Adital
El informe "Víctimas del Terrorismo de Estado",
entregado esta semana a la Comisión Nacional de la Verdad (CNV) de Brasil por
la Comisión por la Memoria de la Provincia de Buenos Aires (CPM) reúne
documentos encontrados en el Archivo de la División de Inteligencia de la
Policía de la Provincia de Buenos Aires. La documentación trae información
sobre las circunstancias de la detención y desaparición de 11 ciudadanos
brasileros en Argentina.
Los casos de brasileros secuestrados y desaparecidos
en Argentina presentes en el informe son: Edmur Péricles Camargo (vea los documentos); David Chab-Tarab; Francisco Tenório
Cerqueira Júnior (vea los documentos 1, 2, 3 y 4), Tenorinho; João Batista Rita; Joaquim Pires Cerveira
(vea de los documentos 1, 2 y 3); Jorge Alberto Basso; María Regina Marcondes Pinto;
Roberto Rascado Rodriguez; Sergio Fernando Tula Silberberg; Sidney Fix Marques
dos Santos y Walter Kenneth Nelson Fleury (vea los documentos 1, 2, 3, 4 y 5). Por su parte, los casos de argentinos detenidos y
desaparecidos en Brasil son los de Antonio Luciano Pregoni, Horacio Domingo
Campiglia, Jorge Oscar Adur, Lorenzo Ismael Viñas, Norberto Habbeger y Susana
Pinus de Binstock.
Los otros cinco casos de graves violaciones de
derechos humanos listados son los desapariciones de Ary Cabrera Prates y Marcos
Arocena, ciudadanos uruguayos hijos de padres brasileros, así como los casos de
los brasileros Daniel José de Carvalho, Joel José de Carvalho y del argentino
José Lavecchia, desaparecidos en julio de 1974, cerca de la frontera de
Argentina, en el Parque Nacional de Foz do Iguaçu.
De acuerdo con el informe, las dictaduras instaladas
en América Latina -a partir de la aplicación de la doctrina de Seguridad
Nacional- provocaron una migración permanente de progresistas que intentaron
cruzar las fronteras para salvaguardar sus vidas. La operación montada a través
de las redes de inteligencia estatales los vigiló, espió y observó atentamente.
Los controles que Brasil promovió sobre esos ciudadanos y ciudadanas
perseguidos se extendían a todas sus actividades políticas, estudiantiles y
asociativas, mediante sus entidades colectivas y asociativas extranjeras. La
suma de expedientes o documentos encontrados en el Archivo del DIPBA
(Departamento de Inteligencia de Buenos Aires) demuestra que el control
ejercido individualmente sobre aquellos reconocidos como activistas en Brasil
se profundizó con la instrumentación del Plan Cóndor*.
Sin embargo, la cooperación que Argentina ofreció a
las Fuerzas Armadas y de Seguridad Brasileras se explicitará entre los años
1971 y 1980, aunque la violencia estatal se haya agravado entre 1976 y 1977.
Esa coordinación de las inteligencias del Cono Sur tuvo como objetivo explícito
"la realización de actividades de inteligencia sobre datos concernientes a
izquierdistas y la eliminación de las actividades marxistas terroristas en el
área”. El documento señala que las operaciones conjuntas entre los Estados
aumentaron y fomentaron el secuestro, la tortura, interrogatorios y posterior
desaparición de ciudadanos y ciudadanas en cualquiera de los territorios que se
encontrasen, para ser entregados posteriormente al gobierno militar que los
reclamara.
El caso de Walter Fleury ilustra cómo se daba la cooperación
entre las acciones de represión de los dos países vecinos. En sus antecedentes se informa, en la
documentación encontrada por la DIPBA, que fue despedido de la empresa Fiat por
ser considerado activista de ideología comunista y, sin eufemismos, es
informado también sobre la investigación realizada en su domicilio. El
documento del archivo de la Prefectura Naval Argentina, zona Atlántico norte,
cartela 113 (parte 1, fojas 451-458), que compone una lista de personas para
ser incorporadas a la "Lista de Personas Buscadas, de las cuales se solicita su
captura”, resulta también, de acuerdo con el informe, un ejemplo irrefutable de
la persecución sufrida por los ciudadanos brasileros en Argentina: en la lista
figuran Joaquim Pires Cerveira, João Batista Rita Pereda y Sidney Fix Marques Dos
Santos
(*) El Plan Cóndor fue un pacto estratégico entre
diversos Estados, que coordinaron a sus fuerzas represivas para acciones de
contrainsurgencia, que dejó a miles de víctimas; los gobiernos dictatoriales de
Argentina, Paraguay, Uruguay, Chile, Bolivia y Brasil implementaron el acuerdo.
Para ver el informe completo haga
clic aquí.
Traducción: Daniel Barrantes - barrantes.daniel@gmail.com
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