1. “El papel de la televisión –declaraba palabras más o menos el dueño
de Televisa hace unos años- es de entretener a los hambrientos, a los
ignorantes, de tenerles ocupada la mente en diversiones para que no
piensen en su triste vida. No puede ser educar porque esa es tarea de
la SEP, es decir, del gobierno”. Ese ha sido el criterio de todos los
medios de información en México capitalista donde acumular riquezas es
el objetivo, aunque para ello haya que acudir a diferentes estrategias.
¿Puede tener cabida dentro de ese estercolero de empresas algún medio
informativo que busque la veracidad, una información lo más apegada a
la realidad? Esa es la causa por lo que Carmen Aristegui fue
fulminantemente cesada el domingo 15 por la noche por órdenes
presidenciales.
2. Aunque muchos quisiéramos que vayan más a
la raíz (que sean más radicales) el noticiero de Carmen Aristegui, el
periódico La Jornada y el semanario Proceso –los tres consultados por
millones de personas- han sido los únicos que en este país de 120
millones de habitantes que nos han informado con gran valentía,
inteligencia y apegándose más a los hechos; los demás medios –quizá con
la excepción del diario derechista Reforma- son basura cuyo único
objetivo es hacer negocios. Por ello el gobierno de Peña Nieto aplastó
el noticiario de cuatro horas de Aristegui, de la misma manera (como a
los 43 estudiantes, 23 campesinos de Tlatlaya y la lucha de la CNTE)
busca acabar con cárcel y asesinatos, cualquier movimiento de
oposición.
3. La prensa escrita se difunde en las ciudades de
México por lo menos desde mediados del siglo XIX, pero sólo era para
unos cuantos lectores de las clases altas; (en 2015 la prensa escrita
sigue siendo para un tres o cuatro por ciento de la población); el cine
hasta fines de la década de los veinte del siglo pasado; la radio a
fines de los cuarenta y la televisión 10 años después. En los años 60
el país informó que más de la mitad de sus habitantes había pasado de
rural a urbano, pero los servicios correspondientes aún no se
extendían, seguían siendo rurales: el servicio eléctrico se expandió
hasta la década de los 70. Las caras de los políticos de la Presidencia
sólo se conocían hasta los años sesenta por noticiarios en los cines,
por cárteles o volantes impresos.
4. Fue hasta principios de
la década de los ochenta –cuando en el país tomó directamente el poder
la gran burguesía privada empresarial con el apoyo de FMI- que los
medios de información (televisión, radio, prensa) se dispararon para
controlar todo. Fue a partir de entonces cuando esos medios de ser “el
cuarto poder” se transformaron en “el primer poder” (la TV es vista por
el 90 por ciento de la población) porque el ejecutivo, el legislativo y
el judicial se sometieron en primer lugar a Televisa y otros medios
como TV Azteca, Tele Fórmula y demás. Hoy los políticos entregan el 80
por ciento del presupuesto público a los medios de información para sus
campañas políticas, así como otras cantidades para frenar las denuncias
de corrupción en su contra.
5. La empresa MVS estaba
realizando muy buenos negocios aprovechándose del programa de
Aristegui; a pesar de ello pudo más la fulminante orden presidencial. A
pesar de las magníficas entrevistas que realizaba Arístegui y de sus
agudos comentarios a las noticias, en los últimos 15 días no soportaba
ya la enorme publicidad comercial y política –sobre todo del INE- de la
radio local. Yo no veo la televisión ni oigo la radio porque –además de
“entretenerme” con programas de bobadas, busca llenarme la cabeza con
publicidad consumista y engañosa. Siendo un jubilado de la clase media
prefiero pagar Internet, aprovechar mi tiempo escribiendo artículos,
escuchando música y conferencias por You Tube, que hacerme más bobo
frente a la TV.
6. Pero viendo lo que se ve y pensando en lo
que se lee, no es difícil que también el Internet (hoy totalmente
intervenido) sea totalmente silenciado por el sistema capitalista. Mis
amigos dicen que “cuando el imperio y la burguesía están de retirada
patalean de muerte”; pero no es verdad porque sólo es un deseo o una
ilusión. El imperio de los EEUU sigue determinando con sus amenazas y
fuerza entre los palestinos, en Asia, en África, en América Latina, es
decir, en el mundo; y los gobiernos y sus burguesías seguirán
imponiendo las políticas que desde el Norte imperial les ordenan. ¿Qué
hay contradicciones entre las clases dominante? Obvio que las hay pero
como dicen en mi pueblo: “donde hay capitán no manda el marinero”.
7. Hay que dejar que Carmen Aristegui decida lo que hay que hacer; por
ahí alguien propuso un canal o una cobertura universitaria. ¿Qué
repetidoras se garantizaría sin obtener ganancias de publicidad en los
estados? Pelear de manera consecuente con las reglas y leyes impuestas
por el capitalismo puede ser mucho más difícil que batallar desde fuera
(con posiciones radicales) por enterrar el sistema de explotación
capitalista. De lo que no tengo duda es que la burguesía mexicana –al
mismo ritmo en que han crecido las protestas sociales en las calles y
los pueblos- ha contratado a cientos de miles de soldados, marinos y
policías para aplastar cualquier lucha social. Pero las batallas no
pararán porque la miseria, el desempleo, la represión y asesinatos,
continúan.
Blog del autor: http://pedroecheverriav. wordpress.com
alterar@gmail.com
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