[REPORTAJE]
Francisco das Chagas no cree que buenas ventas permanecerán después de la Copa
Fortaleza - Adital
Finalizada la Copa Mundial de Fútbol Fifa 2014 en Brasil, que tuvo su partido
final el domingo 13 de julio, Adital recorrió el entorno del estadio
Arena Castelão en la ciudad de Fortaleza, Estado de Ceará, cuyo barrio pasó por
cambios estructurales para recibir los partidos de la competencia. Lo que se
observa es una mezcla de satisfacción de los habitantes por la ampliación de la
avenida principal de la región y frustración por el hecho de que esa misma obra
no está acompañada con la satisfacción de una serie de necesidades básicas de
la población del lugar, como cruces para peatones, recolección regular de basura
y medidas de saneamiento.
El autónomo Carlos Cruz, 67 años, celebra que la obra haya mejorado la
vía para automóviles y ampliado la vereda para los habitantes de la región, una
demanda del barrio desde hace años. "La mejora fue grande para nosotros.
Pavimento bien hecho, vereda excelente... Algunas cosas quedaron atrás, pero
creemos que fue bueno lo que vino”, afirma Cruz, que vive en el barrio desde
hace 33 años.
El agente de compras de material de construcción Wilson dos Santos, 59,
que vive desde hace 15 años en el barrio Castelão (el nombre original del
barrio es Buena Vista), destaca los trastornos vividos por la población del
lugar a causa de la obra ejecutada, con dificultades de acceso y perjuicio para
el comercio. Comenta que no conoce a nadie en el barrio que haya ido a ver los
partidos de la Copa en el estadio Castelão, aunque está al lado de sus casas.
"El evento fue más caro, eh, sólo para la clase media, media alta”, señala.
Propietario de un bar en la calle principal del entorno del Castelão, el
comerciante Francisco das Chagas, 68, multiplicó las ventas durante los cuatro
partidos realizados en el estadio; sin embargo, dice ser consciente de que fue un
contexto puntual. "Va a volver todo a la normalidad ahora”, afirma.
Según los habitantes, en días de partidos en el Arena Castelão, el
barrio recibía servicios públicos como seguridad pública y limpieza urbana. El
cantero central de la avenida se mantenía bien conservado, manteniendo la
decoración en verde y amarillo. Sin embargo, después del último día de partido
en el lugar, el 4 de julio, el partido entre Brasil y Colombia, el lugar volvió
a tener problemas. Además, la nueva avenida no dispone de sendas peatonales,
pasarelas ni semáforos para facilitar la circulación de los vecinos. Durante la
averiguación de este asunto, este reportaje observó a un joven en silla de
ruedas que cruzaba apurado la calle en medio de los automóviles que pasaban.
La autónoma Gilvana Bezerra, 24, que se mudó a la región hace cinco
años, critica las medidas tomadas para organizar el megaevento. "La única mejora
fue para la avenida. El semáforo para peatones está roto; nadie puede cruzar la
avenida sin problemas. Es sólo para los autos”, dice. "De limpieza, pusieron recipientes
para juntar la basura, pero apenas pasó la Copa los retiraron. En el comercio,
hubo locales que sólo tuvieron perjuicios. La seguridad también sólo existía
durante los partidos. En las obras no incluyeron un área de esparcimiento, no hay
una plaza”, destaca.
En la vía construida no hay paso peatonal |
Cambios provisorios
Eliezer Paiva, 72, y Fátima da Silva, 61, tienen un restaurante desde
hace 34 años en el lugar y relatan que sufrieron perjuicios en la facturación
de la empresa durante todo el período de obras para la Copa del Mundo. La
expectativa, ahora, es que el contexto del barrio vuelva a la normalidad y, con
esto, también los lucros del comercio. Sin embargo, no creen que los cambios
estructurales del barrio permanezcan.
"Nos crearon una expectativa grande y nos mostraron un proyecto lindo,
pero no lo hicieron como lo prometieron. La avenida priorizó a los autos. Las veredas
que construyeron son inclinadas, malas para caminar. Adecuaron el cantero, pero
no durará mucho, porque faltará mantenimiento”, critica Eliezer.
Expedita Viana reclama falta de mantenimiento |
A la jubilada Expedita Viana, 72, le pintaron la pared exterior de su
casa, en la avenida Diputado Paulino Rocha, de verde y azul para la Copa del
Mundo. Cuenta
que los empleados del Estado pidieron autorización a varios
habitantes de la avenida para realizar la pintada. Sin embargo, ella reclama
que, delante de todas esas casas, continúa faltando declives en las calles, ya
que se acumula agua de desagüe en varios trechos. "Fue una reforma mal hecha.
Durante la Copa, hacían mantenimiento, pero ahora no lo hacen más. Y en la
avenida, los autos andan más rápido, pero sin semáforo, no nos dan paso”,
observa.
Indagados por este reportaje, ninguno de los entrevistados conocía a
vecinos que hubieran asistido a los partidos en el Arena Castelão, con
excepción de la comerciante Diana Cavalcante, 29. Ella vio de cerca el partido
entre Grecia y Costa de Marfil, jugado el último 24 de junio. "Yo fui, pero nadie
más del barrio fue. Era muy caro”, explica. Cuenta que el lugar sufrió
perjuicios durante todo el período de obras, pero que los cuatro días de partidos
ganaron al punto de recuperar la baja temporada anterior.
Vendiendo su mercadería por detrás de las rejas, Diana dice que
solamente en días de partido en el Castelão pudo finalmente abrir las puertas
del mercado. Ahora, con el final de la Copa, sin garantía de policía, ella y sus
familiares volvieron a hacer las transacciones de compra y venta atrás del
portón.
Traducción: Daniel Barrantes - barrantes.daniel@gmail.com
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