17/03/2015
“Yo Barak Obama…declaro la emergencia nacional para tratar con (el gobierno de Venezuela)…que
constituye una amenaza a la seguridad del Gobierno de los Estados
Unidos”…Esto quiere decir: En calidad de emperador de los países del
Sur, he decidido
intervenir de manera abierta y directa en la República Bolivariana de
Venezuela, en todas las formas que convenga al interés de los
petroleros estadounidenses y de los gángsters que nos gobiernan, de
los cuales soy aliado o rehén, aún no me queda claro, restaurando
ataques terroristas, guerras de baja intensidad, atentados, tortura,
compra de mercenarios locales y externos y todos los medios que me
facilita el ejercicio democrático de mi país. God bless América… Así se resume el decreto ejecutivo firmado por el premio Nóbel de la Paz.
Obama
toma la decisión de incrementar la ofensiva contra Venezuela y contra
todos los gobiernos revolucionarios, democráticos y progresistas de
América Latina. Con esta declaración envalentona a las fracasadas
burguesías de Brasil, Argentina, Bolivia, Ecuador. (Hay que
preguntarse seriamente qué hace la Halliburton en el Coca, esa empresa
que ha generado horrores en Irak y Libia, y es vinculada a Dick Cheney
defensor de la tortura.)
Nos
enfrentaremos en Venezuela a una guerra de “baja intensidad” con serán
movilizaciones combinadas con el terrorismo, ataques de paramilitares
colombianos y locales. Es de preguntarse qué hacen los 3200 militares
estadounidenses en el Perú, qué hace su portaaviones en las radas del
pacífico peruano y las 7 bases en Colombia.
Hemos
hablado en anteriores artículos de la vocación separatista de la
ultraizquierda (históricamente aliada de la derecha) en la Amazonía.
Hemos hablado del papel de la CIA en nuestros países y de la agazapada
derecha que trabaja con algunos policías y militares buscando golpes en
toda Nuestramérica.
Hoy
en Venezuela hay que ganar las elecciones parlamentarias de manera
contundente y aun así no habremos logrado la Paz. Hay que prepararse
para derrotar electoralmente a la derecha en Argentina, y en Ecuador
hay que gestar con veloz serenidad la organización para garantizar el
triunfo de la Revolución Ciudadana.
Por
favor que no pierdan tiempo las y los dirigentes de Alianza País y del
Gobierno a ver si son los o las candidatas, desperdiciando nuestras
energías. Hoy el dirigente es Rafael Correa, el Presidente es Rafael
Correa y todo debe apuntar a fortalecer su liderazgo. Si mañana se opta
por otra figura (que sea revolucionaria para enfrentar la amenaza
yanqui y no un chichanilimonada para quedar bien con Dios y con el
diablo, que eso no se puede). Si se opta por otra figura digo, entonces
lucharemos con el mismo ahínco y la misma fortaleza, para derrotar a
esa derecha y a sus aliados como esa ultraizquierda llena de ambiciones
personales. La Patria Altiva i Soberana es una gran irritación para el
imperio. Para la Unión Europea, CELAC y UNASUR son un estorbo, el
modelo ecuatoriano es peligrosísimo ya lo dijimos.
El
gobierno de Grecia, los compas de Podemos en España, la nueva izquierda
francesa, la inspiración para jóvenes de Italia y Portugal sale del
Ecuador y Correa debe ser aplastado. Manejemos nuestras
contradicciones con seriedad y en el bien de los pueblos. Muchos no
estamos de acuerdo con colocar opciones religiosas en temas de estado,
o decisiones como como la del local de la CONAIE, pero eso debe ser
debatido y avanzar en lo que es principal.
Cuidado
con creer que un Paul Carrasco, aliado con Rodas y Lasso van a ser un
gobierno progresista y democrático. Es el anuncio del retorno del FMI y
del Banco Mundial y con ellos la represión y la tortura para aplacar al
pueblo en la calle. La historia nos enseña que no hay procesos
irreversibles. Las carreteras no se pueden cambiar, ni los hospitales
destruir, pero basta reducir salarios e inversión para que las escuelas
del milenio se vuelvan estructuras vacías y abandonadas porque el gasto
público volverá a los bolsillos de los banqueros nacionales y
extranjeros.
Los
Cancilleres de UNASUR se pronunciaron. Hay que movilizar y organizar y
no dejar que la burocracia inepta aleje a las mayorías nacionales de
las propuestas y realidades de la Revolución Ciudadana. Prepararse para
enfrentar la ofensiva. Luchamos contra el yanqui enemigo de la humanidad, dice la estrofa del himno Sandinista,
regresan los yanquis y con ellos los vendepatria que quieren devolver
al país a las transnacionales. Sepan señores imperialistas que la
espada de Bolívar camina y no volverá a enfundarse.
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