Miles de personas salieron a las calles del centro de Caracas este
sábado en el aniversario del “Caracazo” de 1989 para mostrar su
respaldo al Gobierno de Nicolás Maduro y a la Revolución Bolivariana.
El mandatario venezolano afirmó que “el pueblo movilizado jamás será
derrotado” y acusó al gobierno de Estados Unidos de conspirar en su
contra, por lo que le ordenó reducir de inmediato el centenar de
funcionarios de su embajada en Caracas.
Además de ordenar la reducción de miembros de la representación,
Maduro se basó en la Convención de Viena, que regula las relaciones
diplomáticas internacionales, para ordenar que se le notifique a los
diplomáticos estadounidenses que cualquier reunión que deseen celebrar
en el país debe ser “notificada y autorizada expresamente por el
Gobierno de Venezuela”.
“Se acabaron las reuniones conspirativas de estos funcionarios”,
manifestó en un discurso pronunciado en el masivo acto de apoyo a su
gestión.
“En primer lugar le he ordenado a la canciller, Delcy Rodríguez, que
proceda de inmediato, de acuerdo a la Convención de Viena (…) a
revisar, reducir, adecuar y limitar el número de funcionarios (…);
ellos tienen 100 funcionarios y nosotros 17 allá. No; términos de
igualdad entre los estados” desde ahora, subrayó.
Otra orden impartida apunta a que, asimismo de inmediato, se le
solicite visado a cualquier estadounidense que desee entrar en
Venezuela y que se cobre por ello la misma cantidad de dinero que
Estados Unidos fija para tal fin.
Asimismo y “en reciprocidad”, remarcó, a una ley aprobada
recientemente en Estados Unidos contra funcionarios venezolanos no
identificados -a los que Washington acusa de violar derechos humanos-,
se les prohibirá entrar en el país suramericano a un puñado de
funcionarios y exfuncionarios estadounidenses.
Además del expresidente George W. Bush, la orden de Maduro afecta a
exjefes de la CIA y a congresistas a quienes identificó de ”
ultraderecha” y tildó de “terroristas”, entre ellos Bob Menéndez y
Marco Rubio. “¡No podrán entrar en Venezuela por terroristas. Fuera de
Venezuela, terroristas!”, exclamó.
En referencia al “Caracazo”, justificación de la convocatoria,
Maduro señaló que “la oligarquía que saqueaba al pueblo hoy está
derrotada y es minoría”.
Ese estallido social se produjo hace 26 años como consecuencia de la
imposición de recetas capitalistas por parte del gobierno de Carlos
Andrés Pérez bajo presión del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el
Banco Mundial. Este hecho histórico fue calificado por el mandatario
como el punto de partida de la revolución socialista en Venezuela.
El mandatario, en un extenso discurso que se extendió por varias
horas, agregó que “cuando fueron Gobierno mandaron a masacrar, torturar
y desaparecer jóvenes (…) y ahora que son minoría utilizan terrorismo”.
Aseguró que hoy en día la oligarquía sigue usando la misma estrategia
usada en el pasado para utilizar “la misma violencia porque es el mismo
desprecio contra nuestro pueblo”.
Recordó que “hace 26 años viví cómo el pueblo estaba cansado del
saqueo de la oligarquía”. Sobre las críticas de que el país se
encuentra en las misma situación que en 1989, el Presidente declaró “no
saben lo que es dolor, hambre y falta de educación”.
Los manifestantes, mayoritariamente enrolados en el Partido
Socialista Unido de Venezuela (PSUV) marcharon desde tres puntos de
Caracas (Plaza Venezuela, Sabana Grande y la avenida Solano) hasta el
palacio presidencial en defensa del “carácter antiimperialista de la
Revolución Bolivariana”.
Señaló que factores de la oposición usan a militares para hacerlos
responsables de planes desestabilizadores y reiteró su acusación sobre
el financiamiento de los Estados Unidos hacia las protestas opositoras.
“La oligarquía busca militares para también para que de golpes de
estado y les entregue el poder a ellos para volver a saquear”, indicó
Maduro en otro tramo.
Los participantes marcharon con pancartas y bandera tricolores y de
las rojas del PSUV, gritando consignas contra la injerencia de Estados
Unidos.
La marcha fue organizada después de varias denuncias de Maduro
respecto a que Estados Unidos estaría involucrado en un intento
golpista revelado a mediados de febrero y por el cual acusaron a varios
oficiales de la Fuerza Aérea.
En un discurso esta semana, Maduro dijo que el presidente Barack
Obama se dejó meter en un “callejón sin salida” por sus asesores, que
pretenden una intervención en Venezuela.
Además, dijo que Washington estaría presionando a otros gobiernos de
la región para que apoyen una intervención estadounidense en Venezuela.
LibreRed/Telam
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