En la 28ª reunión a nivel de cancilleres de la OEA, celebrada el jueves, Canadá se abstuvo y Estados Unidos rechazó la iniciativa, impulsada por Brasil y Uruguay.
El apoyo político, sin efectos legales, de este organismo regional, no obstante, garantiza el cumplimiento de los acuerdos alcanzados entre deudores y acreedores, en el marco de los procesos de reestructuración de las deudas soberanas.
Mientras el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, advirtió que la acción de grupos especulativos amenaza la estabilidad financiera del país latinoamericano y daña al proceso de reestructuración de deuda soberana, el canciller brasileño, Luiz Alberto Figueiredo, transmitió la preocupación de su país por el impacto negativo de este conflicto en la región.
Durante la sesión de emergencia convocada el lunes, el ministro argentino de Economía, Axel Kicillof, presentó una explicación detallada de la situación, y subrayó la importancia de encontrar una solución para sacar a Argentina de este problema.
La Justicia estadounidense dictó un fallo a favor de un grupo minoritario de especuladores que obliga a Buenos Aires a pagar 1330 millones de dólares en efectivo, en un solo pago y sin quita a los fondos buitre.
Si el cobro no se produce antes de que venza el plazo de gracia el próximo 30 de julio, Argentina corre el riesgo de caer en una nueva cesación de pagos.
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