San José, 1 abr (PL) La presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, presiona a la Asamblea Legislativa para la aprobación del atraque de barcos militares estadounidenses en las costas del país, pese al rechazo de diputados a autorizar el ingreso.
Al inaugurar en el puerto de Caldera una base de guardacostas financiada por Estados Unidos, Chinchilla criticó a los diputados por retrasar nuevas autorizaciones para el patrullaje conjunto con los militares norteamericanos.
"Tengo que pedir disculpas públicas, porque en seis meses no hemos sido capaces de autorizar un patrullaje conjunto", dijo la gobernante en el acto, al que asistieron funcionarios del Gobierno y la embajadora norteamericana Anne Andrew.
Chinchilla anunció su decisión de llamar a los congresistas opuestos a la entrada de los barcos artillados, entre los que se encuentran los socialcristianos.
"Voy a hacer unas llamadas en los próximos días. Están pidiendo (los diputados) rutas de patrullaje, sólo falta que algún día nos pidan las órdenes de operación", afirmó la mandataria en declaraciones publicadas este viernes por el diario La Nación.
En diciembre pasado, el Parlamento aprobó el ingreso de 46 naves del Servicio de Guardacostas y de efectivos de Estados Unidos a su territorio para la lucha antinarcóticos, pero no autorizó la entrada de 26 naves de guerra.
En aquella ocasión el diputado del Partido Acción Ciudadana Juan Carlos Mendoza dijo que su rechazo a la entrada de los buques se debía a que "no quedaban claros otros fines estratégicos militares, aparte del combate al narcotráfico".
Otros diputados del Frente Amplio y de Accesibilidad sin Exclusión alertaron sobre el uso excesivo de fuerzas para enfrentar el flagelo.
Ya a mediados de 2010 la Asamblea Legislativa había autorizado la llegada a costas costarricenses de siete mil efectivos, 46 buques, más de 200 helicópteros, 10 aviones Harrier y dos submarinos.
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