Estados Unidos liberó a decenas de presos de alto riesgo de la cárcel de Guantánamo y aplazó por años la de más 150 hombres inocentes, según archivos militares filtrados por el portal WikiLeaks.
Los 779 documentos, que forman parte de un archivo de memorandos secretos filtrados el año pasado por WikiLeks, fueron entregados a un grupo de medios estadounidenses y europeos, incluidos The New York Times, The Daily Telegraph, El País, Le Monde, Der Spiegel y La Repubblica.
Miles de las páginas revelan que 130 de los 172 prisioneros que dejaron la base naval de Guantánamo era considerados "de alto riesgo" y de amenaza para Estados Unidos y sus aliados.
Sin embargo, fueron liberados sin haber sido rehabilitados o sin la supervisión necesaria.
Incluso un tercio de los 600 detenidos bajo la era de George W. Bush, varios de los cuales fueron transferidos a terceros países, también eran catalogados como de "alto riesgo" antes de que fueran puesto en libertad o entregados a otros gobiernos, reveló Times.
En lo que podría convertirse en un problema para Estados Unidos y los aliados que intentan sacar del poder al presidente libio Muamar Gadafi, los archivos señalan que uno de los entrenadores de los rebeldes libios tiene vínculos más estrechos con Al Qaeda de los que se pensaba.
Abu Sufian bin Qumu se dedicó por dos décadas a actividades extremistas antes de que se entrenara en dos campos de Al Qaeda. El hombre participó en lucha de los talibantes contra la Unión Soviética y la Alianza Norte, y fue conductor de Osama bien Laden en Sudán, según la radio publica estadounidense.
Por seis años estuvo detenido en Guantánamo antes de Estados Unidos lo entregara a las autoridades de Libia en 2007 por pedido de Gadafi, agregó el reporte. Los autoridades libias lo dejaron en libertad el verano pasado.
Asimismo, los informes revelan que al menos 150 de los detenidos eran afganos o paquistaníes inocentes, incluidos chóferes, agricultores y cocineros, que fueron detenidos en el marco de operaciones frenéticas de inteligencia en zonas de guerra.
Sin embargo, estuvieron durante años detenidos debido a la confusión de identidad o simplemente porque estaban en el lugar en el momento equivocado, según los medios estadounidenses.
El gobierno del presidente Barack Obama, que dejó sin un plazo definido su promesa de cerrar la prisión militar en la Bahía de Guantánamo, calificó como desafortunada la revelación de los documentos secretos y defendió sus esfuerzos y los de su antecesor por "actuar con cuidado extremo y diligencia" en la transferencia de presos.
"Ambas administraciones han hecho de la protección de los estadounidenses su principal prioridad, y estamos preocupados porque la revelación de estos documentos podrían ser perjudicial para esos esfuerzos", según un comunicado oficial divulgado el domingo.
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