Frente a los intentos de la justicia estadounidense por bloquear los pagos reestructurados de la deuda de argentina, la mandataria argentina reiteró el miércoles, durante una ceremonia pública en la ciudad capitalina de Buenos Aires, que Argentina “no va a caer en default”.
Fernández aseguró que el país ha pagado a tiempo a todos aquellos acreedores que aceptaron la reestructuración correspondiente a la deuda y no tiene intención de firmar nada que comprometa a su nación; además de expresar su disposición a dialogar con los acreedores pendientes de pago.
La presidenta argentina, asimismo, hizo un llamado nacional y pidió la unidad de todos sus conciudadanos para enfrentarse con este caso adelantando que “no podemos dejarnos arrebatar el futuro. Iremos a donde sea necesario llegar”.
Al respecto, Fernández señaló que la justicia estadounidense tiene como objetivo obligar a la nación argentina a volver a pagar con recursos naturales sus deudas, para después manifestar que “no podemos volver a atrás al infierno que representaron anteriores décadas y su deuda externa”.
El país suramericano se encuentra al borde de una nueva suspensión de pagos, después de que la justicia estadounidense dictara un fallo a favor de un grupo minoritario de especuladores que obliga a Buenos Aires a pagar 1330 millones de dólares en efectivo, en un solo pago y sin quitar a los llamados fondos buitre.
Argentina efectuó pagos de su deuda reestructurada el 30 de junio, pero el agente fiduciario (Bank of New York Mellon) no acreditó el dinero a los acreedores del país para no violar la determinación del juez Griesa (magistrado del estado de Nueva York, en EE.UU., encargado juzgar el supuesto caso de impago de Argentina).
Si los acreedores no cobran esos vencimientos antes de que termine el plazo de gracia el 30 de julio, Argentina experimentará una nueva suspensión de pagos de parte de su deuda.
El país suramericano, en sus varias negociaciones con el mediador Daniel Pollack, designado por el juez Griesa para el caso argentino, ha enfatizado que esta sentencia sea puesta en suspenso, para que el país pueda pagar su deuda reestructurada y negociar una solución con los fondos especulativos.
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