Daylén Vega Muguercia y Yuliat Danay Acosta / Texto enviado por Brújula Metropolitana
La Habana. Anoche tuve la oportunidad de conocer a Camila Antonia Amaranta Vallejo Dowling, popular dirigente estudiantil, que protagonizara multitudinarias protestas en Chile, en demanda de una educación gratuita y con calidad.
Vallejo, vicepresidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, se mostró impresionada ante la fuerza y esperanza del pueblo cubano. Y confesó llevarse de Cuba, los mejores recuerdos.
A continuación la entrevista, realizada el 4 de abril, que junto a mi colega Yuliat Danay, realizáramos a la joven militante comunista chilena.
Camila, eres la cara más visible de las multitudinarias protestas en Chile, en demanda de educación gratuita, ¿cómo asumes esa popularidad?
–Bueno con mucha responsabilidad pero siempre entendiendo que esto ha sido un proceso de construcción colectiva, la verdad es que claro yo soy la cara más visible, pero hay muchas caras y muchos rostros, muchas historias, que han sido parte fundamental de la configuración de un movimiento más que estudiantil, ya un movimiento social.
Entonces, efectivamente uno como muchos otros trata de asumir la responsabilidad de poder encauzar y seguir construyendo un movimiento con capacidad de transformación política efectiva que es lo que más necesitamos en este momento, pero la responsabilidad la asumimos todos dentro de un colectivo mayor de construcción y no como una personificación o una individualización dentro de este gran movimiento.
Cuando asumes la presidencia de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, sólo había ejercido otra mujer en toda la historia de la organización, ¿qué significa esto para ti?
–La Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile con 106 años de historia ha sido una federación históricamente hegemonizada por la figura masculina, por los hombres, Marisol Prado fue la primera presidenta mujer de la federación y yo la segunda, y es una situación bastante compleja, porque todavía en Chile hay una cultura machista, muy misógina muchas veces, cuando las mujeres entran a asumir responsabilidades de dirigencia en la esfera política o la dirigencia estudiantil, o en otro plano institucional, resulta que es mucho más cuestionada.
Una mujer tiene que estar constantemente mostrando tener capacidades intelectuales para poder ser escuchada, no así el hombre, el hombre independiente de su apariencia física, al hombre se le valora en su responsabilidad, en el cargo que asume, no así la mujer. Y sobre todo porque se ve a la mujer como objeto.
A mí constantemente se me ha tratado de señalar como una mujer que tiene muchas posibilidades de éxito producto de mi apariencia física, como si eso fuera lo único que valiera, y el tema intelectual es algo que tratan siempre de cuestionar o poner en duda: las capacidades de las mujeres en este ámbito de la esfera pública. Se ha señalado a propósito de esa desconfianza de las capacidades, que otras dirigentes y yo no pensamos por nosotras mismas, sino que hay alguien ahí detrás diciéndonos al oído lo que tenemos que decir o señalar.
Por primera vez Chile logra levantar movilizaciones tan amplias y transversales, ¿por qué crees que sucedió esto? ¿Hay una evolución en la conciencia de los jóvenes?
–Alguien por ahí, un gran revolucionario decía que el modelo genera a sus propios sepultureros, y nosotros creemos que a pesar del nivel de deshumanización que ha existido a propósito de la profundización del desarrollo del modelo neoliberal en Chile que ha calado en el ámbito económico, en el político y también en el cultural, y ha generado una profunda desarticulación social, una deformación de las conciencias, producto de esta hegemonía ideológica que ha calado en lo cultural que tiene que ver con el individualismo, con esos valores que inculca el neoliberalismo: el individualismo, la competencia, el exitismo, el consumismo, y eso es lo que nos señalan los medios de comunicación, lo que nos señala la educación. Pero a pesar de eso creo que la juventud siempre renace y hace como florecer en medio del desierto nuevas esperanzas, nuevas expectativas y demuestra que tiene capacidades de ir un poco más allá, y cuestionar las realidades.
Queremos construir desde el presente una sociedad distinta, y eso es lo que creo se manifestó con el 2011, el primer paso que dio la juventud pero al cual rápidamente se le sumaron otras conciencias, no solamente los jóvenes, sino que otras generaciones, los trabajadores, otros sectores de organización no solamente estudiantil porque había un descontento generalizado con el modelo.
El pasado 6 de marzo la revista Newsweek te incluyó en la lista de las 150 mujeres más valientes del mundo, ¿qué sientes al respecto?
–Yo creo que la juventud en general ha demostrado una gran valentía, pero vuelvo a lo mismo, claro que siendo la cara más visible el reconocimiento va hacia mí, en términos personales, pero en su conjunto, todos los estudiantes, mujeres, hombres, profesores, apoderados fueron muy valientes al asumir esta responsabilidad de movilizarse porque tiene grandes costos.
