismo), Solidaridad e
Igualdad (SI), Partido Nuevo Contra la Corrupción (juecismo), el interbloque
Partido de la Concertación – FORJA, el Frente Cívico por Santiago y Proyecto
Sur, entre otros.
Los cuatro votos negativos provinieron del bloque del
Movimiento Popular Neuquino (tres votos) y un voto en disidencia con su partido
de una diputada socialista. Hubo una abstención por parte del diputado de
Diálogo por Buenos Aires.
Pocas
veces en la Argentina una Ley fue tan pedida y debatida en la sociedad,
expresión de ello fue la Coalición por una Radiodifusión Democrática,
conformada por 300 organizaciones sociales, comunitarias, de derechos humanos,
sindicales y de pequeñas y medianas empresas. Tras meses de trabajo en
conjunto, propusieron una lista de 21 puntos básicos que consideraban debía
tener la nueva ley de radiodifusión que reemplazara a la sancionada por la
última dictadura militar.
Si bien quienes hacemos comunicación desde la
alternatividad y la autonomía tenemos una larga lista de críticas a la Ley de
medios y su aplicación parcial, que significó no beneficiar contundentemente al
llamado tercer sector en la comunicación, no podemos dejar de ver fue fruto de
un debate de nuestra sociedad y significó legalmente un avance más que importante
ante la vieja Ley que prohibía hacer comunicación que no tuviese fines
comerciales.
Un
milico a cargo de las comunicaciones
El ex jugador de rugby y abogado Oscar Aguad tiene una
larga carrera en el radicalismo cordobés De la mano de Mestre (padre) llegó a
ocupar un lugar importante como Ministro de Gobierno. Fue en esa época cuando
se ganó el mote de "milico”, ya que no tan solo se mostró en un palco oficial
junto al Genocida Jefe del Tercer Cuerpo del Ejército, Luciano Benjamín
Menéndez, a mediados de los 90, sino que puso en su gestión al represor
genocida ‘Tucán’ Yanicelli como director de inteligencia criminal.
Tanto sobre Menéndez como sobre Yanicelli pesan duras
condenas de Cadena Perpetua por haber cometido genocidio en la dictadura.
El ‘Tucán’ Yanicelli es uno de los miembros más
recordados de la patota del D2, y fue condenado a perpetua por el fusilamiento
de 31 presos políticos de la Unidad Penitenciaria N° 1 (UP1) de barrio San
Martín, durante la dictadura militar.
Por su parte, Menéndez está condenado por haber
comandado el tercer cuerpo de Ejército y tener bajo su responsabilidad todo lo
que ocurrió con la represión en su área operativa.
Un
Ministro con fondos propios
Volviendo al prontuario de Aguad, en Corrientes es
recordado por su participación como interventor (1999-2001) de la intendencia,
en los tiempos De La Rúa, pero no por haber puesto en orden las financias o por
su capacidad de gestión en la obra pública, sino por el faltante de 60 millones
de dólares.
Por este motivo, la justicia correntina lo procesó por
el delito de "administración infiel”. Los 60 millones de dólares fueron
canjeados por bonos CeCaCor (Certificados de cancelación de deudas), sobre la
base de que la Constitución de la Provincia de Corrientes prohibía a los interventores
tomar préstamos (aunque la vigencia de la constitución se suspendía durante las
intervenciones).
Pero fue la Suprema Corte de Justicia quien, en 2014,
determinó el cierre de la causa, por prescripción.
No nos debe quedar duda alguna que los grandes grupos
monopólicos de la comunicación (Clarín y La Nación a la cabeza) han elegido muy bien a su representante en
el control de la comunicación: el "milico” Aguad tiene estilo y fondos y,
como bien arenga Cambiemos, está lejos de cualquier ideología, aunque sea la
democrática.
@Josecomunicando
Fuente: marcha.org.ar
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