Oscar Ugarteche
Los
cambios en la economía internacional están afectando a las economías
latinoamericanas que se pensaban más allá de las restricciones externas
habituales al crecimiento. Quizás el más visiblemente afectado esté
siendo por el momento Ecuador que había confiado su destino petrolero,
y de balanza de pagos, a Venezuela y PDVSA con una refinería en Manta
efectuada entre ambos. Esta llegó a ser anunciada en el 2008 por los
presidentes de ambos países, inclusive. En el 2014 sabemos que la
Refinería del Pacífico en Manta será construida con dinero del gobierno
de China y en sociedad con PetroChina. Las razones por las que
Venezuela no haya podido cumplir con su parte del trato quizás tengan
que ver con los precios del petróleo, que no mantuvieron la trayectoria
esperada por la introducción del shale oil.
La
reversión de las políticas ambientales y la desafiliación oficial de su
base ecologista para explotar Yasuní, condición que pusieron los
chinos, debe haber sido el precio para mantener un ritmo de crecimiento
alto y estable a futuro. La no explotación de Yasuní porque no vale la
pena para los chinos, si bien es un alivio ecológico, ni amista al
gobierno con su base ecologista ni le facilita las proyecciones de
crecimiento.
De
otro lado, la apuesta ecuatoriana fue que el Banco del Sur iba a
crearse y que ellos serían actores importantes dentro del mismo. Ahora
se sabe que la que salió fortalecida fue la Corporación Andina de
Fomento (CAF) que para Ecuador es la principal fuente de financiamiento
externo después de haberse distanciado el país en términos políticos
del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y en
términos drásticos de los mercados financieros internacionales tras
declarar que la integridad de su deuda externa era ilegítima excepto
unos bonos globales. También se distanció del BNDES de Brasil por un
problema en una obra y el país llevó el caso a las cortes de Paris.
Esos actos han dejado al gobierno en manos y con las condiciones de
quienes quieran prestarle.
Según el Ecuador Times
el Gobierno buscará 700 millones de dólares adicionales con
obligaciones en el extranjero y 1,000 millones del Banco Mundial para
hidroeléctricas. La banca ha pedido para comenzar 100% de garantía en
oro y 4.3% de interés dando a entender una percepción de riesgo CCC
aunque en las tablas publicadas por las agencias calificadoras es B
estable. Contrario a lo esperable, el cese de pagos de la deuda del
2009 no derrumbó la calificación de riesgo de Ecuador de manera
importante y rebotó a su nivel anterior inmediato por la perfomance de
su crecimiento y la solvencia del manejo macroeconómico. El regreso al
mercado, empero, está siendo costoso.
La operación específica del oro es lo que se llama un swap de oro,
donde se entrega oro a cambio de moneda y luego se devuelve moneda a
cambio de oro a un fecha fija a un precio fijo. Esta es, en este año
2014, la única operación financiera internacional efectuada hasta ahora
y fue con una prenda física del oro para un crédito a tres años. En
estas operaciones, el banco o el inversionista no corren ningún riesgo
porque la garantía física está en sus manos. El Banco Central valoró la
entrega a 1,299 dólares la onza y la opción de recompra seguramente fue
hecha a 1,281.9 que es el precio que tiene Goldman Sachs en pantalla
por onza de oro a junio del 2017. Si la operación sale bien, el BCE
ganará algo, si el precio baja y Ecuador compra su oro a menor precio
en el 2017. Por ejemplo, si el precio baja a 1,200, el BCE vendió a
1,299 y recompra más oro a 99 dólares menos. Si el precio subiera,
ejecutará su opción de compra a 1,281.9 USD la onza y el Banco habrá
salido nivelado cubriendo el interés pagado con la ganancia de 18.90
dólares la onza-diferencia entre 1,299.00 y 1,281.90 USD/oz. El dinero
el banco lo presta a 4.3%, es decir Goldman no arriesga nada y gana
algo y un tercio de ese costo lo paga en parte el diferencial de
precios establecido.
La
impresión que comienza a salir de Ecuador es que los costos
internacionales de sus políticas están llegando y los nuevos acreedores
chinos están poniendo las condiciones del juego. A esto se van a sumar
las condiciones del Banco y luego sin duda las del Fondo. Es poco
pensable que el país haga una emisión internacional de bonos sin
garantía, aunque sea de 350 millones de dólares en realidad, sin el
aval de alguien y sin un margen de riesgo muy alto. Esa es la única
explicación para la operación del oro. Mientras el fondo de
contingencia de los BRICs no se firme y se arme el observatorio
económico del mismo para seguir y respaldar a las economías emergentes,
es poco probable que haya otro actor que no sea el mismo Fondo
Monetario Internacional (FMI) el que dé estos avales. Si el Fondo
Latinoamericano de Reservas (FLAR), fuese mucho más potente y expresión
real de la potencia de América del Sur, al menos, quizás podría ser el
aval de estas emisiones. Pero no lo es y la reforma de la arquitectura
financiera de América [O1] del Sur ha quedado frenada por vez enésima
desde inicios del siglo XXI. La política económica internacional de
Ecuador parece haber dado un giro sustantivo desde su punto de partida
y el país está recorriendo en este campo un camino distinto del
previsto.
- Oscar Ugarteche,
economista peruano, es Coordinador del Observatorio Económico de
América Latina (OBELA), Instituto de Investigaciones Económicas de la
UNAM, México - www.obela.org. Miembro del SNI/Conacyt y presidente de ALAI www.alainet.org
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