El iniciar un proceso de movilización, enfrentarse a los cuerpos de represión del Estado, con carabineros, con fuerzas especiales, estar sometidos a golpizas, a bombas lacrimógenas, en muchos casos ser torturados o abusados, es un gran costo y demuestra que la juventud en general ha sido muy valiente. Hay cosas que nos atemorizan, por supuesto, pero ese temor no nos ha paralizado por suerte, y seguimos adelante.
Creo que ese reconocimiento que se me hace a mí personalmente, tiene que ir necesariamente dirigido a los jóvenes que se sacrificaron por esto, que asumieron que no movilizarse traería más costos a la larga; pero los costos inmediatos también se viven y en eso hay que saber enfrentar con mucha valentía, con mucha altura de mira los costos que estamos enfrentando.
¿Cómo asume tu familia los riesgos que corres constantemente?
–Mi familia, como cualquier familia, se preocupa de su hijo, de su hija, de los desafíos que están asumiendo, de los riesgos que tiene eso, de las amenazas que existen. Nosotros hemos sido víctimas de amenazas por las redes sociales o incitación a la violencia, por parte incluso de autoridades del gobierno, y eso genera preocupación o cierta aprehensión.
–Mis padres también han asumido como suya la tarea de desarrollar y fortalecer este movimiento en pos de transformaciones profundas. Ellos son los dos comunistas, pero aunque fueran de izquierda o de otro ámbito político, muchos padres y muchas madres han asumido también esta responsabilidad, y finalmente hay mucho apoyo y ha nacido un gran respaldo en este proceso.
Camila Vallejo: ¿líder o dirigente?
–He asumido muchos roles en este proceso, tanto como dirigente, líder, vocera o como cualquier estudiante de a pie que también está trabajando constantemente en la organización, creo que esa integralidad tienen que asumirla las caras visibles en este proceso. Es muy importante estar aprendiendo, retroalimentándose en las discusiones, en las instancias en que se participa, compartir con el resto de los estudiantes, de la gente, para poder aterrizar y volver a los contenidos más básicos y hacer todo ese proceso dialéctico que se desarrolla entre la dirigencia, el liderazgo y las bases, el movimiento en su base más íntima.
¿Qué te llevas de la visita a Cuba, del contacto con los jóvenes?
–Me llevo una gran esperanza. Para nosotros es muy significativo estar en Cuba, el impacto que genera el nivel cultural, la calidad humana que tienen los cubanos es muy fuerte para nosotros, porque lamentablemente la sociedad chilena, y las capitalistas o las que han desarrollado un modelo neoliberal extremo, son sociedades muchas veces enfermas, con altos niveles de suicidios, depresión, desigualdad, descontento, frustración producto de promesas que levantaba el capitalismo que nunca se lograron.
Son sociedades muy enfermas que dejan cierto grado de tristeza, pero en Cuba es muy distinto, la juventud muestra alegría, muestra un despertar, una lucidez constante. Eso para nosotros es muy importante porque refleja un poco los frutos que ha tenido esta gran riqueza que es la cultura, la educación y la salud.
A pesar de todas las dificultades en materia económica que tiene Cuba, que lo ve la juventud y ante lo cual también es muy crítica, a pesar de eso, ha sido una juventud con esperanza, con claridad, con lucidez, por eso cuando vemos esos resultados de este proceso, lo valoramos y lo rescatamos como un ejemplo a seguir.
Planes futuros de Camila Vallejo, aspiraciones, sueños?
–Estamos deseando que este movimiento se fortalezca, se desarrolle, se profundice, pueda no solamente salir a las calles, tenga una expresión en los espacios públicos, construir alternativas, y en eso quiero estar.
También está el tema de la carrera profesional, de mi titulación que ya pronto voy a terminar con ese proceso, ojalá trabajara en el área de geografía que me gusta mucho. A partir de eso también contribuir a este movimiento de movilización. Las demandas que planteamos también son interés de muchos geógrafos.
¿Cómo te ves en 30 años, cuando la belleza física haya desaparecido y no quede la imagen de la veinteañera rebelde?
–Yo creo que la juventud y la belleza, pasan más allá del aspecto físico, he conocido muchos viejos jóvenes. Tengo ahora mismo en mi cabeza una mujer que es el gran ejemplo de eso, Mireya Baltra, que tiene ya 80 años, fue ministra del Trabajo durante el gobierno de la Unidad Popular, ella es una persona que a pesar de los años ha conservado gran juventud, capacidad crítica, voluntad, fuerza, energía, convicción y no se ha perdido.
Yo espero también que eso se mantenga a pesar de los años, la belleza pasa por los valores, por la humanidad, por la defensa de los derechos, de la igualdad, de la justicia, de esos principios que hay que sostenerlos hasta el final.
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