Rigoberta Menchú pronosticó que la crisis económica producirá un cambio en el mundo y que la "solidaridad" sustituirá al actual modelo "antisocial, inhumano y egoísta".
Rigoberta Menchú, premio Nobel de la Paz. (Foto Prensa Libre: Archivo)
Dicha
declaración fue dicha en Eslovenia en un debate donde se discutió "¿por
qué necesitamos el diálogo y la solidaridad en la crisis global?", al
cual asistió la premio Nobel de la Paz junto al Dalai Lama, el
"banquero de los pobres", Mohamed Yunus y Lucka Kajfez Bogataj,
premiada como miembro del Grupo Intergubernamental sobre el Cambio
Climático de la ONU.
"Este sistema es egoísta, ya que lo
importante es qué cosas materiales tengo", señaló Menchú, convencida de
que la actual crisis es una oportunidad para el cambio. Agregó que "la
crisis representa una decadencia global con tres puntos clave (la
espiritual, la material y la social), la cual ha tocado fondo y para
salir de la misma es necesaria una transformación global".
"La
solidaridad debe convertirse en parte natural de la cultura humana" ,
ya que "el sistema en el que vivimos es antisocial, inhumano y
egoísta", opinó, para añadir que los problemas actuales deben
resolverse a escala planetaria.
Por otro lado, la experta en
climatología eslovena Lucka Kajfez Bogataj, afirmó que la crisis global
debe tener una respuesta también global, "en la que se escuche la voz
de todos, no solo la de los grandes jugadores". Asimismo, el líder
espiritual tibetano, Dalai Lama, resaltó que el "primer paso hacia la
paz es la paz interior" y que "los cambios son posibles solo con
acción, no con pensamientos o deseos", por lo que se necesita "visión y
acción".
Los líderes de opinión coincidieron en que cada persona
debe hacer su propio aporte y que gran parte de los problemas del mundo
se deben a una "crisis espiritual".
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