A diferencia del fin de semana anterior, cuando se reportaron más de 300 detenidos y 10 heridos, las protestas han transcurrido sin incidentes, reportó la cadena de televisión CBC News.
Las marchas estudiantiles nocturnas se han ampliado para incluir a otros grupos afectados por las disposiciones de la controvertida Ley 78, aprobada el 18 de mayo por el legislativo provincial y que establece restricciones para los actos públicos organizados.
Dicha legislación obliga comunicar a las autoridades, con al menos ocho de horas de antelación, la ruta de las protestas que incluya a más de 50 personas, a riesgo de fuertes multas para los infractores.
Asimismo, la medida del gobierno del primer ministro de la provincia, Jean Charest, suspendió las clases hasta agosto, en las universidades y colegios afectados por la huelga de estudiantes, como forma de desalentar un movimiento extendido ya a más de tres meses.
Para nosotros, está claro que la primera cosa que debe discutirse es la Ley 78, señaló Jeanne Reynolds, portavoz del grupo mayoritario que apoya a los estudiantes en huelga.
Es muy restrictiva, muy represiva y nos gustaría verla suspendida, aseguró.
Los estudiantes, que portan un cuadrado rojo símbolo de la huelga, marchan contra el plan del gobierno de Québec que pretende aumentar la matrícula universitaria hasta en un 70 por ciento.
El incremento de unos mil 625 dólares, forma parte del plan programado para ser efectivo desde el 2012 hasta el 2017.
Organizadores estiman que unos 150 mil escolares se mantienen en paro.
Una encuesta de la emisora Radio-Canada-CROP reveló que el 61 por ciento de los quebequenses considera que la Ley 78 no resolverá la crisis estudiantil.
Un 44 por ciento opinó, además, que el gobierno es responsable por el estancamiento de la situación, precisó el sondeo.
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