El genocidio israelí contra el pueblo palestino es imperdonable e insalvable
Después de ver las fotos de niños llorando por la muerte de sus padres, de las madres y padres angustiados, desesperados por la pérdida de sus pequeños, de ver las caras compungidas de los familiares que perdieron algún ser querido no puede uno ser tan cínico y deshumanizado y no unirse a la condena pública mundial por los actos genocidas del ejército sionista.
No puede uno, por simple lógica aceptar el imbécil discurso que pretende convencernos de que este pueblo llamado Israel es el puebloescogido de Dios. ¡Jamás! Hemos escuchado que semejante estupidez es refrendada por la Alianza Evangélica de Guatemala. Grupo de cínicos pastores que no solo engañan a sus feligreses sino viven a costillas de ellos. Vividores que comparten con este gobierno las tranzas yconcupiscencias de sus actos a tal punto de orar por el corrupto presidente. Seguros estamos que si Jesús viniera en estos tiempos, seríana ellos los que aquel sacaría del templo por fariseos y seguros también estamos que serían ellos los que lo entregarían a sus torturadores y verdugos. También por omisión los jerarcas de la Iglesia Católica y losmusulmanes y de otras denominaciones religiosas empatan con esos sepulcros blanqueados por fuera pero que por dentro están llenos de podredumbre y huesos viejos al no pronunciarse en contra del genocidio contra sus hermanos.
¡Israel es un pueblo maldito! Porque comparte la alegría de matar al prójimo con sus soldados. Entonces, no puede ser el pueblo llamado a ser sal de la tierra ni luz para los demás pueblos. Al contrario sus líderes se han convertido en un cáncer que si no es extirpado a tiempo puedenhacer metástasis para todos sus ciudadanos.
Si los cristianos creen en verdad en un Dios de amor, que empiecen condenando el genocidio de Israel contra el pueblo palestino y que si en sus iglesias oyen lo contrario que salgan de esas congregaciones espurias pues no están predicando el amor al prójimo sino el odio y el asesinato contra sus semejantes. El reino de Dios no se puede construir, bajo ningún argumento, sobre la vida ni el sufrimiento de los demás. El que así lo pregone es un maldito opresor. No todo el que diga señor, señor entrará al reino de los cielos e Israel no tiene la solvencia moral para decir que son el pueblo de Dios. Al contrario, han sido una llaga maloliente para sus vecinos en esa región desde su tétrica creación.
El sionismo no tiene nada en común con el judaísmo. Aquel es una doctrina de muerte y desprecio. Una doctrina racista que pretende encubrirse bajo el disfraz de salvación para los demás.
Netanyahu y compañía no son más que unos malditos asesinos de niños, mujeres y ancianos cuyos crímenes son atenuados por la plana mediática mundial. Hasta el misógino Fernando Del Rincón y la servil al imperio Patricia Janiot tratan de querer tapar el sol con un dedo culpando a la resistencia palestina por no dejarse matar tan fácilmente. Es como si a la se le pidiera no patear antes de ser eliminada. ¡Increíble mezquindad!
También esos comentaristas son cómplices del genocidio israelí contra los palestinos.
¡Viva Palestina! ¡Viva la Resistencia! ¡Viva la vida! ¡Abajo los malditos sionistas!
Colectivo La Gotera
Guatemala, 19 de julio de 2014. 35 aniversario de la Revolución Sandinista.
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