Todos los días los periodistas se entregan en cuerpo y alma para informar sobre distintos hechos, pero los enemigos de la libertad de prensa intentan truncar este oficio con asesinatos, acoso y represión, principalmente en América Latina, en donde gobiernos, políticos y crimen organizado no quieren comprender que se trata de una labor informativa.
Comunicadores mexicanos repudian la muerte de cuatro periodistas en el Estado de Veracruz, víctimas del crimen organizado y la represión gubernamental.
El presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, es señalado por el Instituto Internacional de la Prensa.
En esta tarea diaria de ejercer el derecho y el deber de informar a las personas fueron asesinados seis periodistas en menos de dos semanas: cuatro en México, uno en Honduras y otro en Brasil.
Los cadáveres de los periodistas Guillermo Luna y Gabriel Huge fueron hallados el jueves último dentro de bolsas, en el municipio de Boca del Río, Veracruz. Junto a ellos se encontraron los cuerpos de la novia de Luna y de un exfotógrafo de prensa que ahora trabajaba como empleado de un taller.
Los cuerpos de los reporteros fueron encontrados desmembrados y con huellas de tortura, en la misma fecha en que se celebró el Día Mundial de la Libertad de Prensa, el 3 de mayo.
El hallazgo ocurrió solo cinco días después de que Regina Martínez, corresponsal de la revista Proceso en Veracruz, que investigaba los nexos de narcotraficantes y la corrupción de funcionarios locales, fuera encontrada asesinada en su casa de Xalapa, capital estatal.
El martes 1 de mayo, las autoridades hallaron un mensaje amenazador contra la Prensa en el Estado de Michoacán, que atribuyeron al cartel de los Zetas, que ha atacado a periodistas en otras zonas de México, particularmente en el Estado de Tamaulipas.
En todo México suman 77 los periodistas asesinados desde el 2000, según la estatal Comisión de Derechos Humanos. Siete de esos crímenes han ocurrido desde comienzos del 2011 en Veracruz.
Esa localidad “se ha convertido en un Estado letal para los periodistas”, dijo Balbina Flores, representante en México de Reporteros Sin Fronteras, con sede en París, y que ha colocado a esa región mexicana como uno de los 10 lugares más peligrosos del mundo para el trabajo periodístico.
Los tres periodistas asesinados estaban incluidos en una lista con 13 nombres de comunicadores de Veracruz que estaban amenazados de muerte. La lista circuló a través de redes sociales desde mediados del 2011 y hasta ahora no está confirmado quién la elaboró, aseguró a CNNMéxico Ricardo González, oficial de Seguridad y Protección de Artículo 19, organización que se dedica a promover la libertad de expresión en más de 50 países
Estos crímenes se perpetraron pocos días antes de que en Brasil un sujeto matara a balazos al periodista Décio Sá, y en Honduras, pereciera baleado el presentador de televisión Noel Alexander Valladares Escoto.
Con la muerte de Sá, que era conocido por sus polémicas denuncias contra políticos, el número de periodistas muertos violentamente este año en Brasil asciende a cuatro; mientras, en Honduras se eleva a 18 la cifra de comunicadores asesinados en los últimos dos años.
En la selva colombiana, el periodista francés Romeo Langlois, corresponsal de la cadena France 24 que acompañaba al Ejército colombiano, desapareció el sábado 28 de abril último durante un ataque de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).
Autocensura
Las asociaciones de periodistas de la región e instituciones mundiales del gremio advierten de que informar sobre narcotráfico o corrupción en muchos lugares de América Latina supone jugarse la vida.
Latinoamérica fue en el 2011 la región más peligrosa del mundo para la integridad de los periodistas, y en especial México, Honduras, Brasil y Colombia, según un informe del Instituto Internacional de la Prensa (IPI, en inglés).
Reporteros Sin Fronteras, por aparte, considera a la región como la segunda más peligrosa, por detrás del Medio Oriente. Según las cifras que da esa organización francesa en su informe del 2011, en Medio Oriente murieron violentamente ese año 20 periodistas, y en América Latina 18, de los cuales 11 perdieron la vida en México.
Periodistas de América Latina, que se reunieron a mediados de semana en Chile, advirtieron de que muchos medios de comunicación de la región se autoimponen la censura cuando informan sobre actos de violencia.
Durante el encuentro de la Asociación Mundial de Periódicos y Publicistas se pusieron ejemplos de medios que están implantando protocolos para proteger la seguridad de sus reporteros.
Periodistas y especialistas en libertad de expresión denunciaron la creciente autocensura y la impunidad en los crímenes contra los reporteros de México, un país considerado “no libre” desde el 2011 por la ONG Freedom House.
En su informe anual, esa entidad señala que “la libertad de prensa se vio amenazada fundamentalmente por las condiciones causadas por el lugar central que ocupa México en el tráfico internacional de drogas ilícitas, por el empleo de la fuerza militar en las principales ciudades del país y por la imposibilidad de promover reformas significativas para mejorar la protección de los periodistas”.
La directora de Proyecto de Freedom House, Karin Deutsch Karlekar, explicó que México se ubicó en el puesto 139 de un total de 198 países analizados, con un grave problema sobre todo por la emergencia de “actores no estatales” ejerciendo la violencia, esto es, los grupos criminales.
Para el director del diario El Universal, Roberto Rock, es “durísimo” y “vergonzoso” que “México sea calificado por segundo año consecutivo como país no libre”.
En torno a la autocensura, Rock señaló que se trata del “fenómeno más grave, más impactante para la sociedad”, que comenzó en Tamaulipas y Veracruz, pero que se ha extendido a otros Estados.
Para el director de la ONG Artículo 19, Darío Ramírez, la grave situación de México deriva de la postura del Estado de “dejar hacer y dejar pasar” ante los crímenes de la sociedad, que ha permitido que los informadores “estén siendo masacrados” y de que pocos medios tienen “capacidad de reacción ante estos fenómenos de violencia”.
El representante en México del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, en inglés), Mike OConnor, destacó que el crimen organizado “ha encontrado la manera de controlar hasta internet”, especialmente en zonas del noreste de México.
Es claro que la autocensura, que hace años se veía como “un crimen periodístico”, ahora es justificada abiertamente por los comunicadores que lo que tratan es de “protegerse”, señaló.
Los organismos de prensa recordaron esta semana a los 24 periodistas que en los últimos 12 meses fueron asesinados en Brasil, Colombia, Guatemala, Haití, Honduras, México, Perú y República Dominicana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario